Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Clima de negocios: el análisis de la jugada del Gobierno, el banco que busca dominar y las inquietudes sobre el “colchón”

    Parana » Informe Digital

    Fecha: 02/06/2025 07:32

    En el ámbito económico, la semana pasada se destacaron algunas “perlitas” en un clima siempre agitado que, en esta Argentina incierta, plantea más preguntas que respuestas. Se licitó un bono que celebró el Gobierno; Mercado Libre anunció que competirá con los bancos en una lucha por alquilar balcones, y, a días del anuncio, surgen dudas sobre la aplicación y uso concreto de los dólares del “plan colchón” impulsado por Javier Milei. Todo esto ocurre en un contexto macro en el que, a pesar del exitoso proceso de desinflación y algunas señales de recuperación sectorial de la actividad, persisten interrogantes entre los inversores, quienes observan con atención el proceso electoral de este año. También se cuestionan si el Banco Central logrará acumular reservas y si se reducirá el riesgo país para que la ola de colocación de bonos continúe en los mercados internacionales. Las reservas son, en definitiva, esenciales para saldar deudas, que es casi lo único que a los inversores les interesa: recuperar su capital. Argentina tiene un historial poco favorable en este aspecto, por si fuera necesario recordarlo. Primero, el bono El miércoles por la tarde, el Gobierno llevó a cabo una operación mediante la cual salió al mercado con un bono en pesos, suscripto en dólares, logrando captar la atención de inversores internacionales. Obtuvieron financiamiento por USD 1.000 millones, que se depositarán en las cuentas del Tesoro en el Banco Central. Con esta operación, la Economía no solo buscó reforzar las reservas internacionales, sino que también envió un mensaje claro: Argentina intenta regresar a los mercados de capital. Sin embargo, el “riesgo Argentina” sigue dominando y fue necesario pagar una tasa del 29,5% anual en pesos, superior a lo previsto por el mercado. En el contexto electoral, surgió una cláusula de recompra a dos años, que brinda a los inversores la opción de retirarse en mayo de 2027, antes del inicio de la campaña para las próximas elecciones presidenciales. El Gobierno resaltó que la emisión permitió extender los plazos promedio en moneda local y que los fondos generados no implican un aumento de la deuda, sino un “rollover” del 100% de los vencimientos. El nuevo bono, regido por la ley local, marca el regreso a una práctica que se había abandonado desde 2016, cuando el gobierno de Mauricio Macri emitió los Botes 2023 y 2026 a tasas del 16% y 15,5%, respectivamente. En este caso, el Bonte 2030 no tiene jurisdicción de Nueva York, lo que refuerza el carácter “local” de la maniobra, a pesar de la participación extranjera. Los protagonistas de ambos procesos, Luis Caputo, Pablo Quirno y Santiago Bausili, son los mismos. En ambas ocasiones, ha sido, en cierto sentido, como pescar en una pecera: una parte significativa de los compradores, de quienes aún no se conocen los nombres en esta oportunidad, ya había sido “cerrada” por Economía. “Es una colocación ya acordada con algunos inversores; no iba a quedar desierta de ninguna manera. No es un test real, pero sí es un indicativo. Un buen instrumento en medio de esta iniciativa de empezar a volver a los mercados”, comentó el analista financiero Christian Buteler. Más allá del éxito de esta colocación, el equipo económico necesita seguir acumulando reservas para cumplir con las metas acordadas con el FMI. Para ello, el Gobierno apuesta a fuentes alternativas de crédito, como un nuevo repo con bancos internacionales por hasta USD 2.000 millones que se anunciaría pronto, junto con nuevos desembolsos de organismos multilaterales, incluidos los ya comprometidos por el FMI. La semana pasada, en las plantas superiores de la torre de un importante banco local, se discutía precisamente eso: la capacidad real del Gobierno para reducir el riesgo país de manera que el regreso a los mercados de crédito sea auténtico. “¿Por qué tenemos 650 puntos de riesgo país y no 100 o 200 como otros países de la región? Aquí estamos mucho mejor que muchos de ellos. Porque hay dos grandes interrogantes: la solidez de las reservas y la continuidad de este esquema cambiario vinculado a cuestiones políticas”, expresaron en esa entidad. A pocas cuadras, en otra torre bancaria, coincidieron en que el mercado espera una tendencia constante hacia la acumulación de reservas evitando desequilibrios. “Un componente considerable del riesgo país está relacionado con el riesgo político. Argentina difícilmente alcanzará niveles bajos rápidamente, pero 400 o 500 puntos son metas alcanzables. Con eso, se podría regresar a los mercados”, añadieron. “Lo logrado con el nuevo bono equivale, en términos monetarios, a haber comprado dentro de la banda cambiaria. Se emitieron pesos no esterilizados y se lograron 1.000 millones de dólares”, resumió uno de los banqueros. El círculo rojo también se pregunta si Milei se precipitó al “jurar” que no comprarían hasta que la cotización perforara la banda inferior del nuevo programa, un piso que va descendiendo desde los $1.000 fijados inicialmente. Mientras tanto, la cotización parece avanzar más hacia los $1.200 que hacia los $1.100 o $1.000. “Meli Bank” No podía ser de otra manera: en esas torres céntricas también se abordó la confirmación de que Mercado Libre solicitará una licencia bancaria al BCRA. No solo eso, sino que en el anuncio prometieron convertirse en el “mayor banco digital de Argentina”. Por volumen, nombre y alcance, no resulta imposible. Sin embargo, los líderes de las finanzas tradicionales locales no tienen dudas de que Marcos Galperin va por todo, no solo por el universo digital. Su objetivo parece ser el mercado completo que mezcla aspectos bancarios digitales con sucursales físicas. La meta de Galperin de “democratizar las finanzas”, tras haber “democratizado el comercio electrónico”, pone como rivales directos a todas las entidades, desde las nuevas fintech hasta los tradicionales bancos de la ciudad porteña. Los banqueros prevén que la licencia de Meli se otorgue rápidamente. Debido al peso específico de la empresa, la de mayor capitalización en el país y la región –USD 130.000 millones–, porque la dirección del Banco Central promueve la digitalización y, sobre todo, por la buena relación entre Galperin y Milei. “Lo positivo es que ahora competiremos en igualdad de condiciones”, afirmaron en uno de los bancos. No obstante, esto no es un dato menor: se trata de uno de los viejos reclamos de la batalla entre “Meli” y las entidades, una contienda que ha sido marcada por fuertes acusaciones cruzadas entre el unicornio y Modo, la billetera digital respaldada por los principales bancos locales. En esos litigios se denuncian prácticas de cartelización, posición dominante, incumplimiento normativo y prácticas desleales. Los bancos creen que una vez que Mercado Pago esté dentro del sistema y regido formalmente por el BCRA, no podrá llevar a cabo ciertas maniobras comerciales que, aseguran, están al borde de lo permitido. Galperin no se detiene, a pesar de que dejará de ser CEO de su empresa el año que viene, como se informó la semana pasada. Mercado Pago, que mantendrá su nombre una vez obtenga la licencia bancaria (a pesar de haber registrado “Mercado Banco”), ya paga jubilaciones y ahora buscará cuentas sueldo, emitirá tarjetas y aceptará depósitos. ¿Se convertirá en el nuevo Nubank, el neobanco digital que compite con los grandes en Brasil y que ha captado el interés de inversores globales? En las entidades locales creen que no tanto. Explican que cuando apareció Nubank, el mercado brasileño estaba concentrado en pocas marcas y había mucho margen para la bancarización. “Aquí hay 60 bancos, una fuerte penetración de cuentas, competencia y grandes fintechs como Ualá, Naranja y otras que funcionan bien. No será tan sencillo”, señalaron. Colchón El anuncio del Gobierno sobre los dólares en el colchón y la remonetización fue impactante, y los beneficios son, a todas luces, favorables para muchos. Sin embargo, existen dudas respecto a la inminente utilización de esos billetes. Ahora que ha cesado un poco la efervescencia, los aspectos legislativos pendientes que requiere la medida comienzan a hacerse más evidentes. Es decir, gran parte de lo anunciado deberá pasar por el Congreso en un año electoral, con todo lo que ello implica. El consenso destaca la eliminación de los regímenes de información. En el caso de la compra de un inmueble, el escribano ya no informará a ARCA. Y, cuando se adquiere un bien o servicio, hasta 10 millones no se informa ni se identifica a la persona… siempre que se pague en efectivo. Los otros métodos de pago siempre dejarán algún tipo de “huella”. “El anuncio podría haber sido acompañado al menos con los proyectos de ley modificatorios ya listos, algo que no ocurrió. Es una medida en pañales, una intención, una idea”, comentó Sebastián Domínguez, de SCD, Asesores Tributarios. “Hoy, lo concreto es que ARCA recibirá menos información, y no podrá detectar personas o gastos que realicen en efectivo. Para los demás, siempre quedará algún registro, aunque el Gobierno no reciba los datos automáticamente. Se facilita la operativa diaria en algunos aspectos, pero faltan leyes y conocer los detalles de cada resolución. Se podrían haber presentado los proyectos de ley modificatorios junto con el anuncio, y eso no sucedió. Es una medida en pañales, una intención, una idea. Está bien, pero hay que llevarlo al Congreso”, reafirmó Domínguez. Más allá del entusiasmo oficial, será necesario un proceso y cumplir etapas. Primero, debe llevarse a cabo la mencionada desregulación informativa, que proporcionará más facilidad para realizar transferencias, pagos, acreditaciones y el uso de billeteras digitales, evitando verificaciones irrelevantes. Se levantarán los controles de ARCA hasta $50 millones en ese sentido, aunque los impuestos correspondientes deberán pagarse igualmente. Sin embargo, para la utilización concreta y plena de los ahorros en el colchón, se necesitará la aprobación del Congreso. Se requieren tres modificaciones: primero, la ley de Procedimiento Tributario; se deben reducir los plazos de prescripción, que actualmente son de seis años, y eliminar la presunción de ganancia gravada por incrementos patrimoniales no justificados, entre otras medidas. También la Ley Penal Tributaria, que debe modificar montos punibles; y el Régimen Penal Cambiario, que detalla las operaciones del colchón que son punibles. Además, como insistió ARCA esta semana, las provincias deben acordar el intercambio de información. Hasta ahora, solo lo ha hecho Catamarca. Y todas deberán ajustar sus respectivas legislaciones. “Son cambios en la dirección correcta, pero falta mucho”, sintetizó un reconocido tributarista. Ante cualquier inquietud relacionada con el “colchón” o el “canuto”, será necesario consultar al contador de confianza, repetidamente.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por