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» El Sur Diario
Fecha: 30/05/2025 23:50
La crisis en Acindar golpea con fuerza a la Cooperativa 7 de Mayo. Tras la reciente paralización del Tren Laminador N°2 y el anuncio de que trabajadores propios de la acería ocuparán puestos donde hoy operan cooperativistas, el presidente de la entidad, Cristian Horton, aseguró que atraviesan “un momento desesperado”. “Nos venimos adecuando desde hace un año a los nuevos volúmenes de trabajo. Ya sufrimos una caída del 50% en la facturación, pero esta última decisión directamente nos deja sin ingresos y sin puestos”, denunció Horton, en diálogo con la prensa. Actualmente, 137 trabajadores de la cooperativa se ven afectados por esta medida, en un contexto de fuerte contracción industrial. Según relató el dirigente, la decisión de Acindar no fue formalmente notificada como definitiva, pero sí comunicada como un “anuncio” por parte de la empresa. Horton afirmó que, tras una asamblea gremial y el inicio de medidas de fuerza avaladas por la UOM, la compañía acusó a la cooperativa de actuar con malicia: “Nos dicen que les hicimos daño por defender nuestro trabajo. Es una falta de respeto y de consideración”. En paralelo, los trabajadores se sienten excluidos de los acuerdos que la empresa mantiene con el gremio. “No cobramos el bono que se acordó con el sindicato, ni fuimos incluidos en los planes de suspensión. Es una actitud discriminatoria”, subrayó. Durante la jornada del jueves, Horton mantuvo una reunión con el intendente Jorge Berti y solicitó el respaldo de dirigentes políticos y de la comunidad. “No estamos peleando por vacaciones ni por cambiar el auto. Estamos peleando por el plato de comida de nuestras familias”, expresó. La Cooperativa 7 de Mayo lleva 29 años prestando servicios dentro de Acindar y llegó a tener 265 trabajadores en sus mejores épocas. Hoy, su plantilla se redujo casi a la mitad. “Siempre nos adaptamos sin conflictos. Durante la pandemia fuimos los que cargamos un buque para que la empresa pudiera seguir operando”, recordó Horton. “Eso es cooperar”. Finalmente, advirtió que la situación que atraviesan podría marcar un precedente para otras contratistas. “Esto afecta a todo el mundo metalúrgico de la planta. Hay muchas empresas con problemas. Si no hay solidaridad y respuesta política, lo que está en riesgo es el empleo de cientos de familias de Villa Constitución”, concluyó.
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