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» tn24
Fecha: 02/06/2025 14:16
La Justicia confirmó que el trágico hecho ocurrido en una vivienda de Florencio Varela fue un filicidio seguido de suicidio. La autora fue M.A.L., una ama de casa de 47 años, quien le disparó en la cabeza a su hijo de 6 años y luego se quitó la vida. El caso había generado conmoción y dudas iniciales sobre la responsabilidad del padre, pero las pruebas demostraron su inocencia. El episodio ocurrió el pasado viernes por la tarde en una casa ubicada en la calle Pehuajó al 2300. El esposo de la mujer, un tornero que trabaja en Munro, encontró la escena al regresar de su jornada laboral: la mujer ya estaba muerta y el niño agonizante. Ambos fallecieron pese a la intervención del SAME. En un primer momento, la diferencia horaria entre las muertes —la madre falleció cerca del mediodía y el niño seis horas más tarde— generó sospechas sobre el padre. Sin embargo, los registros de la tarjeta SUBE y el testimonio de su empleador, que confirmó su presencia en el trabajo desde las 7 hasta las 16, lo ubicaron fuera de la escena del crimen. Ambas pruebas fueron clave para despejar las dudas y centrar la responsabilidad en la mujer. Además, en el lugar se encontraron dos cartas dirigidas al esposo, donde la mujer explicaba su decisión y hacía referencia a problemas familiares. También se hallaron dos armas de fuego: un revólver calibre .22, con el que se habría producido el hecho, y un .38 Colt sin municiones. Según fuentes del caso, ella sufría depresión y tenía antecedentes de intentos de suicidio, agravados por el desgaste emocional que generaba el cuidado del niño, diagnosticado con autismo.
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