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  • Uli Dávila, gloria y tragedia de un héroe a destiempo

    » Diario Cordoba

    Fecha: 01/06/2025 11:37

    Uli. Tres letras. Un mito del cordobesismo. El último balón que tocó con la blanquiverde firmó la mayor hazaña del club en este siglo. "Hubiera dado cualquier cosa por haber sido él aquel día", ha llegado a reconocer Alfonso Espejo, uno de los delanteros referenciales -tosco, cumplidor, pasional, devoto del escudo- del Córdoba CF a propósito de una jugada que forma parte de la historia. El gol de Uli. Un toque simple, en carrera acelerada, casi en la línea y tras un despeje del portero rival. Poco estético, pero de un valor formidable. Fue el 14 de junio de 2014, en el Estadio Gran Canaria, en el tiempo añadido -después de una suspensión temporal por invasión de campo- de un UD Las Palmas-Córdoba CF del play off final de ascenso. El mexicano hizo el 1-1 y condujo a la entidad cordobesista, del modo más delirante, a su único ascenso a Primera División en los últimos 53 años. Espejo enloqueció de alegría aquel día, como decenas de miles de cordobeses que salieron a las calles sin ningún tipo de guion ni propósito más allá de emular lo que durante generaciones siempre vieron hacer a otros por televisión. Festejar sin límite. Y toda aquella revolución la desató Uli, que encendió el fuego de una noche de borrachera y éxtasis del cordobesismo. Fue lo nunca visto. Uli Dávila, perseguido por Xisco tras marcar el gol del ascenso a Primera del Córdoba CF en Las Palmas, en junio de 2014. / Francisco González ¿Qué hizo Uli? Su imagen, zarandeado por sus compañeros y en estado de shock, es inolvidable. “No sé qué decir, soy muy feliz…”, balbuceaba sobre el césped del estadio Gran Canaria de Las Palmas un joven que llegó prestado por el Chelsea para hacer historia con el Córdoba. Ulises Alejandro Dávila Plascencia (Guadalajara, 1991) fue el autor de un gol que confirió al menudo futbolista un aura de héroe para el cordobesismo. Nadie puede olvidar aquella acción. Saca Juan Carlos. El balón le llega a Pelayo, que envía al corazón del área para que Raúl Bravo conecte un forzado remate que repele en primera instancia Barbosa. El rechace del meta cae en los pies de Uli Dávila y... Envuelto en la bandera de su país y la blanquiverde, Uli vivió aquel 22 de junio de 2014 uno de los episodios más increíbles de su vida deportiva. Regresó a la ciudad, vivió como uno más los festejos del ascenso, cantó y brindó con sus compañeros, recibió los elogios de la afición… y se marchó. Nunca más volvió a Córdoba. Con el equipo de El Arcángel jugó 38 partidos y marcó 7 goles. El Chelsea de Mourinho le reclamó para volverle a ceder -resultaba ya evidente que jamás jugaría en Stamford Bridge- y en la casa blanquiverde se plantearon su repesca de una manera tibia, casi como un compromiso. Su aspiración de jugar en la Primera española se disipó. ¿Qué ocurrió después? Uli Dávila se convirtió -siguió siendo, para ser más exactos- en un trotamundos, un futbolista que saltó de continente en continente siempre rodeado de unas expectativas que solo llegaron a fogonazos. El Arcángel había sido su tercer destino -tras el Vitesse holandés y el Sabadell- desde que el Chelsea le fichó desde el Chivas de su país después de deslumbrarse por su estilo como juvenil. Nunca llegó a jugar un solo minuto con el equipo londinense. Uli Dávila celebra un gol con Wellington en la liga de Australia, / CÓRDOBA Pasó por el Tenerife, el Vitoria de Setúbal portugués y el Santos Laguna de su país -de todos salió de un modo agrio, sin el protagonismo ansiado- antes de apostar por enclaves singulares como la India -en el Odisha FC- o Australia, donde experimentó sus mejores sensaciones con el Wellington Phoenix -50 partidos, 19 goles y 12 asistencias- y el McArthur Bull -71 partidos, 26 goles, 9 asistencias y máximo goleador histórico del club en la A-League-. Era uno de los capitanes del equipo. Tenía su vida encarrilada... hasta que todo se torció. Y ahora... En el mes de mayo de 2022, la esposa de Ulises Dávila, Lily, fue encontrada muerta en su domicilio. La pareja del mexicano falleció de manera repentina. Uli se quedó con su hijo, solo y completamente devastado. Siguió jugando para el McArthur australiano, pero ya no era el mismo. "Y luchamos juntos… Y que al final Dios y la vida eligió lo que es mejor para nosotros. Solo nos queda amarte y recordarte tan feliz como siempre mi amor. Gracias por todo, daré lo mejor de mi siempre. Amarte fue placer", expresó Uli en un documental televisivo en el que relató, un año después, su vivencia ante el trágico desenlace de su matrimonio. La trayectoria profesional de Ulises Dávila se truncó en mayo del año pasado. El capitán del Macarthur FC de la A-League de Australia fue acusado de pagar a dos compañeros jóvenes hasta 10.000 dólares para recibir deliberadamente tarjetas amarillas.El mexicano y sus compañeros Clayton Lewis y Kearyn Baccus fueron arrestados por su presunta participación en el amaño de apuestas, que según la policía pudo tener cientos de miles de dólares en ganancias. Uli, con el brazalete de capitán, en su última temporada. / Macarthur El subcomisionado de la policía de Nueva Gales del Sur, Michael Fitzgerald, dijo en declaraciones al canal ESPN que los jugadores habían "traicionado la confianza de sus seguidores y el código". El director ejecutivo del Macarthur FC, Sam Krslovic, tomó decisiones drásticas. Uli Dávila no volvio a vestir la camiseta del equipo, fue apartado y su contrato rescindido. A sus 34 años, Uli Dávila ha pasado toda esta última temporada sin equipo. El adios al fútbol profesional del héroe del Córdoba en Las Palmas parece ya un hecho consumado. 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