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» Elterritorio
Fecha: 04/06/2025 02:40
Agustín Guaglianone se quedó con la Copa El Territorio de golf marcando un nuevo inicio en el cuadro de honor . “De a poco voy cayendo, este deporte es mi cable a tierra”, confesó el posadeño de 41 años miércoles 04 de junio de 2025 | 1:00hs. “Es un torneo de los más históricos y lo valoro mucho”, remarcó el exjugador de rugby de Centro de Cazadores. Foto: Marcelo Rodríguez Agustín Guaglianone (41) levantó una Copa El Territorio de golf que quedará impresa en las hojas doradas por tratarse de la edición centenario del diario y sobre todo por el factor sorpresa que marcó un cuadro de playoffs atípico, sin confirmaciones y desbordado de batacazos. El posadeño ingresó con pocas expectativas y lo vivió día a día sin proyectar más allá de su próximo match. Esa estrategia le permitió mantenerse entero hasta el final, logrando uno de los trofeos más anhelados dentro del calendario. Agustín nació en Buenos Aires y llegó a Misiones a los cinco años de edad junto a su familia. Con mamá Isabel y papá Héctor, los cuatro hermanos Guaglianone se enfocaron en perseguir sus objetivos desde temprana edad. Así, el nuevo monarca apostó por el deporte. “Al principio jugaba al fútbol, de defensor. Tuve la oportunidad de probar en varios clubes como Colón de Santa Fe y también en Boca y River. Un día, con 16 años, jugando para Luz y Fuerza de Posadas me pegaron un codazo que me valió la expulsión después de decirle unas cuantas cosas al árbitro -entre risas-. Desde ahí nunca más volví a jugar”, abrió la charla. “Además, a esa edad pensaba que tenía que estar en Buenos Aires intentando llegar a primera división, era mi punto de vista. Después de eso me tiré para el lado del rugby, sin antes pasar por judo y tenis”. “Finalmente con el rugby, jugando para Centro de Cazadores, debuté a los 17 años y no paré hasta alcanzar la convocatoria a la selección misionera”. “A los 34 años dejé a un lado este deporte por una lesión lumbar importante, aunque en realidad las responsabilidades laborales hicieron el resto porque se interponían los horarios y mi cuerpo pedía que pare. Me fui ganando el ascenso al Regional, hasta con un try”, recordó el ex wing apodado Puré en el ambiente de la ovalada, una de las tantas figuras de aquel Centro. Llegó el momento de enfocarse a la familia, a su pareja Ana y más adelante a su hijo Genaro -hoy con tres años de edad-. Fue en ese contexto que Guaglianone se encontró con el golf. “Llegamos al Tacurú porque Ana vino a acompañarle a mi suegro en uno de sus recorridos como golfista. A ella le gustó y también empezó a entrenar. Así, un mes después, me convencieron para pegarle a la pelotita a pesar de que estaba reacio a practicar en el Tacurú, el rival de toda la vida de Centro”, afirmó con una sonrisa cómplice. “Justo era en tiempos de pandemia y no había deportes para realizar a la vista. Así empecé a pegarle y hoy se convirtió en un vicio sano”. “Salir a caminar por el campo al aire libre, viendo el verde y sin importar la lluvia es único. Me genera paz, soy yo contra nadie más. Siempre hice deportes grupales y esto es otra cosa, jugando te olvidas de todo”. “Te toca competir contra vos mismo constantemente. Hoy podés ser perfecto y mañana sos un desastre, todo está en la cabeza”, analizó Agustín. Prácticas ‘online’ Guaglianone es licenciado en relaciones internacionales y sus trabajos le consumen gran parte de su rutina, es por eso que juega al golf en el Tacurú un día a la semana. Este dato genera aún más mérito a su título. La dedicación es justa y necesaria; el resto se lo debe a los videos tutoriales. “Prácticamente no entreno y sólo vengo a jugar los sábados, generalmente en los torneos. Trato de ver videos tutoriales para corregir mis golpes, apuesto a los entrenamientos online buscando mejorar todo lo que pueda”. “Lo tomo al golf como un cable a tierra. En la semana me cuesta venir porque trato de ir al gimnasio, dedicarme a la familia que me banca porque sabe que me hace bien, eso lo valoro mucho”, agregó. Claves para ganar la Copa Agustín ganó la copa después de vencer en semifinal al candidato Unai Beitia y en la finalísima a Valentín Risso, todo en un mismo día y después de dos infinitas semanas. “Me anoté probando en la clasificación para después organizarse para jugar en la semana a medida que avanzaba de ronda. Para poder hacerlo me mantuve en buen ritmo, aprovechando mi hándicap de 20, aunque en dos encuentros tuve cero golpes que fue contra José Sánchez y Risso”, describió. “Ya en la final estaba cansado pero pude sacar los primeros hoyos y resistir con esa ventaja. Fui regular y mentalmente estuve calmo. Me sentí cómodo en los approach y sobre todo con el drive”. El logro también se debe a los consejos de sus caddies Gabriel ‘Tucky’ Fernández y Carlos Amarilla, dos hombres de vital importancia en el acompañamiento de los recorridos. “De a poco voy cayendo, es uno de los trofeos más importantes que tengo de golf junto al Federativo que salimos campeones el año pasado con el Tacurú”, dijo. “Ya había ganado el torneo Complementario de El Territorio el año pasado y la verdad que esto es algo que no me esperaba. Varios conocidos me escribieron y hasta en el trabajo me recibieron con un agasajo. Es un torneo de los más históricos y lo valoro mucho”. “Seguramente bajaré de hándicap pero ahora voy a tratar de perfeccionar mi juego como lo hago constantemente”, cerró la estrella del momento. Una estrella que brillará en el cuadro de honor hasta el año próximo.
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