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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 28/05/2025 02:40
Barla y Ocon, en la pasarela de Cannes (REUTERS/Stephane Mahe) Hace unos días, en la alfombra roja del Festival de Cannes, un piloto de Fórmula 1 y su novia modelo, influencer y estudiante de medicina, captaron casi tanta atención como los artistas que le dieron vida a las mejores películas del año. Esteban Ocon, representante de Haas, y su pareja, Flavy Barla, deslumbraron con atuendos de diseñador y su frescura a la hora de pasar frente a los paparazzis. El francés, de 28 años, descolla en la temporada (está noveno, con 20 puntos, y fue séptimo en el Principado), y también convoca a la prensa del corazón por su vínculo con Barla, con quien construyó una relación desde 2023. Ambos compartieron imágenes de su paso por Cannes en las redes sociales y profundizaron la curiosidad por los orígenes y el desarrollo de una historia de amor de cuento, bajo los spots de la máxima categoría del automovilismo. El flechazo Durante cinco años, ella estuvo allí. En los podios, en los paddocks, en las sombras de las gradas. Elena Berri, modelo italiana, acompañó a Ocon desde 2018. Compartieron el vértigo de la F1, la estabilidad de una relación prolongada y la exposición de quienes deben amar a la vista de todos. Pero en el verano europeo de 2023, algo se quebró. El rumor no llegó con comunicados ni exclusivas. Fue un gesto silencioso, pero definitivo: Esteban Ocon dejó de seguir a Elena en redes sociales. La comunidad de la F1, siempre atenta al pulso sentimental de sus figuras, no tardó en leer entre líneas. Era el final. Cinco años juntos —más que muchas carreras de pilotos en el mismo equipo—, y ahora el vacío. Ninguna declaración, ningún cierre explícito. Solo el unfollow como acto simbólico. Así fue como se supo: la historia de Ocon y Berri había llegado a su fin. El entorno permaneció en silencio. Tampoco ella habló. Pero ese gesto público bastó para que los seguidores —los mismos que la habían visto tantas veces en Mónaco o Silverstone— entendieran que el vínculo se había roto. Esteban Ocon estaba fuera del mercado amoroso desde hacía tiempo. Y ahora, por primera vez desde su llegada a la élite automovilística, volvía a estar solo. La ruptura con Elena Berri apenas comenzaba a asentarse en la memoria colectiva de los fanáticos cuando nuevas señales comenzaron a agitar la superficie. Primero fueron los “me gusta”. Luego, los follows. el piloto y Flavy Barla no hicieron ningún anuncio. Pero en el universo de las redes sociales, la discreción tiene un límite: los algoritmos son indiscretos. Ambos empezaron a seguir sus cuentas mutuamente en Instagram. Las interacciones se multiplicaron. Comentarios, likes y coincidencias que los ojos atentos de los fanáticos supieron detectar. Vacacione, viajes, intimidad: Ocon y Barla abren las puertas de sus vidas en las redes sociales (Instagram) La intriga escaló cuando Flavy apareció en el Gran Premio de Mónaco. No era cualquier lugar: era el mismo sector donde, en otras temporadas, se había visto a Elena Berri. La coincidencia no pasó desapercibida. La lupa se hizo más precisa. Flavy siguió la cuenta oficial del equipo Alpine, el mismo al que Esteban representaba. Ocon, por su parte, comenzó a seguir el perfil de un hotel en Mónaco, el mismo que aparecía en las publicaciones de Barla. No eran pruebas, pero tampoco eran casualidades. Después vinieron los detalles compartidos. Pulseras a juego. La novia de Mick Schumacher, Laila Hasanovic, comenzó a seguir a Flavy. Ocon siguió a la hermana de Flavy en Instagram. Cada nueva conexión digital alimentaba la sospecha de que aquello no era un juego inocente de interacciones. Las publicaciones desde la Costa Azul aumentaron las especulaciones. Ambos subían imágenes desde el mismo entorno, en fechas similares. No había confirmaciones, pero sí patrones. Así, sin necesidad de comunicados ni entrevistas, la historia empezó a contarse sola, escrita en likes, en ubicaciones, en vínculos silenciosos que se volvían públicos por su propia naturaleza. El paddock murmuraba. Las redes comparaban. Los seguidores armaban el rompecabezas. Y lo que aún no era oficial, ya era evidente. Había sido un rompecabezas hecho de pistas digitales, señales cruzadas y coincidencias geográficas. Pero en noviembre de 2023, todas las piezas encajaron en un solo gesto: Esteban Ocon y Flavy Barla aparecieron juntos en el paddock del Gran Premio de Abu Dabi. No fue una filtración ni una imagen robada. Fue público, deliberado y sin margen de duda. Caminaron lado a lado por el Yas Marina Circuit, bajo el escrutinio atento de cámaras, fotógrafos y fanáticos. Y aunque ninguno de los dos necesitó decir nada, la imagen lo dijo todo: el piloto francés y la influencer de Niza habían oficializado su relación. Hasta ese momento, el relato había sido escrito por las redes. Ahora era la Fórmula 1 misma la que entregaba su escenario como confirmación. En una temporada