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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 30/05/2025 07:14
¿Saben? Pensé que Mauricio Davico iba a perder las elecciones del 22 de octubre de 2023. Hoy, por eso, estoy seguro de dos cosas. La primera que me equivoqué y la segunda que no puedo ser como Patrick Jane de la serie "El Mentalista" y saber que va a suceder en el futuro. Si bien todo pintaba para que el ex intendente de Pueblo Belgrano ganara, pensé en quienes habían sido elegidos presidentes municipales por el pueblo de Gualeguaychú, desde 1983 a la fecha. Repasemos: Ricardo César Taffarel: 1983-1987 Manuel Alarcón: 1987-1991 Luis Leissa: 1991-1995 Daniel Irigoyen: 1995-1999 Emilio Martínez Garbino: 1999-2003 Daniel Irigoyen: 2003-2007 Juan José Bahillo: 2007-2015 Esteban Martín Piaggio: 2015-2023 Tras una simple observación, al menos de quien suscribe esta nota (larroquense de crianza y gualeguaychuense por elección), dichos nombres pertenecen a familias asentadas, tradicionales o como se decía antiguamente "familias acomodadas", bien vistas por la sociedad local, arraigadas a Gualeguaychú por su desarrollo profesional o comercial. Esa situación-ubicación previa a una elección les otorgaba en este caso un plus de cara a esa contienda, frente a sus adversarios. Lógicamente que no es solo esa cuestión porque cada uno, en su momento, calificó sobradamente para postularse a presidir la comuna local. Tampoco es mi intención a esta altura del siglo 21, ponerme a juzgar sus gestiones. De hecho "cada maestrito con su librito" logró importantes acontecimientos, obras y sucesos calificados para la ciudad, destacando a Bahillo como el primer intendente re-electo de Gualeguaychú, al que se le sumó luego Martín Esteban Piaggio. Volviendo al principio, creí que a "Palito" le iba a costar contrarrestar ese bono, teniendo en cuenta que su contrincante más importante fue Martín Roberto Piaggio. Pensé también en que viniendo del pueblo vecino como Pueblo Belgrano, más el desgaste que tuvo que sobrellevar ante el pedido a la Justicia para que no pudiera competir en las elecciones, argumentando que la propia constitución entrerriana no se lo permitía, podían jugarle en contra. Davico, hombre que supo conocer las unidades básicas, seguramente influenciado por su padre Héctor (a quien conocimos en tantos viajes en el "Ciudad de Gualeguay" de Messina), supo meterse en el corazón del pueblo vecino con "Nueva Generación", un espacio vecinal en el que abrazó a peronistas, radicales, independientes y también a quien pasaba por la vereda. Ganó dos veces y sintió que podía proyectarse a Gualeguaychú aprovechando sobradamente ese dicho: "en el momento justo, en el lugar indicado". Más allá de lo esgrimido, cabe analizar qué factores, si se quieren sociales, llevaron a la gente local a elegir como eligieron y por qué no pesó el argumento que aquí se plantea. La respuesta política, luego de tanto tiempo que pasó, es la más sencilla de responder donde quedó demostrado que la gente quería un cambio. Poco le importaron los apellidos viendo a un Davico carismático que podía satisfacer sus necesidades electorales. De hecho, el armado del sector antiperonista, recostado a la derecha y lo más lejos posible de la izquierda, supo no solo pergeñar una acertada campaña seductora al electorado en general en todo el país, si no también, ubicar el factor humano más potable para el momento. Era entonces el tiempo y había que aprovecharlo. No solo con "Palito" si no también con Rogelio Frigerio y Javier Milei. Convengamos, cada uno con su estilo, pero con un hilo conductor común. Así, Davico, a quien no conozco personalmente, rompió con esos esquemas que parecían afianzados a la sociedad local. Y cada ciudad de nuestra provincia cuenta con familias arraigadas, "asentadas", como ya escribimos, muchas que se hacen notar, les gusta; también hay de las otras que no les gusta exponerse, pero se saben quiénes son. Como otras que aparentan… en fin podríamos seguir dando ejemplos, sobre todo en Gualeguaychú donde aún nos conocemos, no sé si todos, pero varios. La calle 25 ha cambiado. Antes ingresábamos desde la ruta 14 solo por la Urquiza. La vía ya no se ve en ese largo trayecto de norte a sur, desde 2 de abril hasta el corsódromo. Es decir que la ciudad viene cambiando su fisonomía, ¿por qué no puede cambiar también cómo votar? Luis Evaristo Alem Periodista
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