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Parana » Ahora
Fecha: 03/06/2025 12:03
Nunca quise usar el pelo corto Mi abuelo decía las mujeres esto y aquello, mi padre acusaba a cualquiera de ligera, algunos varones estaban seguros de conocerlas sin saber más que el nombre. Sin embargo en mi casa las mujeres usaban su pelo suelto, algunas veces ondulados, otras se lo oscurecían o lo aclaraban más que la nieve antes de ser nieve, lo limpiaban con yemas de huevos y sacaban brillos con miel. Las abejas libaban sus fauces entre ellas. Las nucas al aire y los huesos más finos al descubierto como un collar dentro del cuerpo. A las mujeres de mi casa se le podía ver la silueta de las vértebras dibujando un camino empinado hacia las mentes que refulgían en ideas, frases geniales, análisis irrecuperables. Las palabras más lindas se soltaban como gotas y caían desde esos cueros cabelludos limpios. El pelo se podaba con la luna y crecía con ella o menguaba, el universo se ampliaba desde esas cabezas, los broches adornaban el cielo. Si hubiesen sido chalas de maiz, con las puntas sueltas de esas cabelleras, un dios hubiera bebido el té para sostener poderoso en su atlas la cabeza del mundo. Quizás por eso nunca quise usar el pelo corto, para guardar partes de esas otras mujeres, de sus riendas, de sus clinas desbocadas al sol, de sus relinchos atrapados en un alambre. Mujeres o yeguas. Cuero o piel. Siempre el pelo hecho un viento entre nosotras.
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