Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • ¿Por qué no lo llaman genocidio?

    » Diario Cordoba

    Fecha: 27/05/2025 02:15

    Es increíble que haya hecho falta más de año y medio, miles de muertos, entre ellos niñas y niñas, para que la Unión Europea o el Reino Unido reaccionen contra Israel. El niño mimado, al que se le consiente todo y al que se le ha permitido infringir las normas del derecho internacional y humanitario una y otra vez. De todas maneras, hasta que no veamos las palabras convertidas en hechos, cuesta creer esta toma de posición. Lo que parece increíble es que después de este tiempo, de tanto crimen, de tanto dolor, y tanta muerte, haya tantos políticos y tantas tertulias que sigan intoxicando el relato, tergiversando, narrando medias verdades y negando decir las cosas por su nombre. No, este ataque a Israel ya no es por el atentado de Hamás del 7 de octubre. Es de antes, de mucho antes, porque el conflicto entre los dos países y la ocupación de Israel surge antes de que Hamás existiera. Y si fuese motivado solo por Hamás, dejarían tranquila a Cisjordania y no ocurre así. Allí, su política de asentamiento y colonización sigue ocurriendo día tras día. No, estar en contra del ataque de Israel a Gaza no es antisemitismo, es estar en contra del movimiento sionista y nacionalista, al que un Netanyahu acorralado por la justicia, acusado de fraude, soborno y abuso de confianza, se agarró como un clavo ardiendo para tapar sus problemas. Ser un pueblo históricamente perseguido no da carta blanca para ocupar y matar a otro. No, para Israel, Hamás no ha sido el problema, sino que siempre fue la excusa. Tanto les interesaba su existencia que el propio Netanyahu declaró ya en 2019 que había que financiar a Hamás para bloquear la creación del Estado de Palestina, y esta semana ha reconocido que permitió que Catar financiase a Hamás para dividir a la población palestina. No, no hace falta masacrar a una población civil para responder a un ataque terrorista. Y justo quien menos puede hacer es un Estado, porque un Estado no puede actuar como si de un propio grupo terrorista se tratase. España e Irlanda son ejemplos de cómo se combate el terrorismo: con diálogo y el Estado de derecho. Y no, no hace falta negar lo que ya es innegable. No sé por qué se monta un escándalo cada vez que se califica esta atrocidad de genocidio. Sabemos cuánto cuesta demostrar ante el derecho internacional esta cuestión, pero también que Naciones Unidas lo ha calificado como tal, que está reconocido como crímenes de lesa humanidad y que Netanyahu tiene una orden de detención del Tribunal Penal Internacional. El diario israelí ‘Haaretz’ habla incluso de apartheid en su editorial. ¿Cuánto más necesitáis ver para considerar que es un genocidio en toda regla? Vamos tarde, muy tarde, pero quizás lleguemos a tiempo de que Israel vea que no tiene carta blanca. A tiempo de evitar una aniquilación total de los palestinos y palestinas hasta borrarlos del mapa. Porque ese es el plan final. Apropiarse Israel de una tierra que no les pertenece, para luego con sus aliados montar el negocio de una Gaza, ciudad de vacaciones. *Profesora de la UOC y periodista

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por