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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 01/06/2025 16:44
En diálogo con La Calle, el concejal Miguel Toledo, de Juntos por Uruguay, analizó la relación entre el Concejo y el Ejecutivo local, el rol territorial de los ediles y su preocupación por un proyecto provincial que podría afectar a la Mutual Municipal. Por: Matías Dalmazzo Durante una entrevista con la redacción de La Calle, el concejal de Concepción del Uruguay Miguel Toledo, actual presidente de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante y ex funcionario de la ciudad, planteó su preocupación por el proyecto de ley provincial que busca reemplazar IOSPER por OSER; una iniciativa que, según explicó, podría poner en jaque la sostenibilidad de la Mutual Municipal. A lo largo del diálogo; Toledo también repasó su trabajo en los barrios, la articulación con el Ejecutivo local y cómo se canalizan los reclamos cotidianos de los vecinos: “El desafío es dar respuestas reales, no promesas vacías”, afirmó el edil. –¿Cómo describirías la relación entre el Concejo Deliberante y el Ejecutivo municipal? ¿Qué rol juega el concejal como nexo entre el municipio y los vecinos? -La relación entre el Concejo Deliberante y el Ejecutivo municipal se basa en un compromiso compartido: trabajar de manera planificada y articulada para responder, en tiempos difíciles, a las necesidades de nuestros vecinos. Más allá de nuestras diferencias institucionales, nos une un objetivo común: dejar una ciudad mejor de la que recibimos, una ciudad más inclusiva, ordenada y con oportunidades reales para todos. El gran desafío que enfrentamos es propio de la estructura municipal: dos poderes con funciones y competencias distintas, pero que convergen en las mismas demandas ciudadanas. Esa realidad nos exige coordinación, diálogo constante y, sobre todo, una profunda vocación de servicio. En ese contexto, el rol del concejal es clave como puente entre la comunidad y el municipio. Escuchamos a los vecinos, recogemos sus inquietudes, las ordenamos y trabajamos para canalizarlas de manera efectiva. A veces, eso implica orientar e informar sobre cómo gestionar su pedido dentro del Ejecutivo; otras veces, nos exige repensar normativas o impulsar nuevas herramientas legislativas que permitan al municipio dar mejores respuestas a los desafíos actuales. En lo personal, ser concejal es mucho más que un cargo: es una forma diaria de poner en práctica mi vocación de servicio, de colaborar con cada proyecto que busque mejorar la vida de nuestra comunidad y de estar presente donde más se necesita. Así lo viví siempre desde mi rol de funcionario como director del Centro de salud Giacomotti, o como Secretario de Salud durante la difícil experiencia de la pandemia. Estoy convencido que ser concejal es ayudar a resolver los problemas del presente y construir las normativas que construyan el mejor futuro posible para todos. –En su experiencia diaria, ¿cómo se concreta esa “triangulación” entre el Legislativo, el Ejecutivo y la ciudadanía? ¿Podría dar un ejemplo concreto? -Quizás el ejemplo que más rápido se viene a la mente, tiene que ver con lo que la ciudadanía conoce como “microbasurales”. Este ejemplo sirve para dar cuenta de cómo funciona la relación entre los tres actores que mencionas en la pregunta anterior, pero con un orden diferente. Desde la ciudadanía nos trasladan una inquietud concreta sobre una situación que se debe solucionar y que trae complicaciones en la vida de los vecinos. En mi rol de concejal ante la toma de conocimiento de esta situación, me interiorizo sobre el marco normativo local en relación con la demanda y sobre cuál es el mecanismo de respuesta vigente desde el Ejecutivo. Existe una Ordenanza la N.º 11.264 que aborda el tema de los “Mini basurales” en la ciudad. Desde allí, nos pusimos a trabajar junto a un equipo de la gestión municipal, bajo directivas concretas del Intendente, en una planificación que ha permito reducir el número de mini basurales que existen en nuestra ciudad. Por supuesto que queda mucho por hacer, porque si bien hemos logrado erradicarlos de algunos barrios, nuestro desafío es que ningún vecino tenga que convivir con esta problemática. Sin duda, en relación con este ejemplo concreto el punto más significativo tiene que ver con un proceso de diálogo con los vecinos, sobre el cuidado de los espacios públicos y con la concientización de la gestión comunitaria de los residuos, porque la creación de un Mini basural no solo no es la solución a ningún problema de disposición de residuos, sino que es la creación de un problema de salud pública. La concientización sobre los efectos de los Mini basurales con los vecinos es el paso fundamental hacia su erradicación. Otro ejemplo de atención a los reclamos de los vecinos es la ordenanza Nº11520 que promulgamos el año pasado, la cual habla sobre la obligatoriedad de mantener terrenos baldíos, veredas y casas no habitadas en condiciones. Hasta la fecha se relevaron más de 120 terrenos baldíos, se realizaron 50 actas de constatación para posterior intimación. Es una medida preventiva, ya que