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  • Evitta Luna: “Es muy violento no tener para comer, yo soy una en un millón, tuve suerte”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 01/06/2025 02:41

    María Laura Santillán Con Evitta Luna Es aire fresco Evitta, es espontánea, es ingenua, es distinta. Tiene algo muy nuevo y muy propio. Su nombre artístico es Evitta, pero se llama Evangelina. A los 26 años Evitta ya vivió dos vidas muy distintas, una en Uruguay y otra en Argentina. Hoy reestrenó su primera obra de teatro “Pará desquiciada”, todos los días está en el streaming Olga junto a Migue Granados, y sus personajes son virales en las redes. Le pregunté a Evitta si con 26 años se sentía parte de la generación millennial o de la centennial, pero me dijo que se siente una jubilada. – Me siento muchas veces como una jubilada, en el sentido más tierno de la palabra. Me gusta la casa, no salgo tanto de fiesta. Me gusta leer mucho. – Jubilada en tus costumbres. – En mis costumbres. Y me gusta creer en el amor como a una persona grande. No sé ahora qué tanto creen en el amor. Soy medio Susanita en ese sentido, jubilada. – Con solo 26 años tenés una obra que se reestrenó. – Sí, eso es muy loco. Me lo estoy tomando con mucha calma porque ya la hice durante dos años, en 2022, 2023 y también la llevamos a Mendoza, Neuquén, General Roca, Córdoba, Montevideo. – Hay dos vidas, una en Montevideo con una familia numerosa y otra en Buenos Aires. Dos vidas muy distintas entre sí. – Sí, lo hablo con mi psicóloga, me vine para reinventarme. Para saber bien quién soy, qué quiero ser también. "Me gusta creer en el amor como a una persona grande", dijo Evitta Luna (Fotos de Gustavo Gavotti) – ¿Cómo era la vida hasta hace 2 años y medio en Montevideo con muchos hermanos? – Yo viví hasta los 18 o 19 con mis hermanos en Piedras Blancas. Somos un montón, pero en esa época quedábamos cuatro en la casa, que era una casa chica. Pero toda la vida viví con muchos hermanos en un solo cuarto. – Eran nueve. – Sí, nueve en un solo cuarto, era un pabellón, jajajaja. Después me fui a vivir con dos de mis hermanos, yo laburaba en una multinacional muy conocida de hamburguesas y pagábamos el alquiler entre tres. En la pandemia tuve que volver a Piedras Blancas y después me fui de nuevo con mi hermana Caro a alquilar y después me vine para acá. – Piedras Blancas es el barrio de Montevideo donde viviste casi toda tu vida. – Sí, mi barrio, con el que me identifico, lo amo. – Vemos tus personajes en redes, la depiladora, la tarotista, la vividora. ¿Cómo nacieron estos personajes? – Yo tenía una pareja y me separé. Hacía videos con mi pareja, pero había una energía que no terminaba de explotar. La energía creativa para mí es la misma en el amor que en el arte, uno la va poniendo en lugarcitos, puse mucho en este vínculo. Cuando me separé me fui de vacaciones con mi hermana Caro y con el novio. Empezamos a bromear con un chiste, decidí hacer un video con eso y se viralizó. Ahí empecé a hacer videos de la depiladora. "Yo tenía una pareja y me separé. Hacía videos con mi pareja, pero había una energía que no terminaba de explotar", contó Evitta Luna – La depiladora es muy frontal. – Sí, es una depiladora sin filtro. Hay estos personajes en la vida, personas que no tienen filtro, que cometen el error de la sinceridad por demás. – ¿Y cómo describirías al personaje de la vividora? – La vividora es un personaje que quiero mucho porque un poco fui yo en algún momento. Es un personaje que se cree algo que no es. Ella usa fideos en los dedos como uñas acrílicas. Nació en un barrio muy parecido al mío