Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Ana Boulán: “El arte salva, y es amor que se da desde lo más profundo”

    » El Sur Diario

    Fecha: 02/06/2025 12:54

    Ana Boulán es una de esas artistas que no necesita presentación en el ámbito cultural de nuestra ciudad. Reconocida por su obra y por su compromiso social, Boulán vive el arte con una intensidad serena y auténtica. Ahora, ya jubilada de su tarea como docente, ha podido dedicarse con mayor libertad a la creación: “Es una cuestión de tiempo. Pude dedicarle más porción de tiempo a esta actividad que lleva tantos años en mi vida”, comparte. Lejos de los caminos de promoción agresiva, Ana optó siempre por un recorrido más íntimo: “Nunca fui demasiado audaz en esto de ir y golpear puertas... Siempre estuve así, románticamente esperando que me tocara el momento. Llegué a esta edad con lo que pude hacer con esa actitud, para poder seguir siendo auténtica”. Ese camino de autenticidad la llevó también a priorizar la libertad creativa por sobre la exigencia comercial: “Por ahí hay veces que no tengo ganas de ponerme a pintar y tengo ganas de hacer cerámica. Si vos tenés compromisos, no podés hacer lo que tenés ganas. Hay que cumplir. Yo elegí este camino más libre y autodeterminado”. El arte como acto de amor Boulán sostiene que el arte es mucho más que una técnica o una disciplina. Para ella, es una forma de dar amor: “Soy una convencida de que el arte salva. La persona que hace arte está dando amor. El músico, el que hace teatro, el que escribe. Todos”. Esa mirada amorosa también la convierte en una observadora crítica del rol del arte en la sociedad y de su lugar en la economía doméstica: “Hay gente que valora el arte y nos compra a todos. Y está la otra persona, como debe ser la mayoría, que está pensando cómo llega a fin de mes. No podemos pretender que el ciudadano común esté preocupado por si vendo o no vendo pintura”. Pero advierte que, más allá de la economía, existe una falta de cultura del arte como valor social: “Hay gente que puede tener plata y no interesarle el arte también. Y capaz que alguno que no la tiene, igual hace el esfuerzo”. Falta de espacios: una deuda con los artistas locales Con una claridad serena, Ana señala una problemática concreta: la escasez de espacios de exposición. “Por la cantidad de habitantes que somos, no tenemos suficientes espacios. Y hay muchos artistas, gracias a Dios. Perdimos el Salón Nacional, perdimos el Salón del Litoral. No tenemos todavía una sala dedicada al arte”. Recuerda con nostalgia los espacios que supieron ser bastiones de la cultura local, como el de calle Rivadavia o los encuentros anuales que convocaban a artistas de todo el país. Hoy, agradece que al menos existan iniciativas como el Espacio de Arte del Banco Credicoop, donde recientemente expuso en el marco de un homenaje por el Día de la Mujer Trabajadora: “Cari me convocó desde el banco para hacer un homenaje a través mío a todas las mujeres. Porque mi temática atraviesa temas políticos y sociales”. La obra, el formato, el proceso Ana es fundamentalmente pintora, pero no se encasilla: “Me encanta saber todo. Hago telar, cerámica, pinto ropa, hice vitrofusión, esculturas en alambre y papel… pero siempre regreso a la pintura, que es mi lenguaje base”. Suele trabajar en un formato de 80 por 90, un tamaño que considera cómodo tanto para la expresión como para la logística. “Tengo una serie grande de trabajos en ese formato que me ayudaron a encontrar un estilo, a saber qué es lo que quiero decir y cómo lo digo”. Su proceso creativo es lento, reflexivo, y muchas veces comienza con una simple mancha: “A veces de esas manchas surge la obra, la idea. Es un juego también”. No tolera el blanco de la tela, por lo que siempre lo cubre aunque sea con restos de paleta. “Y a veces miro y digo: ‘Guau, ¿qué hace esa iguana ahí?’”. Obras con historia y emoción En el Credicoop expuso obras profundamente simbólicas. Una de ellas es No a los genocidios, nacida en 1992 al conmemorarse los 500 años de la conquista de América: “Pensé en las madres que habían habitado estos territorios, en las madres con los pañuelos blancos. Aparece lo femenino y lo social-político. Siempre me persigue esto de perder al hijo. Es un sentimiento muy personal, muy materno”. Otra obra, No a la guerra, continúa en esa misma línea de compromiso. Ana se emociona al hablar de las piezas que conserva desde hace décadas: “Estas que están expuestas, siempre las conservé porque son muy genuinas. Muy, muy de adentro”. Una artista que sigue diciendo Lejos de sentir que su obra ha dicho todo, Ana sigue buscando. Sigue preguntándose por los colores, las formas, las emociones que sus cuadros quieren transmitir. Y en cada trazo, en cada técnica, en cada decisión, reafirma su visión del arte como acto de entrega, de memoria, de sensibilidad y de profunda humanidad. “Lo ideal sería que yo pudiera conservar todo”, confiesa. Porque cada obra es parte de su historia, de su sentir, de su manera de ver el mundo. Y como ella misma dice: “El arte salva”. Y Ana Boulán sigue, con cada pincelada, compartiendo ese salvavidas con todos.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por