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Gualeguaychu » El Argentino
Fecha: 28/05/2025 10:50
Más de la mitad de las familias utiliza la tarjeta para comprar comida. El endeudamiento, que se aceleró tras la devaluación y la caída del poder adquisitivo, se consolida como fenómeno estructural. Miércoles, 28 de Mayo de 2025, 9:10 Redacción EL ARGENTINO El 91% de los hogares argentinos está endeudado y crece el uso del crédito para alimentos. La deuda familiar se ha convertido en una constante en la Argentina: el 91% de los hogares está endeudado y más de la mitad de esas deudas corresponden a compras de alimentos con tarjeta de crédito. Así lo señala un informe reciente del Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE), que describe un panorama crítico, agudizado tras la devaluación de 2024, la inflación acumulada del primer cuatrimestre de 2025 (64,99%) y una fuerte caída del poder adquisitivo real del 10,38%. Del total de deudas, el 73% fue tomada en 2024, durante los meses más duros del ajuste económico implementado por el gobierno de Javier Milei. En tanto, un 15% de los hogares contrajo deuda en lo que va de 2025 y un 12% ya arrastraba compromisos impagos desde años anteriores, reflejo de una tendencia que lejos de revertirse, se agrava. La imposibilidad de saldar los pasivos previos ha llevado a muchas familias a sostener un endeudamiento permanente, acumulativo y fragmentado. El 65% de los hogares mantiene entre dos y tres deudas distintas; el 12% carga con más de tres; y solo el 23% posee una única obligación. La comparación interanual muestra un crecimiento de hogares con múltiples deudas, lo que refuerza el diagnóstico de que el crédito se transformó en una estrategia habitual de supervivencia. El informe también alerta sobre el aumento de las deudas impagas, que alcanzan al 76% del total. En este grupo se incluyen tanto las moras simples como las que avanzaron hacia instancias judiciales, que crecieron 6 puntos porcentuales respecto a mayo de 2024. El dato revela el deterioro sostenido de la situación financiera de miles de familias que ya no logran cumplir ni con sus obligaciones mínimas. Las tarjetas de crédito son hoy el principal canal de financiación, utilizadas por el 30,5% de los hogares, un crecimiento de cinco puntos frente al año pasado. De ese total, el 58% de las compras financiadas son de alimentos. Muy por detrás, el 15% corresponde a indumentaria y el 11% a combustible. La dependencia del crédito para cubrir necesidades básicas deja en evidencia un fenómeno de empobrecimiento generalizado. El 34% de las deudas bancarias proviene de la refinanciación de tarjetas de crédito, mientras que los préstamos personales explican el 19%, los créditos prendarios el 14% y los hipotecarios apenas el 6%. La deuda circular —pedir prestado para pagar deudas anteriores— se vuelve un mecanismo recurrente en este contexto de ahogo económico. El impacto sobre los ingresos también es notorio: el 56% de los hogares destina entre el 40% y el 60% o más de sus ingresos mensuales al pago de deudas. Esta carga creciente erosiona severamente el poder de compra y limita el margen para cubrir otros gastos esenciales. “El endeudamiento en Argentina dejó de ser una herramienta transitoria para convertirse en un fenómeno estructural”, concluye el informe del IETSE. La utilización sistemática del crédito para comer ya no es un recurso ocasional: es una postal dolorosa de un país sumido en una crisis de ingresos que no encuentra piso.
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