y siempre quiso ser más de lo que era. Hay algo de creérsela, ella se comporta como narra en su ficción. – Tuviste una infancia muy difícil, con muchas privaciones. Eran muchos y no había plata. – No había plata. Sí, como la realidad de muchos argentinos hoy, la realidad de muchos uruguayos. Sí, con mucha pobreza. Más allá de eso, tuve una infancia muy feliz. – Dijiste: el personaje de la vividora se apoyó en mí. – ¡Sí! Íbamos a un colegio católico de ocho horas con convenio con el Estado y cuando volvíamos en colectivo con mi hermana Caro yo le decía, “agarraste la computadora de mi cuarto”. Yo no tenía cuarto ni tenía computadora. Y ella me respondía como si fuera real lo que yo le estaba planteando. No había necesidad de que yo le dijera que era una broma, ella me contestaba como si fuera algo real. “LA FICCIÓN QUE GENERÉ CON MIS HERMANOS ME HIZO SOBREVIVIR A LO VIOLENTO QUE ES LA POBREZA” – Se reían de la falta. – Sí, nos reíamos de la falta, nos inventábamos mundos. Yo decía, “me puse estos championes porque los otros me los van a robar en este barrio”, y no había otros championes, solo tenía unos. Hay algo de la ficción que yo generé con mis hermanos que me hizo sobrevivir a lo violento que es la pobreza. María Laura Santillán Con Evitta Luna - “MI MAMÁ LIMPIABA CASAS Y MIS HERMANOS LABURARON DESDE LOS 15 AÑOS. SI HOY PUEDO DEDICARME AL ARTE, ES POR ELLOS” “NO TENER PARA COMER ES MUY VIOLENTO. YO TUVE SUERTE, SOY UNA EN UN MILLÓN DE GENTE QUE NO TIENE PARA COMER” – ¿Por qué violento? – Porque no tener para comer es muy violento. Y me salgo de mí para hablarlo porque ni siquiera es mi historia. Yo no soy ejemplo de nada, yo tuve suerte porque hay un montón de gente que se esfuerza un montón en mi barrio, mucha gente laburadora. Yo tuve suerte, soy una en un millón de gente que no tiene para comer. Es muy violento que los niños tengan que pensar que van a comer al otro día. – Esto te sucedió literalmente cuando eras chiquita, tu mamá estaba sola para criar nueve chicos. – Si, se escapó de un contexto de mucha violencia doméstica. Y sí, fue muy violento. “HABÍA DÍAS CON UNA SOLA COMIDA Y YO ME GUARDABA COMIDA DEBAJO DE LA ALMOHADA, TORTA FRITAS” –Había que dividir todo por diez entonces. – Sí, cuando había comida para dividir… Había días con una sola comida y yo me guardaba comida abajo de la almohada, torta fritas. – ¿De dónde las sacabas? – Mis hermanas grandes hacían una fuente de tortas fritas, me comía una y la otra la guardaba para el otro día. Había Navidades que mi madre cerraba todo muy temprano y de repente escuchábamos a todos festejar y nosotros durmiendo temprano. Mi madre tampoco quería que viéramos eso. –Y comían una sola vez por día. – A veces sí. “ME ENCANTARÍA SER UN EJEMPLO DE MUCHA OTRA GENTE QUE PUEDE SALIR DE LA POBREZA, PERO NO. LA VIOLENCIA ES TAN FUERTE QUE UNO NO PUEDE SALIR DE ESOS CONTEXTOS” – Eso es duro. – Es muy duro. Me encantaría que solo fuera un relato, pero hay mucha gente. Con la realidad argentina ahora, vas caminando y hay niños que te piden. Vas a comer a un lugar y es la realidad de mucha gente. Me encantaría que solo fuera un relato de alguien que salió de eso y ser un ejemplo de un montón de otra gente que puede salir, pero no. La violencia es tan fuerte que uno no puede salir de esos contextos. Realmente yo tuve suerte, yo no me considero un ejemplo de nada. “SI YO ESTOY REESTRENANDO UNA OBRA ES PORQUE MIS HERMANOS ME SOSTUVIERON Y YO NO TUVE QUE SALIR A LABURAR” – ¿Y tuviste una mamá que trabajó todo el tiempo? – Sí. Limpiadora, limpiaba casas. Mis hermanos también laburaron desde muy chiquitos. María Laura Santillán Con