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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/05/2025 04:40
Los trabajadores del Hospital Garrahan reclaman una recomposición salarial (Foto: FuPeArte) Cuando un país es indiferente a chicos enfermos de cáncer que no son atendidos porque se desfinancia al efector por excelencia, que es el Hospital Garrahan, queda claro que se está construyendo una nueva Argentina, concebida para pocos, donde además día a día se deshidrata a todas sus potencialidades con sistematización y se cercenan sus fortalezas. Inútil que los jubilados alcen sus voces los miércoles, que los científicos insistan con su valía irremplazable. Mientras la inflación se mantenga a la baja y el dólar planchado, el gobierno del presidente Milei tiene –por ahora- el voto asegurado de un sector importante de personas que, aunque su sueldo se deteriore y haya perdido en comparación al 2022/2023 un 30%, con este índice de precios sobrevive. Y el dólar planchado permite que un sector de la clase media que disfruta de viajes internacionales se dé el gusto. Pero los primeros fríos invernales parecen encender las alarmas. Ramas industriales, como la metalúrgica en Santa Fe, muestran niveles de producción por debajo del 2022/23. El presidente de la AIM Rosario, Rafael Catalano, ante la caída interanual del 11.8% de facturación, le dijo a Infobae: “Nuestras industrias venían aguantando el empleo, pero entramos en un semestre clave y nos vamos quedando sin recursos. Hasta ahora hemos cuidado a nuestros operarios, que son altamente capacitados. Pero no sé por cuánto tiempo más”. Los metalúrgicos han perdido en la región santafesina 9 mil empleos y 23 mil a nivel nacional. Antonio Donello (UOM Rosario) le dice a este medio: “Estamos realmente complicados. Los compañeros nos piden primero que les mantengamos la fuente de trabajo, pero también nos dicen que les consigamos un aumento”. Esta realidad se replica en distintos rubros. Y ya se ha echado mano a lo habitual en épocas de crisis: suspensiones, vacaciones adelantadas, jubilaciones adelantadas, despidos. El empresariado responsabiliza de esta situación, en gran medida, a la apertura de las importaciones. Y dan como ejemplo la Feria de Cantón (China), donde empresarios argentinos que no fueron con gran decisión de compra vieron la oportunidad y regresaron con varios contenedores. “Habrá que ver a quién se lo venden, eso ya pasó en Argentina”, manifestó Germán Medina, tesorero de los metalúrgicos rosarinos. Hay muchas empresas que reemplazan la producción local por importación y, con ello, mano de obra extranjera. Esto deprime la demanda de consumo. Tal vez no inicialmente, pero llega. En Santa Fe, el lunes comienza Agroactiva. Veremos ante esta situación, que pega fuerte en la agroindustria, qué dirá en su discurso de apertura el gobernador Pullaro. El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, el domingo 25 señaló en su homilía que nuestra Argentina sangra con jubilados que no tienen remedios ni llegan a fin de mes, con madres de hijos cooptados por las adicciones, con quienes tienen familiares discapacitados y sin cobertura. García Cuerva insta a que, ante tanta defraudación política de años, sea la sociedad la que no baje los brazos y no reniegue de apostar por el amor, la paciencia y la solidaridad. El Presidente desoyó el mensaje del arzobispo. Lo evidenció solo en un gesto, dejando la mano tendida del jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. Pregunto: ¿qué valoró más la sociedad, el gesto presidencial o el llamado a dejar el odio atrás propuesto por el arzobispo porteño? ¿La sociedad a la que alude García Cuerva, está preparada para dejar el individualismo por el encuentro con el otro?
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