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Concordia » El Heraldo
Fecha: 31/05/2025 14:07
El Coro Estable había recibido la invitación para ir al Vaticano y cantar frente al Papa (hoy Santo), Juan Pablo II. En los meses previos todo nuestro esfuerzo, todo nuestro pensamiento y expectativa, se centró en ese encuentro y en la gira que haríamos por Europa. Soportamos con entusiasmo días de intensísimo calor, de perder siestas, de estar con nuestras familias, pero no faltábamos a los ensayos del repertorios de canciones que íbamos a presentar. Cada día nos esperaba el gran y querido Enrique de Monte Casero en la puerta de la U.T.N. Fueron meses de preparar el gran viaje a un lugar muy especial. Hasta que llegó el día; era un día de sol, cuando como en un sueño, entrábamos a la Plaza San Pedro. Y lo que creíamos iba ser difícil, burocrático, quedó en el olvido, porque fuimos recibidos y guiados hasta el lugar donde estaría Juan Pablo. Como decimos nosotros, entramos como “pancho por su casa”. Nos ubicamos cerca de Él, sin barreras que se interpusieran, detrás de las vallas estaban miles de peregrinos de todo el mundo. Le emoción era intensa, hasta que sentimos el grito de la gente ¡Viva el Papa! Y comenzamos a ver la blanca figura sobre el “papa móvil”, deslizarse entre la multitud, no sé como hicimos, pero con la emoción del momento y ante la indicación del Maestro Enrique comenzamos a cantar “De allá Ité”, un tema correntino muy delicado, hermoso, y así desde nuestro lugar, acompañamos su recorrido por la plaza. Hasta que se ubico en su sillón. Dese allí dijo su discurso y fue saludando a alguna instituciones o personas, hasta que dijo las palabras que sacudió nuestro corazón, “están presente el Coro Estable de Concordia Argentina”. Rápido el Maestro Enrique, levantó sus brazos, como abrazando a todos y nos dijo: cantemos con el alma, que el mundo escuche en este momento el Canto de nuestra América Aborigen”. Y entonamos Raíz, de Damián Sánchez. El Papa lo escucho con mucha atención, hasta el final. Es que más que con la voz, lo cantamos con el corazón. Luego como si faltara algo para llegar al colmo de la emoción, nos dijeron, acérquense al Papa para sacarse una foto de recuerdo. Creíamos que allí terminaba todo, pero después de la foto se marchó, pero giró y volvió para saludarnos a cada uno , dándonos la mano y diciéndonos algo. Yo recuerdo que fui sereno a su encuentro, pero , luego de que apretó mi mano y vi su mirada tan clara, parecida a la de un niño, caminé unos metros , se me aflojaron las piernas y caí de rodillas. Mientras secaba mis lágrimas, di gracias a Dios por ese momento tan hermoso que nos regaló, a cada uno de los coreutas. Un Papa, hoy San Juan Pablo II, el Coro Estable de Concordia ( el Coro de Enrique de Monte caseros), que puso su alma en nombre de Argentina para cantarle al Papa , no dos temas ( como nos habían indicado), sino ,más de 10, aplaudidos por los peregrinos y el mismo Papa. Me agregué Yo, porque hace 30 años que comencé a escribir “oficialmente” para todos ustedes en el Diario El Heraldo, a instancia de la invalorable periodista y humilde Señora Graciela Liebermann, que me encargó hacer la nota de este encuentro con Juan Pablo, para mí una nota memorable. Lo que celebro y agradezco a Dios y a los directivos de la empresa por permitírmelo. Agradezco también al grupo de coreutas que dedico un mayor esfuerzo, para que este sueño se cumpliera. Pero hay dos seres excepcionales y únicos que quiero recordar y que también sea para ellos mi humilde y cariñoso homenaje: CHICHA VALENCIA ( PIANISTA EXCELSA Y AMIGA DE TODOS) Y ENRIQUE DE MONTE CASEROS, DIRECTOR INEFABLE DEL CORO ESTABLE DE CONCORDIA, EN AQUEL 31 DE MAYO DE 1995.
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