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» Santafeactual
Fecha: 02/06/2025 14:46
Durante el fin de semana, se registraron altos niveles de alcohol en sangre en múltiples conductores. “Dos gramos de alcohol en sangre es un desastre total”, advirtió Carlos Torres. La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) detectó una alarmante cantidad de casos de alcoholemia positiva durante los controles del último fin de semana en rutas santafesinas. La mayoría de los resultados arrojaron valores muy elevados, incluso por encima de los dos gramos de alcohol en sangre. Carlos Torres, secretario de la Agencia Provincial de Seguridad Víal, advirtió en diálogo con la prensa que la situación es preocupante y representa un riesgo extremo: “Una persona con dos gramos de alcohol en sangre no se puede tener parada. Imagínese lo que significa al mando de un volante o conduciendo una moto”. Entre los casos más graves, se mencionaron resultados de 2,02 en Villa Ocampo, 1,93 en Ruta Provincial 1 y 2,17 en otro conductor. Torres explicó que los síntomas de este nivel de intoxicación incluyen pérdida de equilibrio, reflejos disminuidos y mala percepción de las distancias, lo cual convierte al conductor en un peligro para sí mismo y para terceros. “Para la conducción es un desastre total”, insistió. El funcionario remarcó que no se trató de controles a la salida de fiestas o eventos, sino que las detecciones se hicieron en distintos puntos de la provincia, en operativos aleatorios. “No queremos perseguir a la gente, pero a los que conducen alcoholizados los vamos a seguir bien de cerca”, aseguró. En ese sentido, anticipó que comenzarán a aplicar un sistema de alerta temprana: “Los reincidentes tendrán la licencia suspendida y deberán rendir exámenes, pagar multas y cumplir con evaluaciones psicofísicas para volver a manejar, si es que se les devuelve la licencia”. Respecto a la sanción inmediata, aclaró: “Se les retiene el auto y la licencia. Si hay un acompañante habilitado puede seguir el viaje, si no, se termina ahí”. También alertó sobre los casos en conductores profesionales. “Un transporte de carga, o peor aún, un colectivo con 40 personas, es una bomba si quien lo conduce ha tomado alcohol. Esa persona no debería manejar nunca más”. Fuente: SFA/R1
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