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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 03/06/2025 22:50
Miguel Russo inició su tercer ciclo como entrenador de Boca Juniors La planificación de la pretemporada de Boca Juniors experimentó una transformación significativa en la antesala del Mundial de Clubes. A partir de la llegada de Miguel Ángel Russo como DT en su tercer ciclo en el club, se implementaron jornadas de doble turno y un enfoque renovado tanto en el aspecto físico como en el mental del plantel. El experimentado entrenador detectó la necesidad de un cambio profundo en la dinámica del equipo tras su llegada al predio de Ezeiza, donde encontró a los jugadores afectados por un semestre complicado y con un rendimiento por debajo de lo esperado. El regreso de Russo al club se produce en un contexto de crisis futbolística. El propio técnico reconoció que la situación actual exige medidas urgentes y un trabajo intenso para revertir el presente. Desde su primer día, el entrenador comenzó a dejar su impronta, priorizando la recuperación física y mental del grupo. El cuerpo técnico modificó el esquema de entrenamientos, estableciendo sesiones dobles los martes y jueves, con la posibilidad de extender esta modalidad en los días siguientes, dependiendo de la evolución del plantel. La urgencia por mejorar el estado físico responde a la proximidad del viaje a Miami, programado para el domingo 8 de junio, donde el equipo se instalará antes de su debut en el torneo internacional frente a Benfica el 16 de junio. Tampoco se descarta que los jugadores deban trabajar incluso el fin de semana previo al vuelo, ya que el tiempo disponible para la puesta a punto es limitado. El diagnóstico inicial de Russo incluyó la observación de un plantel disminuido tanto en lo físico como en lo futbolístico. Por este motivo, el entrenador dispuso que la jornada del martes fuera de trabajo completo, con el objetivo de optimizar el estado de varios futbolistas y acelerar la recuperación de quienes aún se entrenan de manera diferenciada. Entre los jugadores que continúan con trabajos específicos se encuentran Edinson Cavani, Rodrigo Battaglia, Carlos Palacios y Milton Giménez. El aspecto mental también ocupa un lugar central en la estrategia de Russo. Tras seis meses marcados por la inestabilidad, el entrenador percibió la necesidad de fortalecer la confianza y la concentración del grupo. Por ello el técnico organizó múltiples charlas individuales y grupales, buscando provocar un “clic” en la mentalidad de los jugadores y propiciar un cambio de actitud que se refleje en el rendimiento colectivo. El club difundió imágenes y contenidos desde el predio, mostrando la interacción directa de Russo con sus dirigidos y el énfasis puesto en la reconstrucción del ánimo del plantel. La preparación no concluirá con la llegada a Estados Unidos. Una vez instalados en la Barry University de Miami, el plantel continuará con la puesta a punto, enfocándose en la adaptación al clima, la consolidación del grupo y la preparación táctica para el debut ante el conjunto portugués. El cuerpo técnico pretende aprovechar cada jornada para mejorar la química interna y el estado físico, con la meta de llegar en las mejores condiciones posibles al inicio del torneo. En cuanto a la conformación del equipo, Russo aún espera la llegada de refuerzos, aunque la prioridad inmediata es alcanzar un nivel físico que permita competir en igualdad de condiciones en el plano internacional. El entrenador considera que, más allá de las carencias en algunos puestos específicos, la base del éxito radica en la fortaleza física y mental del grupo, tal como lo demostraron sus equipos anteriores. El lema de “volver a casa”, utilizado por Boca Juniors y por Juan Román Riquelme para recibir a Russo, resume el espíritu con el que el entrenador afronta este nuevo desafío. La dirigencia y el cuerpo técnico coinciden en la necesidad de ordenar el vestuario y recuperar la identidad competitiva del club, en un momento en el que la exigencia es máxima y el margen de error, mínimo. La intensidad de los primeros días de trabajo bajo la conducción de Russo es palpable. También la expectativa generada en torno a la preparación para el Mundial de Clubes. El plantel de Boca Juniors se encuentra inmerso en una etapa de transición, con la mirada puesta en el debut ante Benfica y la esperanza de que el cambio de rumbo impulsado por el nuevo cuerpo técnico se traduzca en resultados positivos en el corto plazo.
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