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Parana » Inventario22
Fecha: 27/05/2025 13:44
El tuit celebratorio encendió las luces de alarmas: la semana pasada la cuenta oficial de PakaPaka en X anunció que en julio llegaba la “nueva programación pensada para divertir, sorprender y acompañar a chicos de hasta 12 años… sin bajada de línea ideológica y poniendo el foco en los valores”. La aclaración de por sí era una confesión a ciegas: el canal infantil creado en 2010 tendrá una fuerte reconversión libertaria. Lo que se leía después no dejaba lugar a dudas: anunciaban que a Zamba, el icónico nene de Clorinda que siempre fue anfitrión de la pantalla, lo estaban “arreglando” (!). Y por si eso no fuera todo, entre sus títulos internacionales, casi al pasar difundieron que la serie Tuttle Twins se sumaba a la pantalla, un programa que en su biografía se autodefine como un ciclo “que enseña a los niños ideas sobre libertad y economía”, utilizando incluso el hashtag #Bitcoin. Lo que no se dijo, además, es que no hay plata para la producción nacional pero sí para pagar cientos de miles de dólares en la adquisición de series animadas. La contradicción entre lo anunciado y el contenido adelantado en el trailer sobre la nueva programación es absoluta. Mientras desde el canal afirman que la renovada pantalla que llegará en julio no tendrá “bajada de línea ideológica”, estrenan una serie cuyo único objetivo es reivindicar y difundir -sin medias tintas- las ideas económicas del liberalismo a ultranza. Tuttle twins es una serie en la que una abuela en silla de ruedas viaja en el tiempo para llevar a sus nietos a distintas “aventuras para aprender sobre la libertad y la economía”, según la descripción oficial. Así, por ejemplo, entre los capítulos se puede ver a Ludwig von Mises -uno de los máximos exponentes del movimiento libertario- enseñando sobre los negativos efectos de los subsidios, o criticando al proteccionismo. Todo los episodios están orientados a difundir las ideas libertarias que el gobierno de Javier Milei presenta como panacea. Pero no solo en los episodios el universo libertario se hace presente. En su cuenta oficial en X @TuttleTwinsTv, la serie “sin bajada ideológica” milita abiertamente y sin ponerse colorada a toda una cultura, a saber: retuiteó el anuncio sobre la conferencia “Bitcoin2025” que se celebrará desde el 27 al 29 de mayo en Las vegas y citó con un “100” a un mensaje que señala que el mayor problema de la actualidad es la “falta de masculinidad” en la sociedad. Eso no es todo: desde la cuenta oficial del dibujo producido por la productora de contenido religioso Angel Studios, el 1° de mayo se realizó una encuesta con la pregunta “¿Qué es peor?”, dando dos opciones: a) Agua con gas b) Pagar impuestos. Ganó la opción “Pagar impuestos” con el 94%. El brutal adoctrinamiento se multiplica en la cuenta en X del dibujo animado “pensado para divertir, sorprender y acompañar a chicos de hasta 12 años”, según anunció la actual gestión de PakaPaka desde sus redes institucionales. Pero la serie libertaria no es la única contradicción a la vista que salta a la vista de PakaPaka bajo la intervención de Eduardo González. Hay otro hecho que no puede soslayarse: detrás del brutal ajuste aplicado a los trabajadores y a la producción de contenidos propios, hay mucha plata para algunas cosas. Así, por ejemplo, se anunció con bombos y platillos que la programación contará entre su oferta con Dragon Ball Z, la clásica serie de animé creada por Akira Toriyama. Un dibujo animado de alta factura, por el que según pudo confirmar Página/12 el Estado Nacional desembolsará 163 mil dólares (más IVA) por los derechos de transmisión. Una cifra onerosa para un dibujo al que se puede ver en otras plataformas (Prime Video, YouTube) y medios (Cartoon Network lo emitió hasta hace un tiempo), y teniendo en cuenta que solo por esa franquicia se gastó más que el presupuesto para todo el año que PakaPaka tuvo en 2023, que fue de 120 millones de pesos. La comparación con 2023 es pertinente porque, además, fue el último año en el que el canal contó con presupuesto propio. Una cuestión que llama la atención es que la compra de la serie japonesa que sigue las aventuras guerreras de Goku y sus amigos no siguió el proceso natural mediante el cual el canal adquiere material audiovisual para su pantalla. De