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Parana » APF
Fecha: 29/05/2025 20:30
UCR Activa criticó a dirigentes que entregaron el partido y se “alinearon sin discusión con el macrismo y la estrategia de Rogelio Frigerio, priorizando la participación política y la promesa de obras sin exigir compromisos firmes con los principios socialdemócratas y republicanos que definen a la UCR”. Sostuvo que la “misma lógica pragmática” se repetiría hoy con “nombres nuevos, como Azcué y Medina, pero idéntico oportunismo, frente a un gobierno nacional autoritario, mesiánico y destructor jueves 29 de mayo de 2025 | 19:40hs. Con el título “Cambio oro por baratijas”, la línea interna de la Unión Cívica Radical (UCR), UCR Activa Entre Ríos, cuestionó el “oportunismo de algunos intendentes tentados por algunos funcionarios con afiliación radical que cambian cercenamiento de derechos y la legitimación de un modelo político que ataca la democracia y la república, persigue a la cultura, castiga a los científicos y demoniza a los pobres a cambio de obras para garantizar su reelección”. A continuación el comunicado completo: Cambio oro por baratijas La frase de Hipólito Yrigoyen — «Que se pierdan mil gobiernos pero que se salven los principios» — debería ser la brújula moral del radicalismo. Sin embargo, una parte de los intendentes radicales entrerrianos parecen haberla olvidado, privilegiando la gestión y las obras por sobre los principios que dieron identidad a nuestra fuerza política. No todos proceden así. Existen excepciones honorables que mantienen la dignidad y defienden los valores partidarios. Pero una tendencia preocupante se repite: la de entregar convicciones a cambio de dádivas, en un pragmatismo que termina debilitando la esencia misma de nuestra política. En 2019, bajo la fórmula nacional de Juntos por el Cambio, dirigentes como Pedro Galimberti y Atilio Benedetti entregaron la estructura partidaria y se alinearon sin discusión con el macrismo y la estrategia de Rogelio Frigerio, priorizando la participación política y la promesa de obras sin exigir compromisos firmes con los principios socialdemócratas y republicanos que definen a la UCR. Esa misma lógica pragmática -vestida de astucia- se estaría repitiendo hoy, con algunos nombres nuevos, como Azcué y Medina, pero idéntico oportunismo, frente a un gobierno nacional autoritario, mesiánico y destructor. Los Intendentes son presionados y tentados por funcionarios con ficha de afiliación radical que forman parte del gobierno provincial y actúan como operadores para La Libertad Avanza. Son promotores de la entrega y la descomposición política. Lo más grave no es sólo el silencio cómplice sino el precio que pagan sus comunidades: cada obra gestionada bajo esas condiciones será recordada no como progreso, sino como moneda de cambio de una sumisión que implica el cercenamiento de derechos y la legitimación de un modelo político que ataca la democracia y la República, persigue a la cultura, castiga a los científicos y demoniza a los pobres. Es profundamente incoherente que estos intendentes apuesten a recibir obras y fondos cuando el propio gobierno nacional ha recortado en un 82% la inversión en obra pública, mientras que la coparticipación a provincias y municipios también ha sido severamente reducida. Esa expectativa se sostiene sobre una base económica que no existe, reflejando un pragmatismo desinformado o interesado que contradice cualquier sentido responsable de la gestión pública. Priorizar la infraestructura por sobre los valores no es gestión sino capitulación. Claudican ante un proyecto anarcocapitalista que desprecia la historia, la ética, las instituciones y odia al radicalismo. Ninguna obra justifica avalar políticas que destruyen la democracia, el federalismo y los derechos humanos y laborales. Cambian oro por baratijas. Las consecuencias son inmediatas y profundas: a corto plazo se consigue una foto favorable, a mediano plazo se pierde autoridad moral y, a largo plazo, la UCR se desliza hacia la irrelevancia, mientras que la sociedad aprende que todo se negocia, incluso lo indelegable. Invitamos a esos intendentes a salir de las oficinas y hablar con sus vecinos, a mirarles a los ojos y explicarles la encrucijada en la que se encuentran. Que les cuenten con honestidad la gravedad del momento político y lo que realmente implica aceptar dinero para obras o mejoras. Porque lo que está en juego no es una cuadra de asfalto ni una plaza remodelada, sino el destino democrático de la Nación, la República y los principios y valores que dieron origen a nuestro partido. Como nos recuerda la Profesión de Fe Doctrinaria: “No hay orden sin justicia ni justicia sin libertad. Ningún poder es legítimo si no se halla subordinado a los principios.” De eso depende nuestra identidad, nuestra historia y el futuro de la democracia en la Argentina y en Entre Ríos. (APFDigital)
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