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» Nova Entre Rios
Fecha: 04/06/2025 14:40
Enrique Fabiani desapareció el 4 de junio de 2024 en Entre Ríos y, hasta hoy, no hay ninguna pista concreta sobre su paradero. Durante un año, solo hubo sospechas, y su hija Melisa y el resto de la familia siguen reclamando para saber qué pasó con el hombre de 75 años. “No tenemos novedades. Es muy vergonzoso cómo guardan en un cajón la causa y les importa tan poco la vida del otro”, lamentó Melisa Fabiani en diálogo con TN. Fabiani salió a cazar el primer martes de junio a un campo de la localidad de Alcaraz, Entre Ríos, junto a dos amigos, y nunca más se supo nada de él. La última pista prometedora fue un cartucho de escopeta que un vidente encontró en el lugar en julio del año pasado. Fabiani se encuentra desaparecido desde el 4 de junio de 2024. (Foto: gentileza Rubén Pagliotto) Desde entonces, la familia de Fabiani lucha porque la causa no quede en el olvido, pero se sienten abandonados. “Fueron dos meses de búsqueda el año pasado y después, se buscó en lugares perdidos, esporádicamente. Desde agosto, hasta la última búsqueda en octubre, se hicieron porque nosotros pedimos que se revisara en ciertos lugares nuevamente. Los investigadores nunca propusieron un lugar nuevo. Jamás. Nos dijeron que querían revisar un lugar que hasta el día de hoy estoy esperando que me llamen para hacerlo”, reclamó Melisa Fabiani. El rastrillaje más reciente, aseguró, “fue hace un mes”. “Fuimos nosotros, en forma particular, porque recibimos un dato y fuimos, pero ellos (las autoridades) no buscan desde el año pasado”, afirmó. Además, la última medida que tomó la Justicia fue el pedido de análisis de los teléfonos de dos policías que hicieron un careo con Melisa, en octubre del año pasado, y que, según ella, “habían mentido sobre el hallazgo del cartucho”. Este miércoles, habrá una misa para pedir por Enrique Fabiani, pero su hija perdió casi toda la esperanza. “Me di cuenta de que no sirve de nada protestar, porque realmente cuando quieren mirar para el costado y no hacer justicia… y cuando hay poder de por medio, todo se tapa”, expresó. En tanto, el abogado representante de la familia Fabiani, Rumén Pagliotto, aseveró que Julio Lodi, el dueño de la propiedad donde Fabiani fue visto por última vez, sigue siendo el principal sospechoso. Sin embargo, no hay imputados por el caso. “Antes, la duda cabalgaba entre Lodi y los policías. Luego, Lodi se convirtió en el más sospechoso, aunque en rigor, las dudas siguen girando sobre ambos. Lo más concreto es que a un año de la desaparición de don Enrique, continúa borrado de la faz de la Tierra”, señaló. Este miércoles, se cumple un año de la desaparición de Enrique Fabiani. (Foto: gentileza de la familia Fabiani) Ante la falta de pistas y responsables, Pagliotto piensa que se trató de “una desaparición forzada de personas”. Sobre esto, dijo: “Para concretarla, hacen falta conocimientos muy especiales y una logística adecuada. No cualquiera podría llevar adelante un hecho de esta naturaleza”. Cómo fue la desaparición de Enrique Fabiani. Enrique Fabiani salió a cazar el martes 4 de junio de 2024 en un campo de la localidad de Alcaraz, Entre Ríos, junto a dos amigos. De acuerdo con el relato de Melisa Fabiani, su padre se desorientó durante la cacería, y no volvió al punto de encuentro, por lo que sus amigos comenzaron a buscarlo de inmediato. “Pero eso no sería el problema, porque mi papá, después de varias horas de estar perdido en el monte, encontró una salida de ese monte, salió a la parte de atrás del campo de Julio Lodi”, contó. Según señaló el abogado de la familia, Rubén Pagliotto, Lodi es una pieza clave en la investigación, ya que se cree que fue