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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 28/05/2025 17:01
En el día de un nuevo aniversario de la ciudad de Chajarí, compartimos un texto del profesor Claudio Hermosa, titulado “Un cardenal en la Villa Libertad”. El 2 de febrero de 1922, la puerta principal de la Capilla Sixtina se cerraba para dar inicio al Cónclave que elegiría al sucesor de San Pedro. Se escucharon las rituales palabras del Camarlengo: “Extra omnes” (todo fuera). Adentro, solo los 53 Cardenales que inspirados en la Fe elegirían al futuro Sumo Pontífice. Entre ellos estaba Juan Cagliero, el primer salesiano en haber sido nombrado Cardenal. ¡Y primer sacerdote en visitar Villa Libertad! El mismo que ahora participaba del Cónclave había llegado a estas tierras en el año 1877. Tenía a su cargo una misión salesiana que lo llevaría a visitar a cada una de las familias que habitaban la naciente Chajarí. Durante quince días Juan Cagliero prácticamente no se bajó del caballo que le ofrecieron para ir de un rancho al otro. Lloraban emocionados los colonos cuando veían llegar, luego de casi un año, a un sacerdote que además les hablaba en su lengua, impartía bendiciones y entregaba rosarios y medallitas. Le llovió casi que todos los días, pero Cagliero no detuvo su misión. El mismo que ahora se aprestaba a la imponente ceremonia que despliega el Vaticano junto al Colegio Cadinalicio, un tiempo atrás celebraba la primer misa de la Villa Libertad. Esa mañana de abril de 1877 Juan Cagliero y el catequista Rabaglietti que lo asistía improvisaron un altar en la casa de Constantino Saltery, en la antigua Estancia Santa Rosa. Hasta allí llegaron criollos, colonos y hasta grupos de guaraníes cristianizados que aportaron su música trayendo un repertorio de yaravís. En su Turín natal Juan Cagliero había sido un niño de la calle. A los 13 años fue rescatado por Juan Bosco para convertirse en uno de los primeros niños al que el hoy “San Juan Bosco” amparó brindandole hogar y contención. Llegaría luego su formación religiosa. Sus misiones salesianas y su visita a la Villa Libertad. Hasta el Cnel. Miguel Guarumba se acercó a Cagliero buscando que bautizara a un grupo de niños guaraníes. Desde la Villa Libertad partió luego en misión hacia la Patagonia donde conoció al santo mapuche Ceferino Namucurá. Fue el mismo Juan Cagliero quien lo llevó a Roma para que conociera al Papa Pío X. Y ahora en 1922, era uno de los 53 Cardenales papables que reunidos en Conclave se dejaban iluminar por el Espíritu Santo que en el humo blanco traería la Buena Nueva a la feligresía universal. Pero volviendo a su misión en la Villa Libertad, días después le envió una carta a San Juan Bosco. En ella le contó acerca de nuestra incipiente aldea. Allí escribió: “Encontré a estas numerosas familias italianas trabajando con entusiasmo. Ayudándose los unos a los otros en dar mayor comodidad a sus habitaciones y en labrar los terrenos, reinando en todos ellos la mejor armonía. Reconocí además que en general eran buenos, religiosos y morales”. Esta era la valoración, casi profética, que percibió Juan Cagliero luego de pasar unos días entre las primeras familias chajarienses. Aquellas palabras eran presagio nítido de la mirada visionaria de Juan Cagliero, quien unos años después del Cónclave de 1922 falleció en la ciudad de Roma. Vale, en el día del 153 aniversario de la fundación de Villa Libertad compartir esta semblanza, elevar la mirada y entonces decir orgullosos, misión cumplida. Prof. Claudio Hermosa
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