Evitta Luna: “YO ME GUARDABA COMIDA DEBAJO DE LA ALMOHADA, TORTAS FRITAS. ES MUY VIOLENTO NO TENER PARA COMER. YO SOY UNA EN UN MILLÓN, TUVE SUERTE" – ¿Qué es “chiquitos”? – 15 años. Sí, mis hermanos varones fueron como mi padre. – No había un papá. – No, mis hermanos. Si yo me pude dedicar a lo que me dedico, al arte, si hoy estoy reestrenando una obra, es porque mis hermanos me sostuvieron y yo no tuve que salir a laburar. Si yo pude soñar con otra cosa fue porque mis hermanos salieron a laburar y yo recibía lo que ellos traían además de lo que traía mi madre. – ¿Siempre te lo tomaste con humor? ¿Y el resto de tus hermanos también? – Sí, hay algo en el humor que te hace sobrevivir la pobreza. Uno sobrevive, porque es tan violenta que muchas veces no se sale de esos contextos. – Y tampoco se puede pedir ayuda. – No. Ahora hay una cosa muy individualista en la modernidad, que es esta cosa de “si vos querés, podés”. ¿Cuánta gente labura, cuánta gente se rompe el lomo laburando? Se toman subte, bondis, todo. No te da la plata, no te da el tiempo para soñar. Porque para pensar en crear tenés que tener tiempo. Para poder leer tenés que tener tiempo. Y si vos estás todo el día laburando, lo único que querés hacer es llegar a dormir. “NOS CRIAMOS ENTRE NOSOTROS, YO ME CRIÉ A LOS PONCHAZOS – Cuando viniste a Buenos Aires ¿quedaron en Montevideo todos tus hermanos? – Sí. Están todos estudiando, laburando, todos pudimos salir de ese contexto violento. Gran laburo de mi vieja y de mis hermanos. – ¿Cómo es tu vínculo con tu mamá? – Yo la amo, salgo del lugar de hija para verla. Lo hablo mucho con la psicóloga, fue una mujer que hizo lo que pudo. No sé bien en qué momento la empecé a ver como mujer, además de como mamá. Porque como mamá éramos nueve, ella hizo lo que pudo, a veces estaba el reconocimiento de ella y otras veces no. – ¿En qué sentido? – En que éramos un montón. Nos criamos entre nosotros, ella laburaba todo el día. "Si vos estás todo el día laburando, lo único que querés hacer es llegar a dormir", planteó Evitta Luna – O sea que estaba un poco ausente por el trabajo. – Por supuesto, sí. Hay algo de esta cosa de jubilada que yo te digo porque un poco me crié a los ponchazos. Nos criamos entre nosotros, me crié yo sola. “YO DECÍA: NACÍ EN EL BARRIO EQUIVOCADO. YO VOY A SER FAMOSA” – Los contrastes son muy importantes. Cómo vive la gente en las grandes ciudades y cómo vive en algunos barrios. ¿Dónde vivís ahora? – Acá en Palermo. “MI MADRE NOS LEÍA MUCHO, HABÍA UN MUNDO DE FICCIÓN QUE PARA MÍ ERA UN MUNDO POSIBLE” –El contraste es muy grande, hay costumbres que a vos no se te podían ocurrir seguramente cuando eras chica. – Mi madre nos leía mucho, entonces había un mundo de ficción que para mí era un mundo posible. El baterista de Cerati contaba en una entrevista que él sentía que iba a laburar con Cerati. Lo sentía, no tenía contacto, pero sabía que él iba a terminar laburando con Cerati. Yo sabía de chica que había algo mal en la matrix. Yo decía: nací en el barrio equivocado. Y le decía a mi hermana: yo voy a ser famosa. Sentía que tenía un propósito muy grande en la vida. Lo sigo sintiendo. – ¿O sea que vos podías soñar? – Sí, pero me motivaron mucho mis hermanos. Mi madre laburaba todo el día y los más grandes inventaban mundos para que nosotros nos entretuviéramos. Mi hermana Floppy, por ejemplo, armaba y dibujaba historietas. “LA PLATA PARA MÍ ES SEGURIDAD, ES PODER CUBRIR UN BACHE EN MI FAMILIA” – En Buenos Aires ahora ves que mucha gente no cocina y pide delivery. ¿Qué hacer con la plata que ganas en este contexto tan distinto? – Yo soy medio inconsciente, no porque