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» ActualidadChaco
Fecha: 03/06/2025 12:12
Sociedad Crece la preocupación de Gobernadores por los recursos: la recaudación no repunta y afecta previsiones presupuestarias Mientras las administraciones provinciales enfrentan un escenario complejo que no estaba previsto - en esta magnitud - a inicios de año, el optimismo oficial se diluye mientras la recaudación vinculada al consumo continúa sin una recuperación firme. 'De sostenerse las tendencias actuales, las transferencias automáticas podrían caer hasta 4% en términos reales durante 2025. Esta situación agravaría el escenario ya observado en 2024 (-10% anual real)', señala un informe de la Consultora Politikón. La preocupación de los gobernadores respecto a los recursos nacionales se puede resumir en tres conceptos centrales: Optimismo diluido. En 2024, los recursos automáticos de origen nacional a provincias (coparticipación y otras leyes especiales de reparto automático) registraron una caída real del -10%. Para 2025, las estimaciones iniciales eran optimistas: se esperaba una recuperación significativa de la actividad económica que impulsara la recaudación y, con ello, permitiera recomponer márgenes fiscales y fortalecer la gestión presupuestaria subnacional. Sin embargo, ese optimismo se fue diluyendo con el correr de los meses, ante una recaudación que no mostró el repunte necesario para recomponer de forma sostenida los recursos distribuidos a las provincias Recaudación vinculada al consumo sin recuperación firme. El IVA, principal fuente de recursos dentro de la masa coparticipable, exhibió un desempeño errático: creció en los primeros tres meses del año (impulsado en parte por una baja base comparativa) pero cayó en abril y mayo, y se ubicó por debajo de las expectativas previas. En el acumulado enero-mayo, el tributo apenas se recuperó un 1,1% real frente al mismo período de 2024, lo que representa un rebote mucho más débil de lo anticipado. Ganancias cae más de lo previsto e Internos no logran repunte. En el caso del impuesto a las Ganancias (el segundo en importancia dentro del reparto federal), si bien en los primeros meses del año mostró cierta mejora, en mayo registró una caída mayor a la esperada, lo que arrastró al tributo a cerrar el período con una variación acumulada negativa del -2,0%. Por su parte, los Impuestos Internos (muchos muy ligados al consumo) muestran una baja del -0,7%. Solo el conjunto “Otros Coparticipados” registra una suba (+24,1%), pero representan menos del 1% del total distribuido, por lo que su impacto es marginal. En suma, los cuatro drivers centrales de la coparticipación (IVA, Ganancias, Internos y Otros Coparticipados) no logran mostrar una recuperación consolidada: todos, salvo el último, se encuentran por debajo de los niveles de 2023 en términos reales. ¿Qué pasó entonces con la Coparticipación en los primeros cinco meses del año? El saldo acumulado muestra una variación real levemente negativa (-0,1%). Aunque el número parezca marginal, genera preocupación por dos razones: primero, porque se esperaba una variación positiva más robusta; y segundo, porque debilita las proyecciones para los meses siguientes. A este análisis debe sumarse el desempeño de los otros componentes de las transferencias automáticas (que complementan a la coparticipación): Leyes y Regímenes Especiales, y la Compensación del Consenso Fiscal. Ambos muestran variaciones acumuladas positivas en lo que va del año: +28,7% para Leyes Especiales (impulsado por el impuesto a los Combustibles y el Monotributo), y +93,5% para la Compensación del Consenso Fiscal (producto de la actualización de los montos a distribuir). Estos dos componentes, al crecer con fuerza, lograron modificar el desempeño total de las transferencias automáticas: al consolidar los tres bloques (Coparticipación, Leyes Especiales y Compensación), el total acumulado enero-mayo 2025 muestra una suba real del +2,7%. Sin embargo, dado que Leyes Especiales y Compensación explican apenas el 7% del total de las transferencias automáticas, si desaceleran su crecimiento y la coparticipación no repunta, el consolidado podría ingresar en terreno negativo en los próximos meses. Otra forma de dimensionar esta dinámica es compararla con los años previos. Respecto a 2024, las transferencias automáticas totales crecen un 2,7%, impulsadas por los componentes complementarios a la coparticipación neta. Pero en comparación con 2023, se observa una caída real del -6,9%, lo que indica que aún no se ha consolidado un proceso genuino de recuperación de recursos para las provincias. Así, las provincias enfrentan un escenario complejo que no estaba previsto (en esta magnitud) a inicios de año: los principales tributos coparticipables no logran repuntar con la fuerza esperada, y los recursos que sí crecen (como los provenientes de Leyes Especiales o la Compensación del Consenso Fiscal), si bien cobran relevancia, tienen un peso demasiado bajo como para sostener estructuralmente una tendencia al alza. La recuperación de los ingresos automáticos sigue pendiente, y con ella, la capacidad de las provincias para ejecutar políticas públicas sin tensionar aún más sus finanzas. ¿De dónde viene esta preocupación? Como se dijo antes, se trata de proyecciones alteradas respecto al inicio de año, producto de un dinamismo de la recaudación inferior al previsto. De sostenerse las tendencias actuales, las transferencias automáticas podrían caer hasta 4% en términos reales durante 2025. Esta situación agravaría el escenario ya observado en 2024 (-10% anual real). Coyuntura Fiscal 02062025 En el 2024, las transferencias automáticas de origen nacional representaron el 45,5% de los ingresos totales de las jurisdicciones subnacionales y se eleva al 49,8% para el conjunto de las provincias (es decir, excluyendo CABA). Más allá del dato global, las realidades por distritos son variadas: provincias como La Rioja, Formosa y Catamarca tienen una dependencia superior al 80% de transferencias automáticas sobre el total de sus ingresos, y en otras doce provincias representan más del 50%. Este cuadro no solo pone en alerta a las administraciones provinciales por su impacto inmediato en las finanzas públicas, sino que también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de los presupuestos subnacionales en el mediano plazo. La elevada dependencia de las transferencias automáticas deja a muchas jurisdicciones expuestas a los vaivenes de la recaudación nacional y a decisiones de política tributaria que no controlan, pero que las afectan directamente. En ese marco, la falta de recuperación genuina de la coparticipación vuelve a instalar una tensión interjurisdiccional latente, donde los gobernadores reclaman previsibilidad y resguardo fiscal, mientras el gobierno nacional busca preservar sus propios equilibrios. Fuente:Politikón Chaco
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