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» Diario Cordoba
Fecha: 02/06/2025 18:52
Pedro Sánchez ha aprovechado la efeméride del séptimo aniversario de su llegada a La Moncloa para reivindicar los hitos de su agenda progresista, tanto a nivel material como de derechos sociales, contraponerla a la herencia de “recortes” del anterior ejecutivo “neoliberal” y prometer “más avances”. "El 1 de junio de 2018 marca un antes y un después en la apuesta por reforzar el Estado del bienestar tras años de recortes", defendió para anticipar "nuevas prestaciones", como la ayuda de 100 euros para la adquisición de gafas o lentillas a los menores de 16 años. Sin mencionar el cerco al Gobierno por la tormenta judicial con casos que afectan a su entorno, ni tampoco el caso Leire Díez por los audios contra la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que lleva ocho días centrando la agenda política, Sánchez sí ha dejado un mensaje con doble sentido. El de que su Ejecutivo no habría dejado de avanzar “pese a las adversidades”. Durante la inauguración del nuevo Hospital Universitario de Melilla este mediodía, el jefe del Ejecutivo ha pedido “mirar hacia atrás” por estos siete años “de progreso y cohesión social” para “tomar conciencia, pero sobre todo para tomar impulso”. Una arenga que lanza un aviso hacia fuera sobre su ánimo de resistir e intensificar su hoja de ruta, ante la subida de tono por parte de la oposición, con una manifestación convocada este domingo bajo el lema “mafia o democracia”, pero también en clave interna. El ánimo en las filas socialistas no pasa por sus mejores momentos cuando se encarrila el ecuador de la legislatura, y sobre el que ha hecho especialmente mella la tardía reacción y las dudas frente al caso de la “militante” Leire Díez, quien habría ofrecido beneficios judiciales al empresario Alejandro Hamlyn a cambio de material comprometedor contra el teniente coronel Antonio Balas, responsable de investigaciones que afectan al entorno del Gobierno. La toma de medidas respecto a la afiliada llego tres días después de que se difundiesen los audios y entre presiones de varios líderes territoriales. Frente a todo ello, el jefe del Ejecutivo intenta recuperar el control de la agenda y poner el foco en las medidas adoptadas por el Ejecutivo de coalición. En esta línea, ha puesto como ejemplo que el hospital que inauguró esta mañana en la ciudad autónoma de Melilla junto a la ministra de Sanidad, Mónica García, acumuló años de retrasos por los “recortes” y, especialmente, “el tijeretazo al gasto sanitario” del Ejecutivo de Mariano Rajoy tras la crisis financiera. "En la España de hoy, los compromisos se cumplen", zanjó. Como viene haciendo durante las últimas semanas, el jefe del Ejecutivo también ha recalado en su agenda internacional. Un puerto de refugio ante las polémicas que lo acechan. De este modo, no dejó de referirse a la situación por la invasión de Gaza por parte de Israel y el bloqueo a la ayuda humanitaria, que calificó de “barbarie”. Parafraseando al papa León XIV, exigió a Israel que pare sus ataques “por humanidad, decencia y justicia”. Retomar la iniciativa Sin el presidente del Gobierno ha optado por no pronunciarse ante un asunto que está centrando toda la agenda política, varios ministros han salido al paso con el recurso al ‘y tú más’ contra el PP. Deslizando que la reacción es una cortina de humo para tapar el procesamiento de la pareja de Isabel Díaz Ayuso por delitos de fraude fiscal y corrupción en los negocios. También alimentando unos mensajes de un agente de la UCO, ahora contratado por la Comunidad de Madrid, en los que amenazaría con poner una “bomba lapa” al presidente del Gobierno. Una información sobre la que 'La Sexta' rectificó posteriormente. En Moncloa reconocen su preocupación por el hecho de que el debate se aleje de la política real y se centre “en mentiras para crispar y generar sensaciones falsas que no responden a nada”. Mientras tanto, Sánchez trata de enfocarse en la agenda del Gobierno para intentar recuperar la iniciativa. La consigna en la sala de máquinas de Moncloa pasa por blindar a Sánchez y levantar un cortafuegos con Ferraz. Desde el Gobierno se precipitaron en un primer momento en descargar cualquier responsabilidad, actuación e, incluso, valoración, en el partido, el caso de Leire Díez. Si alguien tuvo contacto con ella, explicaban, sería Ferraz, pero en ningún caso el Gobierno. “Nada tiene que ver con el Gobierno”, respondían estos últimos días sobre esta militante, quien hasta principios de 2024 fue directora de Filatelia y Relaciones Institucionales de Correos.
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