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  • Clima de negocios: Las claves de la jugada que celebró el Gobierno, el banco que quiere quedarse con todo y las dudas del “colchón”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 01/06/2025 02:45

    Argentina's President Javier Milei and Economy Minister Luis Caputo wave during a rally in Buenos Aires, Argentina, May 14, 2025. REUTERS/Tomas Cuesta Desde lo económico, la semana pasada dejó algunas “perlitas” que sobresalieron en un clima siempre muy movido y que suele tener, en esta Argentina incierta, más interrogantes que certezas. Se licitó un bono que celebró el Gobierno; Mercado Libre confirmó que peleará con los bancos de igual a igual, en una puja para alquilar balcones, y, a días del anuncio, crecen las dudas sobre la aplicación y uso concreto de los dólares del “plan colchón” que impulsa Javier Milei. Todo en un contexto macro en el que, a pesar del proceso exitoso de desinflación y de algunas señales de recuperación sectorial del nivel de actividad, subyacen interrogantes de los inversores, quienes miran como nunca el proceso electoral de este año. También se preguntan si el Banco Central podrá acumular reservas y si bajará el riesgo país para que la ola “colocadora” de bonos siga en los mercados internacionales. Son reservas que, en definitiva, sirven para saldar deudas, que es casi lo único que les importa a quienes invierten: cobrar. Argentina tiene un track record poco favorable en ese sentido, por si hiciera falta recordarlo. Primero, el bono El miércoles por la tarde se cerró una operación por la que el Gobierno salió al mercado con un bono en pesos, que se suscribió en dólares, y con el que captó la atención de inversores internacionales. Logró financiamiento por USD 1.000 millones, que ingresarán a las cuentas del Tesoro en el Banco Central. Con esta operación, Ecnomía no solo buscó reforzar las reservas internacionales, sino que también envió un mensaje claro: Argentina intenta volver a los mercados de capital. Claro que el “riesgo argentina” juega de titular y hubo que pagar una tasa de 29,5% anual en pesos, superior al estimado por el mercado. Como el contexto electoral desvela a más de uno, apareció una cláusula de recompra a dos años, que otorga a los inversores la opción de retirarse en mayo de 2027… antes de que arranque la campaña para las próximas presidenciales. El Gobierno destacó que la emisión permitió extender los plazos promedios en moneda local y que los fondos ingresados no implican un aumento de deuda, sino un “roll over” del 100% de los vencimientos. Luis Caputo y Pablo Quirno saliendo de la Casa Rosada (Franco Fafasuli) El nuevo bono, regido por ley local, marcó el regreso a una práctica abandonada desde 2016, cuando el gobierno de Mauricio Macri emitió los Botes 2023 y 2026 a tasas del 16% y 15,5%, respectivamente. En este caso, el Bonte 2030 no tiene jurisdicción de Nueva York, lo cual refuerza el carácter “local” de la movida, pese a la participación extranjera. Los protagonistas de los dos procesos, Luis Caputo, Pablo Quirno y Santiago Bausili, fueron los mismos. En ambos casos, fue algo así como pescar en la pecera: buena parte de los compradores, de los que en esta oportunidad aún no se saben sus nombres, ya habían sido “cerrados” por Economía. “Es una colocación ya hablada con algunos inversores, no iba a quedar desierto de ninguna manera. No es un test real, pero sí es una señal. Un buen instrumento en medio de esta idea de empezar a volver a los mercados”, dijo el analista financiero Christian Buteler. Más allá del éxito en esta colocación, el equipo económico necesita seguir acumulando reservas para cumplir con las metas pactadas con el FMI. Para ello, el Gobierno apuesta a fuentes alternativas de crédito, como un nuevo repo con bancos internacionales por hasta USD 2.000 millones, que se anunciaría pronto, y nuevos desembolsos de organismos multilaterales, incluyendo los ya comprometidos por el FMI. La semana pasada, en los pisos superiores de la torre céntrica de un gran banco local, se discutía eso mismo: la capacidad real que va a tener el Gobierno de bajar el riesgo país para que la vuelta a los mercados de crédito ocurra de manera genuina. “¿Por qué tenemos 650 puntos de riesgo país y no 100 o 200 como otros países de la región? Acá estamos mucho mejor que muchos de ellos. Porque hay dos grandes dudas: la fortaleza de las reservas y la continuidad de este esquema cambiario asociado a cuestiones políticas”, dijeron en esa entidad. A pocas cuadras, en otra torre bancaria, coincidieron en que el mercado espera una tendencia constante a la acumulación de reservas, que no genere desequilibrios. “Un componente grande del riesgo país tiene que ver con el riesgo político. Argentina difícilmente vaya rápidamente a niveles bajos, pero 400, 500 puntos es algo a lo que se puede aspirar. Y con eso se podría volver a los mercados”. “Lo que se hizo con el nuevo bono es equivalente, en términos monetarios, a haber comprado dentro de la banda cambiaria. Se emitieron pesos no esterilizados y consiguieron 1.000 millones de dólares”, resumió uno de los banqueros. El círculo rojo se pregunta, además, si Milei no se apuró a “jurar” que no van a comprar hasta que la cotización perfore la banda inferior del nuevo programa, un piso que va bajando desde los $1.000 fijados en principio. Mientras tanto, la cotización parece ir más hacia los $1.200 que a los 1.100-1.000 pesos. “Meli Bank” No podía ser de otra manera: