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Parana » Informe Digital
Fecha: 04/06/2025 00:02
La diputada nacional Natalia De La Sota se posiciona como una figura clave en un panorama político donde escasean los candidatos atractivos, especialmente en el peronismo. La posible reaparición de Cristina Fernández de Kirchner en octubre obliga a “Hacemos por Córdoba” a definir su estrategia. De La Sota es, además de los opositores tradicionales, la única diputada cordobesa que votó en contra de todas las leyes propuestas por el presidente Javier Milei. ¿Eso la convierte en kirchnerista? Desde su entorno, lo niegan rotundamente: “No es ‘K’ y nunca lo fue; eso busca instalar el gobierno provincial”, afirma un dirigente con peso en el conurbano bonaerense. “Ella es De La Sota”, enfatiza. En este contexto, la diputada podría convertirse en un factor bisagra: sumar los votos necesarios para reforzar al kirchnerismo o marcar el declive del cordobesismo, según la dirección que elija. “Dame los nombres de los candidatos y en dos minutos los desarmo”, comenta una voz que circula en los pasillos del poder provincial, reflejando la falta de figuras con peso en el peronismo cordobés. Mientras tanto, todos esperan una definición sobre una posible alianza entre los remanentes de Juntos por el Cambio y La Libertad Avanza. Aunque Milei mantiene un núcleo duro de apoyo cercano al 30%, hay un amplio electorado aún desencantado, y el resto del escenario político permanece incierto. En uno de los últimos streamings de El Doce, la diputada Gabriela Estévez se mostró reticente ante la posibilidad de que De La Sota lidere la lista kirchnerista cordobesa: “Creo que hay coincidencias, sobre todo en relación al rol del Estado. Los peronistas debemos comenzar a pensar en conjunto. Son debates que debemos dar entre compañeros”, insinuó, como el gesto más cercano a un apoyo. ¿Qué sucede si se postula con un partido propio? “Es un gran esfuerzo, aunque te aseguro que alcanza lo mínimo para entrar“, señala un consultor político. “Para ingresar y generar impacto a su alrededor, ya que resta votos por todos lados; el asunto es con quiénes completa la lista, si sin massistas o peronistas muy descontentos”. Funcionarios sin tracción Según la última encuesta de Gastón Toro, Natalia De La Sota presenta un 43,4% de desconocimiento, pero una imagen positiva cercana al 14%, cifras notablemente superiores a las de la mayoría de los diputados, tanto libertarios como peronistas. En el búnker justicialista, las expectativas están centradas en Juan Schiaretti. “Si Juan se postula, luego veremos cómo completamos la lista; eso es secundario”, manifiestan. Martín Llaryora presiona desde todos los frentes para que eso ocurra. Alínea a toda la tropa, tanto propia como del cordobesismo. Si no lo consigue, deberá utilizar la lapicera para depurar nombres. Los intendentes aún discuten su participación. Algunos se integrarían a las listas desde el quinto o sexto lugar. Sin embargo, varios expresan su desconfianza hacia los principales despachos del Panal: “Jugar por (Manuel) Calvo o (Miguel) Siciliano es involucrarse en la campaña de la capital, no de la provincia”. La lectura es clara: consideran que “Hacemos” está más centrado en posicionar al próximo candidato a intendente de Córdoba que en proteger bancas en el Congreso. El factor Cristina El eventual regreso de Cristina Fernández al centro de la escena reordena todo el tablero. La polarización es inminente. “La ancha avenida del medio puede convertirse en un pasaje si no definimos bien”, advierten desde el peronismo. La reciente disputa por las tasas del Banco Nación y su impacto en los municipios generó alineamientos insospechados. “¿Tillard es cordobés o para quién juega?”, se cuestionan algunos. Esa movida reavivó a los intendentes, que ven nacer un nuevo “municipalismo”. No son pocos los que destacan las coincidencias entre Damián Bernarte (San Francisco), Juan Manuel Llamosas o Guillermo De Rivas (Río Cuarto), y el radical Marcos Ferrer (Río Tercero). En ese clima de alianzas híbridas, De La Sota adquiere una relevancia especial: es la única capaz de confrontar a Milei desde un discurso peronista tradicional. La pregunta clave ya resuena en voz alta: “¿Quién no la quiere en la lista, Schiaretti o Llaryora?”. La respuesta definirá gran parte del mapa político cordobés en las próximas semanas.
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