hecho, para comprar un contenido, el camino habitual tiene como primer paso realizar el pedido formal al área de compras de Contenidos Públicos dando inicio al expediente, luego lo firma el director (Walter Gómez), tras lo cual llega al departamento de Legales para definir términos y condiciones, para volver a Compras y cerrar el contrato y pagarlo según lo convenido. Pero algo pasó en ese camino. Según se desprende de la documentación a la que pudo acceder Página/12, el director del canal Walter Gómez solicitó la apertura del expediente en Contenidos Públicos el 30 de abril de este año (NO-2025-45620428), para la “contratación directa de los derechos no exclusivos” de distintos capítulos y temporadas de Dragon Ball Z, las cuales se enumeran en nombres, episodios y duración. En la solicitud, el director de la señal detalla que el proveedor de la serie es “Trinity Distribución y Producción S.A.”, una empresa “reconocida internacionalmente por proporcionar material de alta calidad” y poseedor legítimo de los derechos de comercialización y distribución de la obra audiovisual japonesa. Según argumenta Gómez para justificar la compra, el animé “aporta conocimientos, espacios de pensamiento y cultura a la pantalla de PakaPaka”. La contraprestación por la adquisición de los derechos también está taxativamente detallada: “El presupuesto total asciende a la suma de USD 163.000 + IVA”. “Ese expediente se abrió en Contenidos Públicos, pero en algún lugar se frenó. Y por lo que se ve se canalizó a través de otra área, probablemente Radio y Televisión Argentina, aunque podría ser cualquier otra”, señaló una fuente del canal que prefiere mantenerse en off para evitar represalias. La pregunta cae de maduro: ¿por qué el contrato de adquisición de Dragon Ball Z comenzó en Contenidos Públicos, con un erogación final cercana a los 200 mil dólares, pero terminó ejecutándose en otra área? Página/12 intentó comunicarse con algún funcionario del área para conocer los detalles de la contratación del contenido estrella del relanzamiento pero no obtuvo respuesta. Vale recordar que en 2021, tras una denuncia recibida en la Defensoría del Público, Cartoon Network decidió levantar la emisión de Dragon Ball Z de su pantalla. En aquella oportunidad, el canal entendió que la denuncia tenía asidero, en tanto el capítulo objetado contenía una “escena de abuso y sometimiento por parte de un varón adulto mayor hacia una adolescente”, que “resulta sumamente inconveniente en relación con la problemática del abuso sexual en la niñez y adolescencia, ya que naturaliza el abuso”. En el episodio, el maestro Roshi le pide a un alumno que le permita usar los “servicios” de su mascota mágica, para “que se convierta en una hermosa jovencita”, porque “mi punto débil son mis pensamientos pervertidos que deseo superar”. Luego se observa una escena explícita de violencia sexual y de ausencia de consentimiento entre la mascota reconvertida mujer y el maestro Roshi. “Al que no le gusta Dragon Ball no le hablo”, afirmó hoy -con la libertad que caracteriza al gobierno- Gómez, el director de PakaPaka, en una entrevista que le concedió al streaming libertario Carajo, ante los aplausos y festejos de conductores y panelistas. La situación de PakaPaka es compleja. A la falta de producción propia, se le suma la situación de los trabajadores de planta de Contenidos Públicos, que pasaron de ser 172 de diciembre de 2023 a los actuales 130, tras el retiro voluntario abierto por el gobierno. Una situación que se agudiza teniendo en cuenta que tienen paritarias cero desde octubre del año pasado y que contrasta con los nuevos cargos jerárquicos que en ese tiempo se sumaron a Contenidos Públicos, donde el actual vocero presidencial y legislador electo de la Ciudad de Buenos Aires, Manuel Adorni, tiene particular influencia. Desde que asumió la gestión del gobierno de Milei en PakaPaka, se crearon la Gerencia de Periodistas (a cargo de Rodrigo Calegari), Gerencia Institucional (Pablo Lamon), Gerente (Daiana Astobizia), Coordinador (Federico Fernández Valenti) o el caso de Ezequiel Acuña, que con sueldo de director se encarga de las redes sociales. Ninguno estuvo dispuesto a hablar con Página/12. La nueva gestión se tomó muy a pecho el juego “a las escondidas” que significa en quechua PakaPaka.
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