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» Comercio y Justicia
Fecha: 30/05/2025 15:04
La reaparición del crédito hipotecario, junto a una mayor estabilidad macroeconómica, comienza a sentar las bases de una nueva etapa para el real estate argentino. Según últimos datos del Colegio de Escribanos en la Ciudad de Buenos Aires, hubo un total de 5.471 escrituras de compra venta, lo que representa un crecimiento del 50,5% respecto al mismo mes del año pasado. El monto total involucrado ascendió a $727.050 millones, lo que implica un incremento del 160,4% interanual. Respecto a las escrituras con hipoteca, hubo un total de 1.192, una cifra inédita desde 2018 y que marca un crecimiento de más del 1000% frente al mismo mes del año pasado. La evolución positiva del mercado no es casual, sino que es el resultado de un contexto que empieza a mostrar signos de mayor previsibilidad: un dólar más calmo, nuevas medidas oficiales para fomentar la bancarización, y la expectativa de una progresiva salida del cepo cambiario. “Las nuevas medidas representan un primer paso importante hacia el fortalecimiento del sistema bancario argentino. Son acciones que buscan simplificar la vida de los argentinos, evitando el manejo excesivo de efectivo”, sostuvo Francisco Bosch. Aun así, advierte que todavía hay desafíos por delante. “Para que este proceso se consolide, es fundamental que el sistema bancario se modernice y se habiliten mecanismos simples para que los compradores puedan reservar y reforzar propiedades directamente a través del sistema financiero, sin costos ni penalidades. Esa confianza y fluidez podrían atraer muchos de los dólares que hoy están fuera del circuito formal”, subrayó. Miranda Bosch, referente del segmento premium y con fuerte presencia en el mercado de arte y real estate, observa un nuevo perfil de inversor. Hoy, quienes tienen dólares empiezan a mirar con otros ojos al ladrillo. Hay una combinación de oportunidad, refugio de valor y posibilidad de crecimiento real. “Si bien todavía estamos lejos de ver un impacto concreto en el corto plazo, esta dirección puede generar confianza, aumentar los depósitos en dólares dentro del sistema financiero y, eventualmente, permitir que los bancos empiecen a ofrecer créditos hipotecarios en dólares con tasas razonables. Ese es uno de los grandes pendientes para reactivar el mercado inmobiliario. ”, concluyó Bosch.
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