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Concordia » Hora Digital
Fecha: 28/05/2025 12:33
El cirujano Joël Le Scouarnec enfrenta juicio por violación y agresión a 300 pacientes, mayormente menores. Veredicto próximo y condenado por posesión de imágenes pedófilas. El juicio del cirujano Joël Le Scouarnec, conocido como "El diablo de bata blanca", se encuentra en su etapa final, revelando una red de abuso y violación que ha conmocionado a Francia. Este caso ha involucrado a casi 300 víctimas de agresión sexual, en su mayoría menores, abarcando dos décadas de atrocidades. Le Scouarnec, un cirujano de 74 años de la región de Vannes, admitió haber agredido sexualmente a 299 pacientes, la mayoría menores de 15 años, entre 1989 y 2014 en varios hospitales del oeste de Francia. En su alegato final, Le Scouarnec solicitó el derecho a ser una mejor persona, generando controversia y escepticismo. El veredicto se espera para el próximo miércoles. Durante el juicio se expusieron testimonios de las terribles acciones cometidas por el excirujano en circunstancias aberrantes, incluyendo operaciones, anestesias y despertares. De los 300 casos, 256 eran menores, situando este caso como uno de los más graves de pederastia en Francia. La fiscalía solicitó la máxima condena de 20 años de prisión, además de retenerlo en un centro de tratamiento tras su liberación dada la peligrosidad que representa para la sociedad. El caso reveló las múltiples fallas del sistema judicial y médico que permitieron a Le Scouarnec seguir operando a pesar de antecedentes por posesión de imágenes de abuso infantil en 2005. Este hecho ha suscitado indignación y críticas hacia la justicia que actuó tardíamente. La defensa del cirujano argumentó un arrepentimiento sincero, aunque muchos cuestionan la autenticidad de sus disculpas. Las manifestaciones en apoyo a las víctimas han reflejado la indignación social y la urgente necesidad de reformas en el sistema judicial y médico francés. El caso de Le Scouarnec ha desatado un debate moral y ético en Francia, evidenciando la responsabilidad colectiva de la sociedad y la urgencia de evitar que tragedias similares se repitan en el futuro. Las víctimas y sus familias han pedido lecciones aprendidas de este caso para evitar la impunidad de abusadores como Le Scouarnec. La sociedad francesa se enfrenta a la necesidad de reformas estructurales para proteger a las generaciones futuras.
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