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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 27/05/2025 06:47
Carlos Bulacios en la Feria Del Libro 2025 No hay dudas que el impacto de las nuevas tecnologías, y en específico de la inteligencia artificial, está en la agenda educativa internacional, y uno de los ejes es el que corresponde a la formación docente y su exigida y constante actualización. Este fue el tema de conversación del encuentro que convocó a Carlos Bulacio, Licenciado en Letras y Dr. en Educación, en el auditorio de Ticmas. Bulacios tiene una amplia trayectoria en reflexionar sobre la práctica docente y ha sido rector del Instituto de Formación Docente en Tucumán y actualmente se desempeña como representante legal del Colegio de Nuestra Señora de las Mercedes en San Miguel de Tucumán. Cambiar la mirada Bulacios destacó que al pensar el impacto de las nuevas tecnologías en la educación, y de forma más precisa en la práctica docente, se trata de salir de una mirada “instrumental” para “que realmente haya una capacitación que apunte a la reflexión y a la toma de conciencia de que hoy se enseña y se aprende de manera diversa”. Para el especialista, la pandemia de COVID- 19 marcó un punto de inflexión con respecto a la docencia y las tecnologías y “todo comenzó a moverse y nos dimos cuenta de la necesidad de aprendizaje que teníamos. Pero hoy nuevamente es como que lo avanzado quedó detenido. En este sentido hay que trabajar más hacia la conciencia que hacia lo meramente instrumental. Las capacitaciones inciden en aprender a manejar aplicaciones, pero no en la reflexión pedagógica que lleve a una apropiación de ese instrumento para los procesos de enseñanza”. Carlos Bulacios en la Feria Del Libro 2025 Para Bulacios de lo que se trata es de hacerse preguntas sobre las herramientas tecnológicas que llegan al aprendizaje: “¿De qué manera ayuda, por ejemplo, al que está en formación a consolidar los conocimientos, a enseñar o a gestionar una clase o a tomar decisiones pedagógicas o como instrumento de evaluación? ¿Cómo puedo hacer una reflexión pedagógica del instrumento? ¿Y cómo lo voy apropiando? Porque si no, muchas veces esta simulación de lo tecnológico queda solamente en el cambio de un soporte”. IA: ¿un nuevo docente? “Hoy, por supuesto, la gran pregunta es la inteligencia artificial y cómo puede reemplazar al docente. Y pensando un poco en esto, veía últimamente unos memes, que es otro lenguaje importante de analizar, veía los del genio que malinterpretó mi pedido. Por ejemplo, no sé, quiero ser platuda y aparece con un montón de platos”, señaló haciéndose eco no solo de las alucinaciones de esta herramienta - la IA generativa- sino de la verdadera capacidad de interpretar pedidos; más allá de la precisión o no de un prompteo. Y agregó que en la actualidad “la enseñanza no estaría abocada a contenidos sino a cómo pedirle lo que realmente necesito y cómo enseñar, no aquello que ya está resuelto, sino aquello que tengo que empezar a resolver porque no lo tengo a través de otros recursos”. Carlos Bulacios es licenciado en Letras y doctor en Educación Tucumán una provincia diversa La provincia del norte argentino tiene unos 22.524 km2, un territorio pequeño pensando la inmensidad del país, que sin embargo enfrenta grandes diversidades y realidades; en especial entre lo urbano y lo rural, entre la posibilidad de que un cerro determine la conexión y la accesibilidad. Bulacios destacó la importancia de considerar: “La gran disparidad del acceso a la tecnología. Justo cuando yo empezaba la investigación de mi tesis, entramos en pandemia y yo inicialmente lo veía como una dificultad. Al final fue todo un trabajo de campo virtual a través de los recursos. Pero la primera dificultad que encontrábamos era la disparidad de acceso a los recursos tecnológicos en las instituciones educativas y también en las familias”. “Yo soy rector de un instituto de formación docente y lo que implicó gestionar, por ejemplo, las prácticas de enseñanza de los estudiantes en ese período, sobre todo en escuelas que no había recursos y donde a veces en la familia había solo un celular. No hablábamos de una computadora. Y las clases se armaban a partir de WhatsApp, de audios. Fue un desafío muy grande, pero creo que esa brecha de acceso no está resuelta”, destacó Bulacios. Desafíos El Dr. en Educación celebró: “Los diseños curriculares de la formación docente dieron un paso importante en este sentido porque incluyeron espacios curriculares que son referidos específicamente a esto [el impacto de las nuevas tecnologías]. La formación del profesorado antes no tenía nada sistemático y ahora si lo tiene a través de materias como Tecnologías de la Información y la Comunicación o algunas muy específicas como Producción de recursos digitales para la enseñanza”. “Hemos tenido momentos en la historia reciente donde llegaba la tecnología a las escuelas; teníamos Conectar Igualdad y vemos que no ha funcionado en gran medida porque justamente teníamos el recurso, pero no teníamos al docente preparado no solo en cómo se usaba, sino en poder asumir la necesidad de nuevos paradigmas de enseñanza y de aprendizaje”, subrayó Bulacios. Y agregó: “Está la necesidad de que estos procesos del profesorado formador de formadores entiendan estos nuevos paradigmas y fundamentalmente la necesidad de cambio. Porque es muy difícil quebrar, matrices de aprendizajes que están muy fijadas. No solo en los docentes, sino en los mismos estudiantes. Los mismos estudiantes llegan con matrices asumidas en su formación obligatoria, que es muy difícil de quebrar”. “Entonces es un doble trabajo pensar cómo podría ser en lo ideal y cómo va en lo real. Yo creo que el tema del recurso [y su acceso] pone un límite muy significativo en esto, muy significativo porque nos obliga al uso del recurso, de lo que podemos tener a mano”, resaltó. Bulacios además llamó a romper con esas discusiones sobre si un celular o medio tecnológico “obstruyen” la enseñanza y apuntó a ir más allá sino “ va a ser muy difícil poder generar un nuevo perfil docente que entienda que la alfabetización digital implica no solo un uso nuevo en educación, sino una manera diferente de enseñar y de aprender”. Por último planteó que se trata de no generar “un divorcio” entre la escuela y lo que pasa afuera. “Si queremos cambiar la educación y queremos cambiar estos procesos, tenemos que entender el contexto en el que estamos y es un contexto que es plenamente digital y eso cambia profundamente los paradigmas y las matrices de enseñanza y también de aprendizaje”, cerró Carlos Bulacios.
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