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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 31/05/2025 18:54
Lo que durante años fue visto como una costumbre argentina casi inofensiva, hoy está en el centro del debate vial. Dos provincias del país —Mendoza y Córdoba— decidieron prohibir la práctica de tomar mate mientras se conduce en rutas y calles, y establecieron severas multas que buscan desalentar esta conducta por considerarla peligrosa. Mendoza: tomar mate puede costar hasta $420.000 En la provincia cuyana, tomar mate al volante se considera una “falta gravísima” según el Decreto 326/18, que complementa la Ley 9.024 de Seguridad Vial. La normativa establece que conducir sin ambas manos al volante constituye una infracción sancionada con 1.000 unidades fijas. Cada unidad equivale actualmente a $420, por lo que la multa puede ascender a $420.000. La medida no deja margen de duda: quitar una mano del volante para cebar o tomar mate puede tener consecuencias económicas severas para los conductores. Córdoba también sanciona la práctica En Córdoba, aunque la normativa es distinta, el espíritu es el mismo. Allí, tomar mate se enmarca dentro del concepto de “manejo inseguro”, al igual que fumar al conducir. La multa es de 20 unidades fijas, y cada una está valuada en $1.200, lo que lleva la sanción a $24.000. Además, el valor de la unidad fija se actualiza mensualmente y es publicado en el Boletín Oficial por la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro (FECAC). No hace falta que te detengan: las cámaras también multan Una particularidad que comparten ambas provincias es que no es necesario que un inspector de tránsito detenga al conductor para aplicar la sanción. Las cámaras de seguridad vial están autorizadas a registrar estas infracciones automáticamente, y las multas llegan directamente al domicilio del infractor. Fumar, también prohibido El director del Observatorio Vial Latinoamericano, Fabián Pons, explicó que cada provincia tiene autonomía para decidir qué prácticas al volante considera riesgosas. En Córdoba, por ejemplo, está prohibido fumar cigarrillos o usar vapeadores mientras se conduce, ya que, al igual que el mate, implican soltar una mano del volante y distraerse de la conducción. Cambios culturales en nombre de la seguridad Aunque tomar mate al manejar forma parte de un ritual profundamente arraigado en la cultura argentina, las autoridades viales insisten en que el objetivo de estas medidas no es solo recaudar, sino generar conciencia sobre la necesidad de mantener el control absoluto del vehículo. La discusión está abierta: ¿debe regularse una tradición tan común por razones de seguridad? Mendoza y Córdoba ya tomaron posición.
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