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» La Capital
Fecha: 04/06/2025 09:50
Cinco mujeres, seis abortos y cuarenta años de activismo son los ejes de "ILEgal", el documental dirigido por Estefanía Andreotti y producido por Danali Riquelme . Se trata de dos realizadoras rosarinas que, a partir de un proyecto de tesis, dieron forma a un largometraje que reconstruye las experiencias de mujeres que decidieron interrumpir embarazos en distintos momentos de sus vidas. En el marco del aniversario de los diez años de la primera marcha que conmovió al país con el grito de “Ni una menos”, "ILEgal" vuelve a proyectarse en el Cine El Cairo el viernes 13 de junio a las 22.30. Después de haber pasado por una serie de festivales internacionales, su regreso a la ciudad significa un retorno simbólico al origen del proyecto, gestado y filmado en la ciudad. Carla, Anahí, Viviana, Araceli y Julia son las protagonistas de este el film que, acompañadas por la médica y docente de ESI Celeste Loizaga , y por la histórica militante feminista argentina Mabel Gabarra , cuentan en voz alta sus experiencias personales en la decisión de abortar. “Algunas lo hicieron en la clandestinidad, otras bajo el protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE)”, adelanta la sinopsis del largometraje rosarino. Ahora bien, "ILEgal" no es solo un documental: fue filmado durante cuatro años , entre 2019 y 2023 , y significa un recorrido que aborda desde el auge del movimiento feminista en las calles, pasando por la pandemia, hasta la sanción de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo y la posterior desmovilización social. Por lo que se construyó como un registro vivo de una transformación colectiva en Argentina, atravesada por el miedo, la militancia, la organización y la conquista de derechos. >>Leer más: Collages callejeros para denunciar la violencia contra las mujeres Antes de todo, estuvo el impulso de dos jóvenes militantes rosarinas, que decidieron hacer de su tesis universitaria una acción política. En diálogo con La Capital, Estefi Andreotti, directora del documental. dio detalles sobre el proceso de producción, resaltó los desafíos que enfrentaron a lo largo de los años y analizó la relevancia que cobra una película como esta en un momento político tan complejo como el actual. Andreotti recordó que su proyecto de tesis tuvo una intención clara desde el inicio: contar una historia que impactara. “Con Dani, mi compañera con la que hicimos el documental, siempre fuimos militantes en espacios feministas, en espacios de mujeres, en espacios de política. Estando muy inmersas en ese momento en la militancia, decidimos hacer la tesis sobre Rosario como cuna del desarrollo de derechos humanos”, explicó la licenciada en producción y realización audiovisual en la Universidad Abierta Interamericana (UAI). Todo empezó en 2018, cuando comenzaron a hacer entrevistas sin saber exactamente hasta dónde podía llegar el material. “Nos encontramos con algo tremendo”, reconoció la realizadora. La recolección de testimonios y la potencia que emergió en cada encuentro con sus entrevistadas hicieron que el proyecto pronto desbordara los límites de una tesis. ilegal medio .jpg “Mientras filmamos yo ya pensaba: ¿cómo va a caber en un mediometraje? Terminó siendo un largometraje, y eso se definió en el mismo set”, relató Andreotti sobre el documental que hoy llega a plataformas digitales en Argentina, México y Perú, convirtiéndose en una herramienta de memoria, reflexión y educación para Latinoamérica. >>Leer más: A diez años del primer Ni Una Menos, Rosario vuelve a marchar contra la violencia Una elección política y un trabajo colectivo Cada fragmento dentro del documental estuvo atravesada por una decisión política y artística definida. Elegir a Rosario como territorio protagonista no fue casual, según la directora “es una de las primeras ciudades pioneras en el movimiento, en los debates sobre aborto, incluso en la implementación del protocolo de ILE” . En este sentido, Andreotti agregó: “Es una ciudad que al estar atravesada por políticas socialistas durante muchos años fue precursora.” Sobre el proceso de selección de testimonios, detalló: “Me parecía importante que la mayor variedad de experiencias, de edades y de clases sociales. Algunas se bajaron, tenían hijos, sentían miedo, otras todavía estaban sanando. Todo ese proceso también fue parte de lo que el documental quiso reflejar”. ILEGAL_FRAME 12.jpg Asimismo el rodaje de "ILEgal", se realizó en forma autogestiva y con un equipo técnico conformado íntegramente por mujeres y disidencias, en un entorno que buscaba ser seguro y cuidado para las entrevistadas. “Obviamente tenía que ser ad honorem. En general, las tesis se filman con las personas de tu curso o de tu camada. Lo que