el último que vio al jubilado. “Lodi dijo que vio a Fabiani a las 12 de la noche, que salió solo con una linterna y mantuvo un diálogo cordial”, relató el abogado a este medio. En su declaración, Lodi dijo que salió desarmado de su casa luego de haber visto al hombre. “Armas, no tengo”, aseguró al ser consultado, pero en el primer allanamiento a su casa, la policía encontró una escopeta calibre 16, un revólver calibre 22 y un rifle calibre 22. No hay rastros de Enrique Fabiani desde hace un año. (Foto: cortesía de Melisa Fabiani/Tomás Rupp.) El hombre, al prestar declaración ante los fiscales y abogados, contó que Fabiani le dijo que estaba “cazando”, a lo que Lodi le contestó: “¿Y usted no sabe que este es un campo privado? Hágame el favor y márchese de acá porque lo voy a cag… a tiros”. Ante esa expresión, siempre según su declaración, Fabiani solo dijo “discúlpeme, señor” y se fue. “Lodi dijo ‘estoy arrepentido de haberle hablado así porque me di cuenta de que era una buena persona’”, aseguró el abogado, quien describió el perfil del testigo: “Es reconocido como un tipo duro en el pueblo, como una persona violenta que maltrata a los demás”. Después de que Fabiani se fuera, Lodi, -según su testimonio- llamó a la comisaría de Alcaraz y posteriormente a la brigada de Abigeato de la municipalidad de Bovril. “El teléfono fijo de la comisaría ya no funciona y nos extraña que Lodi haya llamado al fijo, si tenía el teléfono móvil de la comisaría, dice que no lo atienden y, entonces, llamó a la brigada de Abigeato de Bovril. Uno de los oficiales lo puso en altavoz y todos los que estaban lo escucharon como sacado, desesperado”, contó Pagliotto. El personal de Abigeato se presentó en el campo a la 1 de la madrugada, pero no encontraron nada. Melisa Fabiani aseguró que las autoridades policiales hicieron rastrillajes por última vez en octubre del año pasado. (Foto: cortesía de Melisa Fabiani.) Hasta ahora, el último rastro de Enrique Fabiani captado por los perros adiestrados se ubicó “en la zona que tiene que ver con el campo de Lodi”, remarcó Pagliotto. Conforme avanzó la investigación, también se descubrió que dos empleados de Julio Lodi que habían terminado de trabajar vieron “a un hombre con un arma” dentro del campo a las 19:30 del 4 de junio. “Le preguntaron si necesitaba algo y dijo que iba al campamento. Le ofrecieron ayudarlo, prestarle el teléfono, pero dijo que no”, señaló el abogado. Entre ese punto y el lugar donde Fabiani fue visto por Lodi a la medianoche, hay 1300 metros, una distancia que se recorre en “menos de cuatro horas”. “Él apareció en el campo a las 19:30, pero quizá Lodi lo vio antes de la medianoche y lo mató. Quizá haya cierta connivencia entre la policía y Lodi”, agregó el letrado. En una inspección al campo de Lodi a la que asistieron Rubén Pagliotto y Eduardo Vugner, ambos representantes de la familia del jubilado, encontraron seis casquillos de escopeta “en el mismo lugar donde Lodi dice que vio a Fabiani”. Para los abogados querellantes, las incongruencias en la declaración de Lodi aumentaron las sospechas. “La hipótesis tiene dos vectores: el campo de Julio Lodi, donde habría sido visto por última vez Enrique Fabiani, y la brigada de Abigeato del pueblo de Bovril. Primero, porque desde la familia y los abogados nos genera muchísimas dudas lo que contó Lodi, que haya salido desarmado en la noche, y esa noche fue sin luna, es más cerrada. Después, encontraron tres armas. Quizá, no fue de forma intencional, pero Lodi le pudo haber disparado desde lejos, porque si solo lo echó, ¿para qué llamó a la policía? La segunda posibilidad es que alguien de la policía lo haya matado”, denunció Pagliotto.
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