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Concepcion del Uruguay » Miercoles Digital
Fecha: 04/06/2025 07:54
Ni Una Menos cumplió una década de grandes transformaciones, pero también de fuertes retrocesos con un gobierno neoliberal que insiste en negar la violencia de género, mientras en la Argentina hay un femicidio cada 31 horas. Al igual que en 2015, Plaza Ramírez fue el lugar de encuentro para una convocatoria que, aunque sin la masividad de los primeros años, remarca la importancia de la unión de todas las luchas sociales que tienen lugar en la actualidad. Texto y fotos: CLARA CHAUVÍN de EL MIÉRCOLES ¿Cómo seguir luchando cuando el cansancio es tanto? Pareciera ser una pregunta que ronda en las cabezas de quienes dijeron "presente" en un nuevo 3 de junio, cumpliendo la primera década de una frase que se convirtió en lema de lucha contra la violencia machista. Ni Una Menos abrió la puerta a una nueva ola en la historia de los feminismos de Argentina y Latinoamérica, una herencia directa de décadas de Encuentros Nacionales de Mujeres. En 2015 se demostró que hablar de violencia de género no se podía seguir silenciando, los crímenes pasionales eran femicidios y por esa razón es que la declaración fue punzante: el Estado es responsable. El femicidio de Chiara Páez de 14 años, asesinada por su novio el 9 de mayo de ese año en Santa Fe, fue la gota que rebalsó de tanta realidad poblada de mujeres asesinadas por motivos de género. De acuerdo a datos del Observatorio “Ahora que sí nos ven”, en estos diez años se perpetraron 2827 crímenes por violencia machista. En lo que va del 2025, ya se contabilizaron más de 90 femicidios. Lo que representa un aumento significativo en relación a los 78 casos relevados para el mismo período del 2024. A estos casos se suman 143 intentos de femicidios, el número más alto desde 2021. El crimen más reciente ocurrió en nuestra provincia, en la localidad de Victoria, en la madrugada del pasado 13 de mayo cuando Soledad Andino, de 41 años, fue asesinada mientras dormía por Juan Albornoz, su ex pareja, a quien había denunciado con anterioridad. Está década fue vertiginosa y de grandes transformaciones, pero también de fuertes retrocesos que invita a tener que seguir repensando los feminismos y sus desafíos futuros. Milagros Basgall de la Fundación Micaela manifestó: “Seguimos estando, nos seguimos encontrando. Por un lado me siento angustiada porque Micaela García estuvo en ese 2015; la recordaba mucho y pienso que estaría muy enojada con este contexto político. Pero hoy tratando de ponerle el cuerpo a la lucha, como siempre, y que esas leyes que logramos no sean negociadas por los ideales de turno. Estos diez años tienen que ser de revisión, no para criticar lo malo sino para ver lo bueno que hemos hecho y lo que podemos mejorar. Lamentablemente, creo que nos adaptamos a lógicas propias del patriarcado y de esta cultura de lo inmediato, lo poco profundo, las cosas que se desvanecen como los reels de redes sociales. Fuimos muy rápido en ese 2015, la lucha fue de golpe y deberíamos ahora darle lugar a los procesos. Muchas que nos acompañaban, quizás hoy están sumergidas de nuevo en violencias que no ven, que naturalizan. Son cambios culturales y llevan tiempo, necesitamos ser más pacientes con las compañeras. El enojo está hacia afuera del colectivo, no hacia adentro”. Esta primera década se cumple con cansancio pero con las convicciones firmes, aun en tiempos de una cada vez mayor precarización de la vida que afecta, principalmente, a mujeres y disidencias. La unión de los feminismos con la multiplicidad de las luchas sociales que hoy tienen lugar frente a las políticas de crueldad, fue uno de los aspectos más remarcados. “Para nosotras es siempre momento de celebración encontrarnos en las calles en esta jornada de lucha”, afirmó Gimena García, de la Agrupación Carlos Fuentealba. “Este 3 de junio nos encuentra en un contexto político y social muy preocupante, con un gobierno neoliberal facista que ha puesto a las mujeres y al conjunto de la población trabajadora en el eje de la tormenta. En estos diez años hemos logrado avanzar muchísimo en materia de derechos, pero hoy esas conquistas son atacadas por el gobierno nacional. Este Ni Una Menos se da en un momento especial en el que nos unimos a otras luchas las cuales también son encabezadas por mujeres: las médicas, las enfermeras del Garrahan, las investigadoras del CONICET, las jubiladas y jubilados”. agregó. El movimiento Ni Una Menos recorrió el país, las instituciones, las comunidades, y puso a los feminismos a ser parte de la dimensión política. Pero con esta expansión también llegó su contraofensiva de ultraderecha neoliberal dispuesta a arrasar con cualquier avance en materia de derechos humanos y hasta negar la violencia de género, tal como lo hace el actual gobierno nacional de Javier Milei que de un plumazo se encargó de desmantelar todas las políticas de género que costaron años de construcción. En ese sentido, Marcela Huck de Poder Popular dijo: “Estamos en un momento muy difícil. Pareciera que todos los derechos que hemos logrado con tanto esfuerzo, con tantas compañeras que ya no están con nosotras, están en retroceso. Lo que hemos conseguido lo tenemos que seguir reivindicando, es urgente que todas las luchas se unan, con las diversidades, con les jubilades, con las organizaciones sociales, con personas autoconvocadas, con niñeces y adolescencias. Necesitamos unirnos porque estos ataques van sobre nuestros derechos, sobre nuestros sueldos. Es necesario que nos unamos y nos cuestionemos también este sistema que nos oprime y nos destruye, este neoliberalismo que avanza sobre nuestras propias vidas”. Esta nota es posible gracias al aporte de nuestros lectores Sumate a la comunidad El Miércoles mediante un aporte económico mensual para que podamos seguir haciendo periodismo libre, cooperativo, sin condicionantes y autogestivo. Deja tu comentario comentarios
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