hicimos fue hablar con nuestras amigas de la universidad para que nos ayuden”, explicó la cineasta. Con respecto al equipo técnico, agregó: “Había que crear un espacio de mucha seguridad para cuidar a los testimonios y para que el material venga diferente, porque entre mujeres hay otro tipo de ambiente. Justamente eso es lo que milita el movimiento feminista: abrir espacios”. De esta forma, los siete días de rodaje estuvieron íntegramente conformados por un equipo técnico de mujeres y disidencias, muchas de ellas compañeras de la universidad que aportaron desde cámaras hasta maquillaje. >>Leer más: Antonio Berni en el Castagnino: proyectan dos documentales que homenajean al artista rosarino Un desarrollo marcado por la coyuntura El recorrido del documental rosarino y la relevancia que cobra en la actualidad no pueden entenderse sin tener en cuenta la situación social y político que rodeó el proyecto desde su génesis. A lo largo de los cuatro años que llevó su realización, la película atravesó, al igual que sus creadoras, un proceso de entusiasmo, pausa y resiliencia. Andreotti explicó que el proyecto nació en pleno auge del debate por la legalización del aborto en Argentina, cuando el tema ocupaba un lugar central en la agenda pública. “En 2020 se vuelve a debatir en el Congreso, se aprueba la ley pero en el medio había pasado la pandemia. En 2021 grabamos otra entrevista para darle un cierre al documental, pero en el medio el país estaba cada vez peor, la economía mundial estaba destruida, la prioridades cambiaron, la agenda cambió”, detalló la entrevistada. ILEgal portada.jpg Fue en ese momento cuando decidieron asociarse con otra productora y solicitar un subsidio al Incaa para poder terminar la postproducción. Ese proceso, según relató Andreotti, se convirtió en un largo recorrido burocrático: “La factura, los derechos de autor, todo eso también nos llevó un año más, un año y medio, entonces tuvimos muchos altibajos”. A pesar de todo, el equipo decidió seguir adelante. En este sentido, para las realizadoras, "ILEgal" no fue solo una película: fue parte de su militancia y se construyó como una manera de resistir. “Nosotras esto lo llevamos en la sangre”, aseguró Andreotti, al recordar cómo empezaron a filmar “con los ojos llenos de ilusión” y muy poca experiencia. “Fue un proceso también de aprendizaje y de maduración zarpado. Es que yo creo que lo logramos porque nosotras militamos desde el corazón y desde la fuerza de creer que todos los derechos conquistados están constantemente en riesgo”, sostuvo la entrevistada en diálogo con este medio. >>Leer más: Documental sobre el Trinche Carlovich: el crack que jugaba a la pelota y gambeteaba el negocio del fútbol Un mensaje más presente que nunca Más allá del recorrido personal, la directora remarcó que el documental hoy, en un contexto donde los derechos conquistados se vuelven a poner en discusión y riesgo, adquiere un valor como herramienta política y educativa. “Hoy el documental es un recordatorio de que nuestros derechos siempre están en riesgo”, señaló. Y agregó: “Nos quieren hacer creer que el feminismo es una estupidez, cuando la gente tiene hambre y no tiene trabajo, queriendo correr el foco en que en realidad, cuando no hay trabajo ni plata es cuando más sufren la inequidad las mujeres, cuando más se hacen cargo de las tareas invisibilizadas, cuando más violencia doméstica hay en los hogares”. Desde una mirada crítica, sostuvo que el documental anticipó parte de lo que hoy se vive: “Predijimos que nos iban a querer correr del centro del debate y que hay que resistir ante esa presión, ¿cómo? con memoria, con educación y con acceso al arte". ilegal foto.jpg En este sentido, con el estreno en plataformas alrededor de Latinoamérica, la expectativa de las realizadoras es que la película circule y genere conversación, incluso con quienes no acuerdan. “Para mí es muy valioso que lo vea alguien que no está de acuerdo, alguien que quiera criticarlo, me parece más importante que visibilizar”, aseguró Andreotti. Y agregó: “Queremos que se vea, que se hable, que si alguien alguna vez no sabe cómo acceder, alguien pueda recomendar el documental, que se corra la voz, que lo pasen a las escuelas, en las universidades. Que se mueva es lo que siempre quisimos y lo único que hemos querido desde que nos metimos en este proyecto”. En este sentido, Andreotti, que actualmente vive en México, remarcó la importancia de que la película dialogue con otras realidades latinoamericanas: “Acá está empezando a pasar lo que en Argentina ya sucedía en 2015. Para mí es muy emocionante ver cómo la gente acá conecta tanto con el tema”. >>Leer más: La Facultad de Psicología de la UNR inaugura una muestra documental en homenaje a su fundadora
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