gaste, yo no gasto. Me gusta salir a comer, me gusta invitar, ser host, me gusta armar picadita, invitar a toda mi familia a comer. Esas cosas me gustan, pero después no tengo grandes gastos y tampoco le doy un valor a la plata que siento que no tiene. La plata para mí es seguridad, es poder cubrir un bache en mi familia, un bache conmigo. Me esguincé hace unos días, me podía pagar una prepaga. Me atendieron súper bien y dije: ok, acá está la plata. En lo verdaderamente importante, en la salud, en pagar una comida con amigos, en viajar. "Yo decía: nací en el barrio equivocado. Y le decía a mi hermana: yo voy a ser famosa", recordó Evitta Luna – ¿Ayudas a tu familia? – Sí. Es que tampoco lo veo como “ayudar”. Es como devolver un poco. Para mí la plata está para eso. – Es obligatorio. – Ni siquiera lo siento como una obligación porque se los debo, no, no. No siento que no debo nada. Les agradezco. La plata, ¿para qué? ¿Va a estar ahí guardada? Tampoco es que tengo tanto, María. – ¿Y donde están ellos? ¿Están todos en Uruguay? – Sí, soy la única que está en Buenos Aires, están en Montevideo. Con sus vidas. Sus familias. – ¿Cuánto cambió que a vos te fuera muy bien en Buenos Aires? Estás en el streaming de Olga, un streaming importante. – Yo creo que cambió la seguridad mía con respecto al mundo, mía con respecto a cómo me vinculo. También cambió la seguridad de mi familia. Si hay un bache, saben que pueden contar conmigo. No abusan de eso tampoco. De hecho todo el tiempo me dice, “Eva, te lo devuelvo”. No, no me devuelvas nada, si yo lo puedo cubrir. Eso también me ayudó en un montón de cosas, hay un colchón al cual caer en el día de mañana si hay una pandemia, si el día de mañana a alguien echan. Si el día de mañana precisan algo saben que yo voy a estar, como yo sé que ellos van a estar si el día de mañana yo me quedo sin nada. “EL AÑO PASADO SUFRÍ MUCHOS ATAQUES DE PÁNICO, ESTA CIUDAD ES MUY SALVAJE, MUY JODIDA” – ¿Los extrañás? – Sí, pero a la vez estoy contenta. Estoy contenta de haberme venido. El año pasado sufrí muchos ataques de pánico, esta ciudad es muy jodida. "Cambió la seguridad de mi familia. Si hay un bache, saben que pueden contar conmigo", explicó Evitta Luna – ¿Qué los provocaba? – Es una ciudad muy salvaje. – ¿Hubo algún episodio? – Los estímulos. Todo el tiempo pasan cosas, todo el tiempo te estás perdiendo de todo. Me ayudó mucho Tomás Quintín Palma. – ¿Era tu novio? – Era mi novio. Yo lo amo mucho. – ¿Y la psicóloga? Nombraste varias veces a la psicóloga. – Hay una psicóloga que es uruguaya, ahora seguimos por videollamada. Tomás y mi psicóloga me ayudaron mucho. Estuvieron ahí, fueron una red de contención muy grande para los ataques de pánico, para la angustia. – En qué somos distintos los porteños y los montevideanos. – Son intensos los porteños, yo también soy intensa, pero hay algo de la velocidad de las cosas que me da un poco de pánico. – ¿Ustedes van más tranquilos? – Sí. Mucho más lento. Hay algo de mirar a los ojos al otro. "Son intensos los porteños, yo también soy intensa, pero hay algo de la velocidad de las cosas que me da un poco de pánico", expresó Evitta Luna – ¿No te miran a los ojos? – Hay algo de la velocidad, de que la gente está a su ritmo, en su mundo, que está bien. La ciudad te lo exige, la gente tiene que laburar muchas horas. Yo a nivel racional lo entiendo, pero después por el cuerpo… Estoy sola en esta ciudad inmensa, sin amigos. – ¿No te hiciste amigos nuevos? – Ahora sí, este año sí. Calmamos. Estoy viendo cuáles son mis necesidades, estoy armando mis grupitos. Olga es un lugar muy alegre que me hizo muy bien. Todo el