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CABA » Plazademayo
Fecha: 28/05/2025 14:16
Este 28 de mayo se cumplen 87 años del nacimiento de Leonardo Favio, y la cultura argentina vuelve a rendirle homenaje al artista integral que supo dejar una marca imborrable en el cine, la música y el corazón del pueblo. Actor, director, guionista, cantante y símbolo popular, Favio trascendió todos los géneros para convertirse en una de las figuras más admiradas del arte nacional. Nacido como Fuad Jorge Jury en la localidad mendocina de Luján de Cuyo en 1938, Favio tuvo una infancia difícil, marcada por la pobreza, el desarraigo y la reclusión en institutos de menores. Esas vivencias tempranas moldearon su sensibilidad y se convirtieron en la materia prima de una obra cinematográfica intensa y humanista, que puso en primer plano a los excluidos y marginados. Su debut como director, Crónica de un niño solo (1965), fue un retrato brutal y conmovedor de la infancia en el abandono. La película, filmada con recursos mínimos pero con una poesía visual desbordante, se convirtió en un clásico instantáneo y aún hoy es considerada una de las mejores producciones del cine argentino. A lo largo de su carrera, Favio dirigió apenas siete largometrajes, pero cada uno de ellos fue una pieza única e inolvidable. Obras como El romance del Aniceto y la Francisca (1967), Juan Moreira (1973), Nazareno Cruz y el lobo (1975) y Gatica, el Mono (1993) revelan su talento para combinar la épica popular con una estética personalísima, en la que la emoción, la política y la belleza coexisten sin artificios. Favio fue, además, un renovador del lenguaje cinematográfico desde un lugar profundamente argentino. Se alejó de los moldes académicos para construir una narrativa visceral, popular y profundamente poética. Su cine hablaba con el idioma de la calle, del barrio, de la memoria colectiva. Por eso, más allá de la crítica especializada, fue querido por el pueblo que se sintió reflejado en sus historias. Aunque su carrera artística se desarrolló principalmente en Buenos Aires, Leonardo Favio nunca dejó de reivindicar su origen mendocino. Esa identidad lo acompañó siempre, como un sello íntimo y orgulloso que atravesó su obra y su vida. Hoy, a 87 años de su nacimiento, recordamos no solo al cineasta prodigioso, sino también al cantor romántico, al actor magnético y al mito popular que fue, es y será Leonardo Favio. Un artista irrepetible que convirtió sus heridas en belleza, y que supo mirar el alma del país como pocos lo han hecho. Su legado sigue vivo, en cada proyección, en cada canción, y en cada argentino que alguna vez se emocionó con su arte.
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