cargada de emociones —y de rupturas—, Abu Dabi trajo algo distinto: un estreno sentimental en clave de paddock. Las fotografías recorrieron el mundo digital, replicadas por perfiles de fans y medios especializados. Flavy no era más una seguidora que reaccionaba a publicaciones; era la nueva pareja oficial de uno de los pilotos más conocidos del circuito. Flavy tiene más de 230.000 seguidores en Instagram Para el corredor galo no fue solo el cierre de la temporada. Fue también el inicio visible de una nueva etapa personal. Y el paddock, ese espacio tradicionalmente reservado al desempeño técnico, se convirtió —por unos minutos— en el lugar donde una historia privada se volvió parte del relato público de la Fórmula 1. Primero fue Abu Dabi, luego Venecia, Navidad, el garaje de Alpine. Lo que había comenzado como una sospecha convertida en aparición pública, tomó rápidamente la forma de una presencia constante. Barla ya no era solo la acompañante en el paddock, sino parte del círculo íntimo que rodea a Ocon durante los fines de semana de carrera. En una de esas jornadas, lucía un vestido blanco. Sonriente, relajada, visible, aparecía en las imágenes con la soltura de quien ya no necesita explicar su lugar. La temporada de descanso trajo una postal distinta. Esta vez, lejos del ruido de los motores: Venecia. Allí, compartieron su escapada con imágenes publicadas en redes. Un momento de pausa entre carreras, circuitos y viajes. Ocon, en vacaciones, y Flavy, con él. Las semanas siguientes incluyeron otro gesto de cotidianeidad compartida: la celebración de la Navidad, no solo entre ellos, sino con sus familias. En las imágenes, también estaba Iris, el gato que se volvió parte de la estampa doméstica de la pareja. Desde entonces, la relación se mostró sin reservas. En redes, en circuitos, en momentos públicos y personales. Una figura de la Fórmula 1 y una influencer en ascenso, compartiendo no solo el presente, sino también los escenarios donde ese presente se narra. Flavy Barla, con el tiempo, dejó de ser simplemente la nueva pareja de un piloto: se volvió una presencia habitual en el ecosistema de la Fórmula 1, en los boxes, en las gradas, en las fotos. La consolidación del vínculo no llegó con declaraciones. Llegó con constancia. Ocon la cubre de regalos: la relación comenzó en 2023 Flavy nació el 9 de febrero de 2003 en Niza, una ciudad del sur de Francia que huele a sal, a piedras calientes y a turistas. Desde allí, inició un camino doble que no muchos logran recorrer: la medicina y la belleza, la ciencia y la exposición pública. A los 20 años —cuando empezó a circular su nombre en el mundo de la Fórmula 1—, ya tenía metas claras: estudiar medicina y convertirse en cirujana.Lo suyo iba más allá del glamour. Flavy había ganado en 2022 el título de Miss Côte d’Azur, un certamen prestigioso en el sur francés, que la llevó al concurso nacional Miss Francia 2023, donde terminó como quinta finalista. En paralelo, desarrollaba una presencia creciente en redes sociales, especialmente en Instagram, donde supera los 230.000 seguidores y ha publicado más de 200 imágenes. Muchas de ellas, desde que la relación se hizo pública, la muestran junto a Esteban Ocon. En las imágenes que comparte se mezclan atuendos de alta moda, viajes internacionales y producciones fotográficas profesionales, pero también señales de una rutina académica que parece sostenerse, incluso con la atención puesta sobre ella. Un año después de aquella primera aparición en Abu Dabi, la imagen de Esteban Ocon y Flavy Barla ya no genera sorpresa, sino confirmación. Están juntos. Viven juntos sus agendas, sus viajes, sus descansos. El vínculo, iniciado en 2023, ha madurado en público, con un ritmo sostenido por eventos, vacaciones compartidas y una presencia constante en redes. Para Esteban Ocon, este presente en lo personal se combina con una transición fuerte en lo profesional. Luego de siete temporadas en la Fórmula 1, con cuatro podios y una victoria histórica en Hungría 2021, el piloto francés cerró un ciclo amargo con el equipo Alpine. No se le permitió correr la última fecha de 2024 ni despedirse del equipo con el que había construido su trayectoria más sólida. Fue reemplazado por Jack Doohan -hoy reserva tras el reestreno del argentino Franco Colapinto- y el cambio no solo fue técnico. Marcó el fin de un vínculo de cinco años con Enstone, y el inicio de una nueva etapa: Ocon se destaca con el equipo estadounidense Haas F1 en su octavo año en la cima del automovilismo mundial. El francés brilla arriba del monoplaza y abajo, en la venta de su imagen, en compañía de Flavy: la pareja preferida del Festival de Cannes. El anhelo de Barla es ser cirujana (Instagram) La playa, uno de los lugares predilectos de la pareja Ella lo acompaña arriba y abajo del auto Esteban Ocon y Flavy Barla, en el Gran Premio de Barcelona. La presencia de la pareja en el paddock ya es parte del paisaje (REUTERS/Albert Gea)
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