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» Primerochaco
Fecha: 03/06/2025 21:32
El subsecretario de Tránsito de Resistencia analizó el estado actual del tránsito, los avances logrados, los desafíos pendientes y la necesidad de un cambio cultural en la movilidad urbana. Resistencia – En una ciudad con más de medio millón de habitantes y un parque automotor que crece año tras año, el tránsito se ha convertido en uno de los principales desafíos para cualquier gestión municipal. En ese contexto, el subsecretario de Tránsito de la ciudad de Resistencia, Darío Sardi, trazó un balance sobre lo hecho en el área durante la actual gestión de Roy Nikisch y reflexionó sobre el estado de situación, los conflictos más urgentes y las señales de mejora que empiezan a notarse. Con más de dos décadas de trayectoria como trabajador de carrera en el municipio, Sardi no duda en reconocer que «durante mucho tiempo naturalizamos la contravención», pero asegura que se empieza a ver un cambio cultural. “Resistencia ha tenido un avance importante en materia de tránsito. Y no es sólo por decisiones municipales, sino también por acciones provinciales. Lo más importante es que se empieza a notar un cambio de conducta. La gente empieza a valorar el orden y deja de naturalizar las infracciones”, afirmó durante una entrevista radial. Según el funcionario, el tránsito no puede abordarse únicamente desde la óptica punitiva. “Necesitamos conciencia social. Durante años, se instaló la idea de que manejar es simplemente tener un vehículo y circular. Pero en realidad, implica responsabilidad, empatía y cuidado hacia los demás”, sostuvo. Y añadió con firmeza: “Los siniestros viales se llevan más vidas que muchas enfermedades. En pandemia nos cuidábamos de todo, pero hoy no generamos el mismo nivel de alerta por los accidentes de tránsito, y eso es algo que debemos cambiar”. Calles rotas, baches históricos y reclamos: una herencia compleja Sardi no elude el diagnóstico crítico sobre el estado de las calles en la capital chaqueña. “Recibimos una ciudad detonada, donde el pavimento estaba destruido en múltiples avenidas”, recordó. Pero también destacó los avances en materia de repavimentación. “Hoy es un placer transitar por avenidas como 25 de Mayo, 9 de Julio, Borrini o Alberdi. Estamos haciendo un esfuerzo enorme por mejorar la infraestructura vial”, afirmó. En ese sentido, el funcionario remarcó que la actual gestión ha recibido una gran cantidad de reclamos administrativos por daños a vehículos a raíz del estado de las calles. “Tenemos casos de motos que cayeron en juntas abiertas, autos que rompieron cubiertas o llantas por baches profundos. Incluso hubo situaciones insólitas, como una persona que fue chocada por un caballo en una avenida y reclamó al municipio por los daños”, relató. Además, confirmó que se está trabajando articuladamente con la Guardia Comunitaria para erradicar la tracción a sangre, una problemática persistente en muchos barrios periféricos que compromete la seguridad vial y el bienestar animal. Motos por miles: el vehículo más elegido… y más peligroso Uno de los ejes más complejos que enfrenta la gestión de tránsito en Resistencia es la enorme cantidad de motocicletas en circulación. “Estimamos que sólo en el área metropolitana hay entre 220.000 y 250.000 motos. Es el medio de transporte más elegido por economía, pero también el más inseguro”, advirtió Sardi. La alta circulación de motos, muchas veces sin casco, sin patente o con más de dos ocupantes, es uno de los principales factores de siniestralidad en la ciudad. “Queremos que la gente use la moto, pero de manera responsable. Que lleven casco, que tengan los papeles al día y que respeten las normas”, señaló. El caos escolar y el centro saturado: puntos críticos del desorden Otro punto conflictivo que identificó el subsecretario de Tránsito tiene que ver con el ingreso y egreso escolar. “Los colegios que están dentro del segundo anillo de avenidas son un caos todos los días, sobre todo en las horas pico. Hay doble fila, estacionamiento en ochavas, colectivos que no pueden circular y situaciones que ponen en riesgo a los propios chicos”, explicó. Para enfrentar esta problemática, desde el municipio se implementaron zonas de exclusión para el estacionamiento, incluso transitorio, en calles clave como Mitre al 100 y 200. “Sabemos que puede generar molestias, pero necesitamos ordenar y garantizar la seguridad en esos espacios”, dijo. En cuanto al microcentro, Sardi reconoció que el nivel de saturación es alto y que aún falta mucho por hacer. “Resistencia y su área metropolitana concentran casi el 50% de la población del Chaco. Todos queremos entrar al centro, y la infraestructura no da abasto. Estamos trabajando en propuestas para descentralizar servicios y ordenar la circulación”, indicó. “La autoridad se está recuperando”: señales de cambio Sardi también valoró el rol de los agentes de tránsito, que durante años fueron blanco de agresiones y falta de respeto. “En algún momento, la figura del inspector perdió legitimidad. Era común que se lo escupiera o insultara. Hoy eso cambió. La gente empieza a respetar otra vez”, aseguró. Destacó además el trabajo coordinado con la policía provincial y el fortalecimiento de la educación vial en escuelas y en medios de comunicación. “Cada intervención genera resistencia porque todos vivimos apurados, pero de a poco se empieza a comprender que el orden beneficia a todos”. Un cambio que no será de un día para otro Consciente de que los problemas del tránsito no se resuelven con una sola medida, Sardi insistió en que el camino hacia una ciudad más ordenada requiere constancia, inversión y compromiso ciudadano. “No hay soluciones mágicas. Venimos de décadas de desorden, y eso no se cambia de un día para otro. Pero estamos sentando las bases de una nueva cultura vial, donde manejar con responsabilidad sea la regla, y no la excepción”, concluyó.
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