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  • El sable corvo de San Martín, en el centro de una disputa histórica: podría pasar a manos de Granaderos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 04/06/2025 14:38

    Traslado del sable del Gral. Jose de San Martin, a su llegada a la catedral metropolitana y su posterior traslado definitivo al Museo Histórico Nacional. Desde que José de San Martín lo compró en Londres en 1811, su sable corvo atravesó gran parte de la historia argentina. Pasó a manos de Juan Manuel de Rosas, fue robado dos veces por grupos peronistas y estuvo casi medio siglo bajo custodia del Regimiento de Granaderos. Hoy, vuelve a quedar en el centro de una disputa. Aunque se encuentra custodiado en el Museo Histórico Nacional, ubicado en Parque Lezama y donde fue originalmente donado por la hija de Rosas en 1897, circulan versiones que indican que podría pasar a manos de ese cuerpo militar. “Trato de pensar que es un rumor. Es gravísimo para el museo”, sostuvo al respecto Gabriel Di Meglio, titular del museo con sede en Defensa 1600. Polemica por el sable corvo de San Martin En diálogo con Infobae en Vivo, el historiador explicó que la institución no recibió todavía ninguna solicitud oficial, aunque sí está al tanto de esa especulación: “Solo diré que es raro, porque en Granaderos no se puede ver. Acá lo ve todo el mundo. Supongo que puede tener que ver con un museo nuevo, algo de eso escuché”. La historia del sable corvo se remonta a 1811, cuando el Libertador de América lo compró en Londres, Inglaterra, ya usado. Realizado en acero de Damasco, lo utilizó en las campañas de Chile y Perú, y se lo llevó con él a Europa durante su exilio. Luego se lo delegaría a Rosas. Se estima que el arma, de origen árabe o persa, fue fabricada en el siglo XVIII en el Lejano Oriente. Con la vaina incluida, su peso es de un kilo y medio. Se considera que San Martin fue el primero en introducir este tipo de sable en América del Sur. El sable estuvo en Inglaterra con Rosas hasta que murió. “El sable le llega a Rosas, que poco después cae en Caseros. Se tiene que ir también al exilio y se lleva el sable de San Martín. Estuvo en Inglaterra con Rosas hasta que murió”, explicó Di Meglio. A fines del siglo 19, se creó el Museo Histórico Nacional, uno de los más antiguos del país. Su fundador, Adolfo Carranza, decidió contactar a los descendientes de personajes importantes de la historia nacional para crear una colección. Fue en ese contexto que Manuela Rosas, hija del político argentino, donó la reliquia de San Martín. “Así estuvo siempre, hasta que en la década del 60, hubo dos robos. Grupos peronistas que se lo querían dar a Perón, que estaba en Madrid exiliado. Entonces, la idea era la continuidad de la independencia”, precisó el historiador. El sable permaneció bajo custodia del grupo militar desde 1967 hasta 2015. Estos robos ocurrieron durante la proscripción del peronismo y antes del surgimiento de los grupos guerrilleros. Según el titular del museo, no eran grupos organizados como los que surgieron más adelante. “Cuando es el Golpe de Estado de Onganía, hace un decreto diciendo que no va a estar más en el Museo Histórico Nacional y que va a ser custodiado por el Regimiento de Granaderos”, siguió. El sable permaneció bajo custodia del grupo militar desde 1967 hasta 2015, cuando Cristina Kirchner firmó el decreto 843/2015 que permitió su regreso a su custodio original. “Sacarle al museo el sable, es matarlo. Es hacerle un agujero”, lamentó Di Meglio. Hoy, la reliquia es uno de los objetos que más atrae a los visitantes, junto con una bandera de Belgrano. Siempre está bajo custodia: un granadero lo vigila permanentemente dentro del museo, donde incluso viven algunos miembros del regimiento. “Sacarle al museo el sable, es matarlo. Es hacerle un agujero”, lamentó Di Meglio. El museo tiene entrada libre y gratuita. Está abierto de miércoles a domingos y feriados, de 11 a 19 horas. “Nuestro presupuesto hoy es nulo. Es un problema”, denunció el titular de la organización. Y agregó: “Tenemos sueldos de personal, pero después no tenemos más presupuesto. Con la asociación de amigos juntamos algunos fondos”.

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