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  • Isabel María Mesa, limpiadora: «La manera de subsistir es tirarse a la calle»

    » Diario Cordoba

    Fecha: 04/06/2025 05:46

    Isabel María Mesa, limpiadora, y Beatriz (nombre ficticio), trabajadora de un comercio, están contratadas a 20 horas semanales y coinciden en destacar sus dificultades para llegar a fin de mes. Otras compañeras se encuentran en situaciones similares y aluden al «miedo a perder lo poco que tienes» e incluso al temor al despido si se exige más a la empresa. De esta forma, la primera afirma que esta situación es «complicadísima». Trabaja desde hace 25 años en una empresa a 20 horas semanales, aunque le gustaría aumentar su jornada y por ahora no lo ha logrado. Su sueldo ronda los 550 euros mensuales y explica que «la manera de subsistir es tirarse a la calle, estamos continuamente buscándonos la vida». En estos momentos, detalla, se está negociando el convenio de la limpieza en Córdoba, donde «tenemos los salarios base más precarios de las ocho provincias andaluzas». Así, precisa que su sueldo base es de 835 euros y «la gente no llega a final de mes». Entre otras cuestiones, comenta que las empresas grandes suelen incluir los diferentes pluses y conceptos dentro del salario, y alcanzan el salario mínimo interprofesional, pero hay empresas pequeñas que «se acogen al convenio y pagan por debajo del SMI». Comercio Por su parte, Beatriz trabaja en una tienda de ropa. Cuando llegan campañas como la de Navidad, su jornada se incrementa de 20 a 40 horas semanales, también cobra los domingos y esto supone «una inyección económica», pero en otras épocas del año «resulta complicado llegar a final de mes», admite. A esta situación se añaden los incentivos, por lo que nunca sabe cuánto va a cobrar. Por ahora, no tiene hijos, pero desea ser madre «y agobia un poco el tema», reconoce, ya que desarrolla la mayor parte de su jornada por la tarde. Asimismo, recuerda que ha comprado una vivienda con su marido y «para mi fue un suplicio, porque no me daban la hipoteca. Él es funcionario y mi aportación económica no ha contado a la hora de pedir el préstamo», lamenta. En estos momentos, no se siente realizada, porque no trabaja en el sector para el que se formó, y entiende que «las tiendas están bien, pero tienen un periodo de caducidad», por lo que baraja cambiar de actividad. Suscríbete para seguir leyendo

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