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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 01/06/2025 11:47
Son el principal contaminante de los océanos, por sus microplásticos y sus sustancias químicas. Una ONG realizará una campaña de recogida en 21 ciudades de España: en 2024 se recolectaron 37.875 colillas. Cada año se arrojan 4,5 billones de colillas al ambiente; una sola puede contaminar hasta 500 litros de agua. Estudiantes cordobeses proponen una innovadora solución que recibe reconocimiento internacional. Las colillas de cigarrillo se han convertido en uno de los residuos más contaminantes y abundantes del planeta, aunque pasen desapercibidas en el debate ambiental. Según la organización Surfrider Foundation Europe, cada año se desechan en el mundo cerca de 4.500 millones de colillas, de las cuales al menos el 40% termina en mares y océanos. Una sola colilla puede llegar a contaminar hasta 500 litros de agua debido a las sustancias tóxicas que contiene. Estas cifras se vuelven aún más alarmantes si se considera que los filtros están fabricados con acetato de celulosa, un plástico no biodegradable que, además de liberar metales pesados y nicotina, se fragmenta en microplásticos, afectando la vida marina y terrestre. En este contexto, un grupo de estudiantes de La Carlota, Córdoba, ha logrado desarrollar una solución innovadora al problema. El equipo del quinto año de la Escuela Superior El Nacional presentó el proyecto “Tu colilla, nuestra agenda inteligente”, con el que obtuvo el segundo lugar en el III Premio de Innovación y Objetivos de Desarrollo Sostenible, organizado por la OEI y el Ministerio de Educación de España. La propuesta combina biotecnología y educación ambiental: mediante el uso del hongo Pleurotus ostreatus, las colillas son descontaminadas en 25 días y reutilizadas para la creación de papel reciclado con el que fabrican agendas. Estas agendas incluyen códigos QR que enlazan a un chatbot educativo, diseñado por los propios alumnos. Además, el proyecto incluye una dimensión comunitaria: los estudiantes instalaron ecocolilleros en plazas y bares de su ciudad para recolectar colillas y concientizar sobre su impacto ambiental. “Estamos reinventando cómo pensamos los residuos y la educación”, afirmó Macarena Uría, docente a cargo del proyecto. Por su parte, el ministro de Educación de Córdoba, Horacio Ferreyra, destacó que el trabajo “demuestra el talento y compromiso de los jóvenes con un futuro sostenible”. El problema de las colillas de cigarrillo también ha sido planteado en las negociaciones del Tratado Global de Plásticos, donde distintas organizaciones exigen su prohibición por tratarse del plástico de un solo uso más desechado en el mundo. Mientras tanto, y en ausencia de regulaciones específicas, las colillas siguen cubriendo veredas, contaminando suelos y aguas, y representando una amenaza ambiental ignorada por muchos. La acción ciudadana y la innovación educativa, como en el caso de La Carlota, muestran que aún hay caminos posibles para revertir esta tendencia. Fuente: El Vocero
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