verano en Olga fue un abrazo. Blender también el año pasado lo fue. Pero Olga es un lugar más de entretenimiento, es un lugar liviano para este momento de Argentina, que es medio caos. “ME AFECTA TODO. FAMILIAS ENTERAS EN LA CALLE, ME AFECTA” – Argentina siempre es “medio caos”. – Sí, ya sé. Y me afecta todo, María. Yo me ponía a llorar mucho. Me venían a pedir, me venían a vender unas medias y me ponía a llorar. Me sigue pasando. – ¿Eso no pasa en Uruguay? – Sí, pasa, pero acá son familias enteras en la calle. Me afecta. – ¿Te afecta mucho? – Sí. Ahora uno lamentablemente se acostumbra al horror. En Uruguay pasa, seguro. En Piedras Blancas pasa. Pero no sé por qué acá… Quizás es porque no tengo mi red de contención. También toda la violencia del gobierno… son cosas que a mí me afectaron. – Todavía no encontraste cómo evitar que eso te pase? ¿O un espacio? – Seguramente me estoy acostumbrando. Ahora me afecta menos que el año pasado. – ¿Cómo apareció el personaje de la tarotista? ¿Creés en el tarot? ¿En qué creés? – Yo creo en todo, María. Sí, creo en la gente. Creo en Dios, no en la Iglesia, pero sí creo en Dios, creo en el universo. En la obra hablo mucho del universo, yo me sentí siempre muy conectada con el universo. Había cosas que yo le pedía que efectivamente terminaban sucediendo. – ¿Vos le hablabas al universo? – Todo el tiempo. “Por favor, ¿estás ahí?” A Dios yo lo veía como el universo. Siento que hay una fuerza muy poderosa. Que el universo también soy yo, también sos vos, que está entre todos nosotros. Y a la vez es una red conectada. Medio flashero. "En la obra hablo mucho del universo, yo me sentí siempre muy conectada con el universo", contó Evitta Luna – Vos le pedías y se iba cumpliendo. Ojo con lo que le pedís. – Te juro. Pasaban cosas cuando yo era chica. “Voy a ser famosa”. Yo sabía que iba a vivir en Buenos Aires, lo sabía, sabía que iba a tener un novio acá. Después pasó lo de Tommy. – Ahora no hay novio. ¿Ni hay ganas? – Sí, ganas siempre hay. Soy cáncer. Amo el amor. La tarotista empezó medio en broma. Siempre hacía como que sabía, pero no sabía nada. Empecé a hacer videos y la gente me decía, “no puedo creer, ¿es real lo que decís?” “¿Vas a adoptar Virgo? ¿Vas a adoptar un perro?” Adopté un perro y la gente empezó a flashearla. Empecé a hacerlo y lo dejé de hacer en las redes para que la gente vaya al teatro. – Qué más divertido en el streaming, ¿hablar con la gente que tiene tu edad, como Marti Benza, con los mismos códigos o hablar con los más grandes, como Migue o Lucas? – Hay algo de la edad de Migue o Lucas, o Marcos y Tomy en Blender que me gusta, me identifico. – Claro, sos una jubilada. – Con los centennials por ahí me siento identificada en un montón de cosas, pero hay algo de lo individual... No me siento identificada con lo individual, me siento identificada con lo colectivo, con el otro, con pensarnos en comunidad. Ahora salió en “El Eternauta” eso de que nadie se salva solo. Siento que hay que volver a la comunidad. Siento que hay que volver a eso, que la respuesta siempre está en el otro, yo soy mejor porque el otro me hace mejor. – Le pusiste a tu espectáculo “Pará desquiciada”, ¿a quién se lo estabas diciendo? – A mí misma. Sí quería llevarme todo por delante, y frustra también. – ¿Ahora no? – Sí, yo quiero seguir llevándome todo por delante. Pero el límite es el otro, y a veces me frustro. Hoy tuve terapia y lo hablábamos con la psicóloga. Tuve dos rechazos muy importantes, en el amor y en un casting. Y me frustró porque no había nada que yo pudiera hacer para cambiar esos rechazos. Siempre tengo esta filosofía: lo único que no