en esas torres céntricas también se habló de la confirmación de que Mercado Libre le pedirá una licencia bancaria al BCRA. No sólo eso, en el anuncio prometieron ser el “mayor banco digital de Argentina”. Por volumen, nombre y llegada, no luce imposible. Pero los popes de las finanzas tradicionales locales no tienen dudas de que Marcos Galperin va por todo, no sólo por el universo digital. Su objetivo parece ser el mercado completo que mezcla bits bancarios con sucursales de ladrillos. La meta de Galperin de “democratizar las finanzas”, luego de haber “democratizado el comercio electrónico” pone como rivales directos a todas las entidades, desde las nuevas fintech hasta los tradicionales bancos de la city porteña. Los banqueros descuentan que la licencia de Meli saldrá rápido. Por el peso específico de la empresa, la de mayor cotización del país y la región –USD 130.000 millones–, porque la conducción del Banco Central impulsa la digitalización y, sobre todo, por la buena relación entre Galperin y Milei. Javier Milei y Marcos Galperin “Lo bueno es que ahora vamos a competir en la misma cancha”, se conformaron en uno de los bancos. Con todo, no es un dato menor: ese es uno de los viejos reclamos de la guerra entre “Meli” y las entidades, una puja que tiene fuertes denuncias cruzadas entre el unicornio y Modo, la billetera digital detrás de la que están los grandes bancos locales. En esas demandas se acusan de cartelización, de posición dominante, de no respetar las normas y de jugar sucio. Los bancos creen que una vez que Mercado Pago esté dentro del sistema y formalmente regulado por el BCRA, no podrá hacer más algunas maniobras comerciales, que aseguran, están muy al borde de lo permitido. Galperin va por todo, a pesar de que dejará de ser CEO de su empresa el año que viene, como se detalló la semana pasada en este panorama. Mercado Pago, como se seguirá llamando su fintech una vez que tenga licencia bancaria (a pesar de que había registrado “Mercado Banco”), ya paga jubilaciones y ahora irá por las cuentas sueldo, emitirá tarjetas y tomará depósitos. ¿Será el nuevo Nubank, el neobanco digital que le compite a los grandes en Brasil y captó el interés de inversores globales? En las entidades locales creen que no tanto. Explican que cuando apareció Nubank el mercado de Brasil estaba concentrado en pocas marcas y que había mucho por bancarizar aún. “Acá hay 60 bancos, fuerte penetración de cuentas, competencia y fintech grandes que funcionan bien, como Ualá, Naranja y otras. No será tan simple”, dijeron. Colchón El anuncio del Gobierno sobre los dólares en el colchón y la remonetización fue rimbombante y los beneficios son, a todas luces, convenientes para muchos. Pero hay dudas con respecto a la inminencia del uso de esos billetes. Ahora que bajó algo la espuma, los aspectos legislativos pendientes que requiere la medida comienzan a verse con mayor claridad. O sea, mucho de lo anunciado deberá pasar con el Congreso en un año electoral, con todo lo que eso implica. El consenso destacó la eliminación de los regímenes de información. Cuando se compra un inmueble, el escribano ya no le informará a ARCA. Y cuando se compra un bien o servicio, hasta 10 millones no se informa ni se identifica a la persona… pero siempre que pague en efectivo. Las otras formas de pago siempre dejarán alguna “huella”. “El anuncio podría haber salido al menos con los proyectos de ley modificatorios ya listos, algo que no pasó. Es una medida en pañales, una intención, una idea” (Domínguez) “Hoy, lo concreto es que ARCA va a recibir menos información, y no va a poder detectar personas o gastos que se hagan en cash. Para el resto, siempre algún registro quedará, aunque el Gobierno no reciba los datos automáticamente. Se facilita la operatoria diaria en algunos aspectos, pero faltan leyes y conocer la letra chica de cada resolución. El anuncio podría haber salido al menos con los proyectos de ley modificatorios ya listos, algo que no pasó. Es una medida en pañales, una intención, una idea. Está bien, pero hay que ir al Congreso”, dijo Sebastián Domínguez, de SCD, Asesores Tributarios. Más allá del entusiasmo oficial, se tendrá que dar un proceso y cumplir etapas. Primero será la mencionada desregulación informativa, con más facilidad para hacer transferencias, pagos, acreditaciones y uso de billeteras digitales, evitando averiguaciones intrascendentes. Se levantan los radares de ARCA hasta $50 millones en ese sentido, pero los impuestos correspondientes habrá que pagarlos igual. Pero para el uso concreto y full de los ahorros del colchón se deberá esperar el “ok” del Congreso. Se necesitan tres modificaciones. Primero, la ley de Procedimiento tributario: se deben achicar los plazos de prescripción –hoy, seis años– y dejar de lado la presunción de ganancia gravada por aquellos incrementos patrimoniales no justificados, dentro de otras medidas. También la ley Penal tributaria, que tiene montos punibles que deben modificarse; y el Régimen penal cambiario, qué detalla las operaciones del colchón que son punibles. Y resta, como instó ARCA esta semana, que las provincias adhieran a intercambiar información. Por ahora, solo lo hizo Catamarca. Además, todas deberán modificar sus propias legislaciones. “Son cambios en el camino indicado, pero falta mucho”, resumió un conocido tributarista. Ante cualquier duda con el “colchón” o el “canuto”, habrá que consultar al contador amigo. Una y otra vez.

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