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Parana » ER 24
Fecha: 30/05/2025 00:10
CONTRATOS TRUCHOS: El Presidente del Tribunal de Cuentas DIEGO LARA y su pareja Paola Andrea Lisnofski cobraron 546 cheques oficiales mientras el Ministerio Público Fiscal miró hacia otro lado En la causa judicial más emblemática por corrupción administrativa de Entre Ríos —la de los contratos truchos en la Cámara de Diputados— aparece un rastro documental difícil de justificar. Entre los años 2015 y 2018, 546 cheques oficiales fueron cobrados por dos personas del mismo entorno familiar y político: el actual presidente del Tribunal de Cuentas de la provincia, Diego Lucio Nicolás Lara (el Zorro que debe cuidar el Gallinero, ya quein es el elegido por BORDET para presidir la oficina que contrala los «LADRONES»), y su pareja, Paola Andrea Lisnofsky. Según el registro contable del legajo CC 184/6-9, Lara figura como depositante de 165 cheques, mientras que Lisnofsky —por entonces sin función pública reconocida— aparece cobrando 381 cheques a nombre de terceros. Fechas, nombres y patrón Los cheques tienen fechas específicas: Diego Lara aparece cobrando desde el 11 de junio de 2015 hasta el 14 de septiembre de 2018 , con múltiples pagos en días consecutivos. aparece cobrando desde el hasta el , con múltiples pagos en días consecutivos. Lisnofsky, en tanto, figura desde el 18 de septiembre de 2015 hasta el mismo 14 de septiembre de 2018, repitiendo días con hasta 10 cheques cobrados en simultáneo. El patrón es claro: ambos percibieron cheques emitidos por la Cámara de Diputados, endosados o librados a nombre de supuestos empleados legislativos, que luego eran cobrados por ventanilla sin que exista constancia fehaciente de que esos empleados trabajaran en ningún despacho. En otras palabras: cobraban los sueldos de sus propios contratados. ¿Y la rendición? Lo más grave no es solo la cantidad, sino la ausencia total de rendición de cuentas. Muchos de los contratados no conocían que estaban registrados como tales; otros nunca vieron un peso. La modalidad fue descripta en su momento por fiscales como un esquema sistemático de desvío de fondos públicos mediante contratos legislativos simulados. Aun así, Diego Lara fue designado vocal del Tribunal de Cuentas en 2018, y hoy lo preside. Es decir: el mismo funcionario que aparece cobrando 165 cheques de dudosa legalidad, está a cargo de auditar las cuentas del Estado provincial. Una pareja, medio millón de dólares Aunque los valores nominales están en pesos, un cálculo estimado según la cotización oficial del dólar entre 2015 y 2018 ubica el monto total cobrado por Lara y Lisnofsky en más de 400.000 dólares de la época. A valores actualizados, el desfalco podría representar una cifra millonaria en pesos. Y sin embargo, nunca fueron imputados en la causa. Silencio institucional La maniobra fue parte de una matriz de corrupción tolerada —cuando no promovida— por los máximos niveles del poder legislativo de la provincia. El Tribunal de Cuentas nunca auditó esos contratos mientras Lara era legislador. Y ahora, tampoco lo hace, pese a presidir el organismo encargado de controlar el uso del erario público. Mientras tanto, quienes denunciaron estos hechos fueron perseguidos, desplazados o silenciados. La causa penal se fragmentó en múltiples expedientes y, como suele ocurrir, los únicos investigados fueron contratistas menores o empleados de bajo rango, dejando intacta la responsabilidad política. ¿Un caso más? En un sistema republicano serio, una sola aparición en planillas de cobro ajeno bastaría para la inhabilitación de por vida en cargos de control. En Entre Ríos, en cambio, te puede convertir en presidente del Tribunal de Cuentas. Y mientras tanto, los contratos truchos siguen sin juicio, sin condenas firmes y —sobre todo— sin devolución del dinero robado al pueblo entrerriano.
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