31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:31
31/05/2025 19:30
31/05/2025 19:30
31/05/2025 19:30
31/05/2025 19:30
» Facundoquirogafm
Fecha: 30/05/2025 11:47
Se confirmaron muchos nuevos casos, especialmente en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), lo que marcó un preocupante rebrote. El fenómeno encendió las alarmas, tanto en el sector público como en el privado. Las autoridades sanitarias nacionales implementaron medidas inmediatas para frenar la propagación del virus, incluyendo campañas de vacunación de refuerzo, operativos de control en aeropuertos y terminales, y acciones de concientización masiva. A su vez, organizaciones como OSDE se sumaron a estas estrategias desde el ámbito privado para reforzar el acceso a la inmunización. ¿Qué es el sarampión? El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa. Se transmite por el aire, a través de gotitas respiratorias que se dispersan cuando una persona infectada tose, estornuda o incluso al hablar. Su nivel de contagiosidad es tan alto que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una sola persona con sarampión puede llegar a infectar hasta 18 personas a su alrededor si estas no están vacunadas. Síntomas principales Los síntomas suelen aparecer entre 7 y 14 días después del contacto con el virus. Las señales más comunes incluyen: Fiebre alta Tos seca persistente Secreción nasal Conjuntivitis (ojos rojos e inflamados) Erupción cutánea característica que comienza en el rostro y se extiende al resto del cuerpo En muchos casos, el sarampión puede parecer una enfermedad leve, similar a una gripe fuerte, pero no debe subestimarse. En niños pequeños, embarazadas, adultos mayores e inmunodeprimidos puede desencadenar complicaciones graves, como: Neumonía Otitis media (infección del oído) Encefalitis (inflamación del cerebro) Pérdida de la visión E incluso la muerte en los casos más severos ¿Por qué volvió el sarampión a la Argentina? Si bien la Argentina logró eliminar la circulación endémica del sarampión hace más de dos décadas, eso no significa que el virus haya desaparecido del planeta. En los últimos años, se registraron rebrotes importantes en otras regiones del mundo, como Europa, África y EEUU. Estos brotes están relacionados, en gran parte, con la disminución de las tasas de vacunación. Este fenómeno responde a varios factores: la desinformación, el auge de movimientos antivacunas, la interrupción de campañas de salud por la pandemia de COVID-19, y la falsa sensación de seguridad ante enfermedades que dejaron de ser comunes. Todo eso se tradujo en una pérdida de la cobertura de inmunización colectiva, que es la principal barrera de protección frente a virus como el sarampión. En la Argentina, esta situación global tuvo su correlato: muchas personas no tienen su esquema completo de vacunación, ya sea por desconocimiento o por falta de acceso en ciertos sectores. Además, el aumento de los viajes internacionales facilita la reintroducción del virus. Una sola persona infectada que regrese al país puede desencadenar una cadena de contagios si entra en contacto con población no inmunizada. El rol de la vacunación: la herramienta más eficaz La vacuna triple viral, que protege contra el sarampión, la rubéola y las paperas (parotiditis), es la principal herramienta para prevenir esta enfermedad. Está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación y se aplica en dos dosis obligatorias: Primera dosis: al cumplir el año de vida Segunda dosis: al ingreso escolar, entre los 5 y 6 años Además, en situaciones epidemiológicas especiales, se pueden indicar dosis adicionales de refuerzo o vacunaciones extraordinarias en personas adultas sin antecedentes comprobables de inmunización. Campañas actuales en marcha Frente al rebrote, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una Campaña Nacional de Vacunación, focalizada en zonas con mayor concentración de casos como la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense. La iniciativa incluye: Jornadas de vacunación en hospitales, centros de salud y espacios comunitarios Vacunación gratuita en estaciones de tren y centros comerciales Controles en aeropuertos para viajeros no vacunados Cómo prevenir La prevención es sencilla, pero requiere compromiso. Estas son las recomendaciones clave: Verificá tu carnet de vacunación: revisá si tenés aplicadas las dos dosis de la vacuna triple viral. Si no estás seguro, consultá con tu médico o acercate a un centro de salud. La vacunación es gratuita. Vacuná a tus hijos: es fundamental que los niños y niñas reciban las vacunas obligatorias a la edad correspondiente. La primera protección debe darse al cumplir el primer año, y la segunda antes de ingresar al colegio. Consultá con un profesional de salud: si tenés dudas sobre tu esquema de vacunación o si pertenecés a un grupo de riesgo (como embarazadas o personas inmunodeprimidas), pedí asesoramiento médico. En algunos casos se puede requerir una dosis extra o una evaluación específica. Evitá el contacto con personas con síntomas: si presentás síntomas compatibles con el sarampión, permanecé en tu casa, usá barbijo y evitá el contacto con otras personas hasta tener un diagnóstico. La consulta médica temprana es esencial. Problema de salud pública Más allá de los casos individuales, el rebrote del sarampión nos recuerda que el virus sigue siendo una amenaza latente y que su reaparición puede comprometer seriamente la salud pública. Cuando la tasa de vacunación baja del umbral del 95% de cobertura —requisito necesario para lograr la inmunidad de grupo—, se crean brechas que el virus puede aprovechar para circular nuevamente. Por eso, además de vacunarse, es fundamental difundir información confiable, combatir los mitos sobre las vacunas y mantener la vigilancia activa. La Argentina todavía se encuentra a tiempo de frenar este brote y evitar que se convierta en una epidemia. Pero para eso es necesario que cada ciudadano asuma un rol activo en la prevención. ¿Qué podemos hacer hoy? Revisá tu carnet y el de tu familia. Llevá a tus hijos a vacunar si no tienen las dos dosis. Consultá con tu médico si tenés dudas. Difundí información basada en evidencia científica. Evitá la automedicación y la desinformación. Ante síntomas, consultá de inmediato. El rebrote de sarampión en la Argentina es una señal de alerta, pero también una oportunidad para reforzar la conciencia sobre la importancia de la vacunación. Enfermedades como esta nos recuerdan que, aunque muchos virus estén controlados, no desaparecen del todo y pueden volver si bajamos la guardia. Con información clara, compromiso ciudadano y políticas públicas activas, es posible frenar esta amenaza. La prevención está al alcance de todos: vacunarse es un acto de cuidado y solidaridad que salva vidas.
Ver noticia original