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Parana » ER 24
Fecha: 28/05/2025 02:20
Josefina Etienot volvió a pegar el faltazo y se ahorró escuchar testimonios que la complicaron En la segunda jornada del jury contra la jueza de Familia de Diamante por dos denuncias de violencia laboral contra empleadas del Juzgado, el procurador general, que sí concurrió a la audiencia, aclaró la posición de Fiscalía sobre la caducidad del proceso y el pedido de absolución planteado en el comienzo, y reiteró que no va a intervenir, preguntar y producir o pedir prueba. No obstante, el HJE prosiguió con el proceso y escuchó a diez testigos. El jury sigue el miércoles a las 9. La segunda jornada del jury que se sustancia contra la jueza de Familia y Penal de Niños, Niñas y Adolescentes de Diamante, Josefina Etienot, que fue separada del cargo el 20 de septiembre de 2023 por el Superior Tribunal de Justicia de Entre Ríos, por dos denuncias por violencia laboral en el Juzgado, comenzó casi como lo hizo la primera: el procurador general de la provincia, Jorge García, aclaró la posición del Ministerio Público Fiscal (MPF) respecto a que entendía que los plazos procesales caducaron y procedía la absolución, y añadió, tal como lo dijo en la primera jornada, que no iba a intervenir, preguntar o producir o pedir prueba. También adelantó que cuando se consulte la postura del MPF, va a sostener la absolución. Un dato que deberá ser analizado consistió en el pedido de los testigos –fueron diez, de los cuales ocho son funcionarios judiciales y solo dos, abogados particulares-, que solicitaron por nota que se le informara a los medios que cubrieron la jornada que no se les tomara fotografías y que se los mencionara solo por las iniciales. La pregunta a responder es ¿por qué, si tratándose de funcionarios públicos en un proceso político-judicial que fue ampliamente informado desde distintas miradas, se debería resguardar la identidad de los testigos? ¿de qué se los resguardaría? ¿no le daría más trasparencia al proceso, de por sí muy complejo y conflictivo, que se sepa quién habla y qué tuvo para aportar al esclarecimiento del caso, de notaria relevancia pública? Las testimoniales de este martes se podrían dividir en tres grupos: los funcionarios del Juzgado de Diamante y de los Equipos Técnicos Interdisciplinarios (ETI) locales, entre el que se ubican las denunciantes –en rigor las partes en conflicto-, los de la Superintendencia del STJ, y los particulares que fueron testigos de descargo. Así, una defensora pública de Diamante refirió que sabía del conflicto porque se lo contó una compañera, dijo que los empleados estaban “esperanzados con la llegada de Etientot” a quien “le comenzaron a plantear un malestar anterior”. También refirió que el conflicto tuvo dos etapas, comenzado la segunda con la separación de la jueza del cargo. Refirió a un “clima distendido” en el juzgado pero añadió que “con las chicas del ETI no sé, puedo decir que no tenían una relación fluida, venía de antes”. Luego declaró una de las denunciantes. Realizó un relato angustiado con momentos de llanto en el que dio cuenta, según manifestó, de situaciones de mal trato, desvalorización del trabajo, insultos y amenazas de perder el trabajo. Incluso, en su caso, sostuvo que la jueza la presionaba con que se fuera a otra área de la Justicia, añadiendo que ella no la encontraba y no iba a renunciar, lo que aumentó el malestar. También dijo que le llamó la atención que apenas llegó Etienot al Juzgado dio “todo tipo de trabajo” y añadió que “hizo referencia a que venía a cerrar el ETI por una situación de violencia anterior”. La funcionaria contó que regresaba a su casa “mal, escuchaba horas de discursos, de amenazas. Me decía que yo no servía para nada. Hace 19 años que trabajo en el Poder Judicial”. También sostuvo que la jueza le reprochaba “vos me haces poner así, le pido a dios que no me hagas poner así” y refirió a situaciones de gritos y malos tratos. También sostuvo que la jueza tomaba decisiones que no se ajustaban a las situaciones a abordar. Luego, una psicóloga de Paraná que relizó un informe, refirió a la relaciones entre el ETI y el Juzgado y refirió a que advirtió situaciones de “mucha hostilidad, con formas de denigrar y desestimar el trabajo de los integrantes del ETI y del Juzgado”. Otra defensora pública que fue enviada por la Superintendencia no aportó mucho al caso. Sí lo hizo una importante funcionaria que se entrevistó con dos funcionarias de Diamante y luego con las denunciantes. Sostuvo que la jueza le exigía a la secretaria que controlara el paso de las integrantes del ETI por el Juzgado e incluso les limitó el acceso al agua y el baño, por lo que las trabajadoras debían usar el baño público de Tribunales y procurarse su propia agua. De los testigos de descargo, una abogada dijo que no sabía nada del caso, solo que se informó por los medios y dijo que se sorprendió cuando le llegó la citación la semana pasada. Otro abogado, integrante del Colegio de Abogados local, dijo lo mismo y añadió que nunca el Colegio recibió una queja por el trabajo de Etienot. Finalmente, un abogado amigo de la jueza, sostuvo que a pesar de no trabajar mucho en el fuero de Familia podía decir que con Etienot las cosas comenzaron a funcionar. Refirió a una nota que firmaron abogados locales cuando la jueza fue separada por los inconvenientes que generó la medida. Añadió que a pesar de ir poco al Juzgado, nunca vio una situación de violencia.
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