reducimos los factores de riesgo ante enfermedades como dengue, leptospirosis y hantavirus, además de embellecer la ciudad. –Usted mencionó que trabaja en territorio escuchando reclamos de los vecinos. ¿Cuáles son hoy las principales demandas que recibe y cómo las canaliza? -Escuchar a los vecinos en el territorio es una parte fundamental de mi trabajo: y hoy puedo decir con claridad que hay dos grandes grupos de demandas que se repiten una y otra vez. Por un lado, están los reclamos vinculados a los servicios públicos locales: luminarias que no funcionan, calles que necesitan arreglos, problemas con la recolección de residuos. Son temas concretos, del día a día, que impactan directamente en la calidad de vida. Pero por otro lado, y con creciente preocupación, aparecen demandas mucho más profundas: el miedo a perder el trabajo, la angustia por no llegar a fin de mes, la incertidumbre frente a la reducción de programas sociales que antes eran un respaldo esencial. Estos reclamos reflejan un contexto social y económico cada vez más difícil. Hoy el Municipio está afrontando situaciones que antes se resolvían con recursos provinciales o nacionales. Y la verdad es que el vecino no distingue de competencias: cuando tiene un problema, acude a su concejal, a su intendente; buscando una solución o al menos una respuesta que lo contenga. Y ahí estamos, haciendo todo lo posible con los recursos que tenemos, que son propios y limitados, para mantener obras, pavimentar calles, y sostener una ciudad que no deja de crecer. Sabemos que no alcanza solo con escuchar; por eso, acompañamos cada reclamo con gestiones concretas, con presencia real en los barrios, con articulación entre áreas del municipio para dar respuestas rápidas, y con un esfuerzo constante por transparentar lo que se puede y lo que no, explicando siempre el porqué. Porque construir confianza también es parte de gobernar. Como concejales, tenemos la responsabilidad de ser honestos y realistas. No se trata de prometer lo imposible, sino de trabajar con los pies en el territorio y la cabeza en soluciones que realmente puedan implementarse. Las ordenanzas con palabras bonitas sirven de poco si no pueden aplicarse en la vida real de nuestros vecinos. Nuestro compromiso es con ellos, con sus necesidades concretas, y con la construcción de respuestas posibles desde la gestión local. –¿Qué resultados concretos se lograron recientemente a partir de su labor como facilitador? Por ejemplo, en temas como: luminarias, mini basurales o corte de pasto. -Hoy puede ser que en lo personal sea la cara visible en temas como luminarias y mini basurales, pero dejame decirte que todo nuestro bloque de concejales trabaja diariamente junto a un equipo de la gestión municipal; recorriendo los diferentes barrios de nuestra ciudad, construyendo cercanía, escuchando a los vecinos y muchas veces teniendo que ser creativos al momento de resolver situaciones. La única forma de abordar problemáticas tan complejas es a través del trabajo en equipo; en ese sentido hemos logrado construir un esquema de abordaje territorial, que nos permite estar presente en cada uno de los barrios de nuestra ciudad. –Usted preside la Comisión de Salud del Concejo ¿Cuáles son los temas más urgentes que están tratando desde esa comisión? -Desde la Comisión de Salud del Concejo estamos abordando un tema que nos preocupa profundamente y que podría tener un impacto directo en la calidad de vida de miles de vecinos: el proyecto de ley provincial que propone reemplazar IOSPER por OSER. Este cambio, tal como está planteado actualmente y con dictamen favorable en el Senado, amenaza la estabilidad financiera de nuestra querida Mutual Municipal. Aunque en su letra promete autonomía, en los hechos podría dejarla sin los mecanismos de financiamiento necesarios para sostener los servicios que hoy presta con compromiso y eficiencia. Para ponerlo en perspectiva: esta mutual ha desarrollado acciones concretas de prevención en salud pública, como la producción y distribución de repelente contra el dengue a mitad de precio respecto a los productos comerciales. Ese tipo de iniciativas no solo alivian el bolsillo, sino que salvan vidas. Para mencionar algunos números que reflejan el impacto que tiene la mutual municipal, decir que tiene 1274 afiliadores titulares. En farmacia donde se gestionan más de 1500 toques por mes. Actualmente cuenta con un gabinete de psicología que atiende a mas de 60 pacientes. Nos alarma la rapidez con la que el gobierno provincial quiere avanzar en un debate tan delicado. La salud pública no puede tratarse como un cálculo electoral. Se trata de decisiones que afectan el día a día de todos los entrerrianos. Creemos firmemente que los gobernadores deben contar con herramientas para gestionar, pero esas herramientas serán más legítimas y efectivas si nacen del diálogo y el consenso político. Nuestra postura es clara: vamos a defender la autonomía real de nuestras instituciones locales, y sobre todo, el derecho de los trabajadores municipales a contar con un sistema de salud justo, accesible y sostenible.
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