podemos modificar es la muerte, pero después todo se puede hacer. Entonces cuando recibo dos rechazos y yo no puedo hacer nada… – El rechazo en un casting es que eligieron a otro. – Sí, pero me da una bronca… ¡Decime qué tengo que mejorar! Fue algo comercial, no fue algo de un personaje, del talento. Entonces a mí me frustró mucho porque es comercial, una imagen que ellos quieren. – Una hija de su madre. – Una hija…jajajaja. Tengo una bronca, no voy a decir quién. María Laura Santillán Con Evitta Luna: “NO QUIERO PASAR EL RATO. EL AMOR ES TAN RARO QUE SURJA, ¿VAMOS A DEJAR PASARLO?" – Además, el rechazo amoroso. – Parecía que estaba todo bien y después hubo un rechazo. No estaba para nada profundo. “NO QUIERO PASAR EL RATO. ES TAN RARO QUE SURJA EL AMOR. CUANDO SURGE, ¿VAMOS A DEJAR PASARLO?” – Que él quería hasta ahí nomás. – La diversión. Está todo bien con la diversión, pero si me gustás yo quiero todo con vos. Y bueno, no pasó. – Claro, sos una señora grande. “No quiero pasar el rato”. – No, yo no quiero pasar el rato. Si me gustás mucho y veo que cumplís con todo. El amor es tan raro que surja. Cuando surge, ¿vamos a dejar pasarlo? – ¿Era amor? – Qué sé yo, fue muy fuerte, fue muy fuerte. Cuando pasa el amor, cuando suceden los encuentros que es todo tan guau... El amor es tan raro de encontrar en estos días que encontrarlo me parece un acontecimiento. “HACE MUCHO QUE NO LLORABA POR UN VARÓN, EL CUERPO SE ME INUNDA” – ¿Pasó por única vez el episodio del amor que te acaba de frustrar? – Hace mucho no me pasaba llorar por un varón y lloré por esto. El cuerpo se me inunda. Hace años que no lloraba por un varón. – ¿Está cerrada la puerta? – No, está súper abierta siempre. – ¿Por qué tanto llanto si no está cerrada la puerta? – Es que siento que me pasaron pocas veces encuentros tan buenos. La vida es tan loca. Confío en la vida. – Esperalo. – No, yo no voy a esperar a nadie. Yo voy a hacer mi vida y si suceden otros encuentros, va. "Siento que me pasaron pocas veces encuentros tan buenos", confesó Evitta Luna (Fotos de Gustavo Gavotti) – Evitta es tu nombre artístico, te llamás Evangelina. En Argentina Evita no es lo mismo que en Uruguay. – Cuando me puse el nombre en Instagram dije: tiene que ser cortito para que sea pegadizo. Como soy chiquitita dije “Evita” y hoy en día me siento muy identificada con ese nombre. Acá está Evita Perón y me siento bastante identificada también con todo ese movimiento. Me gustó como sonó, sentía que era pegadizo. – ¿A dónde querés llegar cuando soñás? – Yo soy soñadora. Me gustaría que sea algo colectivo, yo no sueño con esta cosa individualista. Me gustaría hacer personajes importantes en el cine, escribir obras de teatro que cambien perspectivas. – Por lo tanto, la expectativa es alta. – Ser alguien importante del teatro uruguayo. Quiero mejorar mi comunicación acá en Argentina y me gustaría hacer algo colectivo. Estoy segura de que es con el otro siempre. Me gustaría escribir mejores obras de teatro, tener más conciencia social y mejorar cada día en mi arte, en el cine, en los personajes que haga, en las cosas que elija involucrarme. Me gustaría ser responsable a la hora de comunicar. – No entra en el día todo lo que hacés. – A mí tampoco, estoy muy cansada. – Trabajás en el streaming, estudiás, hacés la obra de teatro, escribís, jugás al fútbol, vas a la psicóloga. – Ahora estoy también dirigiendo un espectáculo, es mi primera dirección. Soy joven, siento que es ahora la energía. No tengo novio ahora, eso me da tiempo de todo. – Es eso, agradécele al rechazo. – La verdad que sí.

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