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» Comercio y Justicia
Fecha: 29/05/2025 10:58
El gremio pedirá a las empresas un alza de 5,8% en mayo y poco más de 2% en junio. El sindicato a nivel nacional dispuso para hoy asambleas en todos los distritos. Sin embargo, UTA Córdoba prestará el servicio con normalidad. Recién el jueves próximo, si las prestatarias no pagan el aumento dispuesto, realizarán medidas. No obstante, la comuna volverá a cubrir la diferencia con subsidios. Con todo, la debilidad de las cuentas públicas dejan al Intendente sin mayor espacio para evitar un ajuste de tarifas dfa Por Alfredo Flury La Unión Tranviarios Automotor (UTA) dispuso la realización de “asambleas informativas” en los diferentes distritos del interior del país a partir de hoy, ante la negativa de los empresarios del sector a suscribir un acuerdo salarial. Las asambleas se llevarán a cabo en las puntas de línea de las distintas empresas, según un comunicado firmado por Jorge Kiener, secretario General Adjunto de UTA. Sin embargo, la medida no se aplicará en principio en la ciudad de Córdoba, según adelantaron fuentes del gremio de esta capital a Comercio y Justicia. “Vamos a esperar hasta el cuarto día hábil de junio, o sea el jueves próximo, para que se liquiden los salarios con un aumento de 5,8% como parte de la paritaria que incluye otro porcentaje extra en junio y que totaliza casi 9%”, explicó la fuente. Si esa mejora no se efectiviza, recién ahí UTA Córdoba resolvería medidas de fuerza. Sin embargo, todo indica que el aumento se terminará pagando y que el transporte en la ciudad de Córdoba será normal, no así en otras jurisdicciones que ya anticiparon que las empresas no están en condiciones de cubrir la mejora. Es que, como ocurre desde que asumió Daniel Passerini, la cobertura de los aumentos salariales los asume el municipio con fondos propios, luego de que el presidente Javier Milei dejara de girar recursos a modo de subsidios para el interior. Pero la situación de las cuentas públicas de la comuna no transitan su mejor momento. Los números reflejados por Comercio y Justicia el martes pasado, dejan al descubierto un panorama complejo, encima con un conflicto que ya lleva semanas y que protagonizan los agentes públicos nucleados en el Suoem, en reclamo de mejoras salariales. Margen Entre los argumentos de Passerini para congelar los aumentos de salarios a los empleados, figura justamente la retracción de los ingresos respecto al incremento de los gastos. En ese contexto, y tal como lo informó este medio, hasta el 30 de abril pasado, las transferencias para erogaciones corrientes llegaron a 58.302,6 millones de pesos, 79,6% más elevadas que hace 12 meses. Ese item incluye básicamente los subsidios al transporte urbano de pasajeros. En la práctica, el municipio destina más de 10 mil millones de pesos mensuales para sostener el servicio y evitar un aumento del boleto que se mantiene en 1.200 pesos, a diferencia de Rosario o Santa Fe que ya lo elevaron entre 1.440 esta última y más de 1.500 pesos la principal ciudad de esa provincia. El propio Passerini ya dijo en varias ocasiones que la idea es comenzar a subsidiar la demanda y no a las empresas a través de los sueldos de los choferes. En la práctica, el dinero se destinará a cubrir parte del costo del pasaje de aquellos usuarios de bajos recursos, situación que ya ocurre a través de los boletos subsidiados de la Provincia y ahora, con la SUBE, con los atributos que benefician a otros sectores. El ahorro así en la partida destinada a solventar parte del costo real del boleto iría a evitar que quienes paguen tarifa plena, deban erogar el valor real del boleto que, según la Fetap, se ubica ya por encima de 2.500 pesos, cifra impagable para cualquier usuario. Con todo, la estrategia es subir el boleto de los 1.200 pesos actuales a un valor de al menos 1.500 o 1.700 pesos. Pero Passerini condicionó esa medida a que el servicio mejorara y que también debutara la SUBE. Si bien el servicio sigue mostrando falencias tras el debut de las empresas FAM y SiBus y la SUBE ya comenzó a circular aunque aún de manera muy acotada, el Intendente sabe que un aumento del boleto no caería nada bien entre los usuarios que mantienen sus quejas por el incumplimiento de frecuencias y colectivos que distan de encontrarse en buen estado. De todas formas, el jefe comunal no tiene mucho más margen para eludir un aumento. Con la recaudación en una instancia crítica, necesita reducir las erogaciones en subsidios al transporte que ahora, si vuelve a cubrir la suba de salarios acordada por UTA, continuará en ascenso. Desde el Palacio 6 de Julio, nadie quiere admitir que hay un aumento en puerta pero reconocen que, más temprano que tarde, Passerini deberá tomar una decisión en ese sentido.
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