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» Radiosudamericana
Fecha: 29/05/2025 19:20
Jueves 29 de Mayo de 2025 - Actualizada a las: 18:59hs. del 29-05-2025 ECONOMÍA "Hoy la pregunta es qué hacemos con los dólares que tenemos gaurdados", dijo a Radio Sudamericana Juan Esteban Chatelet, contador público. Quien evaluó todas las posibilidades en medio de una incertidumbre financiera. El dólar blue continúa con su comportamiento estable y sin reacciones bruscas. La cotización ronda los $1.170, con una punta compradora en $1.145 y una vendedora en $1.165, lo que representa un leve incremento de $5 respecto al día anterior. Como suele suceder, la operación depende del punto de venta y la negociación entre partes, pero el precio promedio se mantiene en el centro de la brecha. “Antes te consultaban cuánto iba a estar el dólar. Hoy te preguntan qué hacer con los dólares que tienen guardados”. Una de las claves del momento es el regreso de los bancos a su función tradicional: captar depósitos y ofrecer tasas atractivas, incluso en dólares. En algunos casos, ya hay plazos fijos en moneda extranjera que rinden entre 5% y 5,5% anual, con colocaciones mínimas desde un mes. También mejoraron las tasas en pesos: algunas entidades ya ofrecen un 30%, superando incluso la tasa de política monetaria del 29%. Además, se percibe un renovado interés del sector privado en acceder a créditos bancarios. Muchas empresas buscan refinanciar deudas tomadas en contextos inflacionarios extremos, cuando las tasas superaban el 100%. Con la inflación actual estabilizándose en torno al 40% anual, los bancos se convierten nuevamente en una opción viable para reorganizar pasivos. El blanqueo de los dólares Pero el eje más sensible está puesto en la masa de dólares que los argentinos tienen fuera del sistema. Según estimaciones internacionales, hay alrededor de 300.000 millones de dólares en manos de argentinos, fuera del circuito formal. Solo blanquear un 10% de ese monto significaría un ingreso de US$30.000 millones, comparable con el último sinceramiento fiscal. El Gobierno impulsa un programa bautizado informalmente como “reparación histórica del ahorro argentino”, que busca justamente traer esos fondos al sistema. Entre las medidas anunciadas se destacan: Transferencias entre billeteras virtuales y cuentas bancarias por hasta $50 millones mensuales sin ser reportadas a la Unidad de Información Financiera (UIF). Extracciones en efectivo de hasta $10 millones mensuales por persona. Plazos fijos, compra de bonos y acciones por hasta $100 millones por persona, también sin alertas. Consumos en supermercados y comercios por hasta $10 millones mensuales sin informar a ARCA. Esto no significa exención de impuestos, sino que se reduce el control automático que muchas veces generaba trabas innecesarias para pequeños o medianos ahorristas. “Hoy todos te facturan, hasta el que te vende chipá” “Hoy todos te facturan, hasta el que te vende una bolsita de chipá”, resumió con crudeza Chatelet al describir el impacto de la presión fiscal sobre comercios y consumidores en el nuevo escenario económico argentino. El contador analizó las tensiones que atraviesan a empresarios, comerciantes y consumidores en una economía que comienza a ordenar sus variables macroeconómicas, pero todavía muestra fuertes signos de recesión. El escenario actual explicó que requiere que el sector privado mejore su competitividad ante la eventual apertura de las importaciones: “Cuando empiecen a entrar productos libres de impuestos a la Argentina, se va a complicar el mercado interno. Por eso, el empresario tiene que invertir ahora, en personal, en su fábrica, en mejorar el servicio. Lo que no puede pasar es que la termine pagando la gente”, explicó. En cuanto a las inversiones, recomendó para el pequeño ahorrista el plazo fijo en pesos y, para perfiles más experimentados, la estrategia de carry trade: “Vender dólares a un tipo de cambio estable y colocarse en instrumentos en pesos que rinden un 3% mensual”. Consultado sobre el riesgo de una apertura económica desregulada, fue claro: “Si hay un exceso de libertad para comprar y vender cualquier cosa, te entran productos de afuera y matan el mercado interno. Eso implica despidos y cierre de fábricas. El gobierno tiene que arbitrar y buscar un equilibrio”. Finalmente, se mostró “moderadamente optimista”, valorando los avances macroeconómicos del Gobierno, pero advirtió sobre el impacto social del ajuste: “La gente sigue siendo muy cuidadosa con los gastos, y da la impresión de que lo va a seguir siendo por conciencia adquirida. Hay que ver cómo se recupera el poder adquisitivo y que esta vez no la pague el de siempre”.
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