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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/05/2025 10:30
El frío gesto de Javier Milei con Jorge Macri y Victoria Villarruel en el Tedeum El Tedeum del 25 de mayo celebrado este domingo en la Catedral Metropolitana dejó en evidencia las diferencias políticas que mantiene tanto con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, como con el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri. En su arribo a la Catedral Metropolitana, cerca de las 9 de la mañana, y junto a todo su gabinete, Milei entró secundado por el Ministro de Defensa, Luis Petri; la Secretaria General de Presidencia, Karina Milei; y el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Al llegar, el mandatario saludó a varios de los presentes, como el abrazo efusivo con Santiago Bausili, presidente del Banco Central. Luego de estrecharse en abrazos con el diputado nacional por La Libertad Avanza (LLA), José Luis Espert –quien estaba junto a la diputada, Lilia Lemoine-, Jorge Macri le extendió la mano. Sin embargo, el mandatario evitó responder a ese gesto. Al lado del alcalde porteño estaba la vicepresidenta Victoria Villarruel, a quien el Presidente tampoco saludó e, incluso, ni siquiera miró. El alcalde porteño respondió con una expresión irónica y, tras saludar al arzobispo argentino, se sumó al trayecto hacia el mausoleo del general José de San Martín, donde fue parte de una de las fotos principales, junto a Milei, Villarruel y el Ministro de Defensa de la Nación, Luis Petri. Precisamente, la expectativa previa estaba puesta en el esperado reencuentro público entre el primer mandatario y su vicepresidenta, tras meses de distanciamiento político y personal. Milei y su equipo de gobierno salieron de la Casa Rosada a las 8.46 y caminaron por la avenida Rivadavia la cuadra y media que la separa de la sede religiosa donde se hace la tradicional liturgia durante esta fecha patria. Casi al mismo momento, Villarruel, vestida con un traje rosa, ingresaba a la Catedral metropolitana. El año pasado, el Presidente y su vice habían caminado juntos agarrados del brazo. A pesar de algunos gestión de distención, en el entorno del Presidente aún sostienen que es inviable una reconciliación,a pesar de que perciben señales de un intento de tregua desde el Senado. “No se puede confiar en ella”, decretan, reacios a creer lo que denominan intentos de “congraciarse” de parte de la vicepresidenta. En la previa, en la Casa Rosada querían mantener las formas esta mañana patria. El viernes por la tarde, 48 horas antes del reencuentro, un asesor deslizaba: “Sabemos manejar impactos y momentos, y sabemos lo que se va a generar con Villarruel”. Sin embargo, la imagen que captaron las cámaras dejaron a las claras la situación que viven ambos. Luego de los saludos y las fotos protocolares, García Cuerva brindó un mensaje en el que pidió por “tantos hermanos que lo están pasando mal”, repitió su reclamo por la situación de los jubilados. Y convocó al diálogo de toda la sociedad: “No se construye desde la guerra entre nosotros”. “Venimos a pedirle a Dios que nuestraArgentina se cure y viva. Experimentamos quese está muriendo la fraternidad, la tolerancia, el respeto. Y si se mueren esos valores, se muere un poco el futuro, yse muere la esperanzade forjar una Argentina unida, una Patria de hermanos”, inició su discurso el arzobispo. Durante su homilía, García Cuerva no dejó pasar la señal que dio la ciudadanía el domingo pasado, con una baja concurrencia a votar por legisladores porteños y apuntó a los “años de promesas incumplidas y estafas electorales que nos hicieron perder las ganas de participar, nos hicieron perder el entusiasmo de involucrarnos hasta de cumplir con el deber ciudadano de ir a votar porque pensamos otra vez lo mismo: ‘nada va a cambiar’”, y comentó que se trata de “sentimientos e ideas que afloran cuando se experimenta que nos mintieron muchas veces”. “Nuestro país también sangra”, advirtió el Arzobispo porteño. Y habló del narcotráfico, de las personas en situación de calle, de la discapacidad y los jubilados. “Tantos hermanos que sufren la marginalidad y la exclusión, tantos adolescentes y jóvenes víctimas del narcotráfico que, en algunos barrios, es un Estado paralelo. Tantas personas que están en situación de calle, tantas familias que sufren las inundaciones, las personas con discapacidad. Tantas madres que ya no saben qué hacer y cómo evitar que sus hijos caigan en las drogas y las garras del juego. Y los jubilados que merecen una vida digna con acceso a los remedios y a la alimentación. Herida esta que sigue abierta y sangra hace años, pero que como sociedad tenemos que curarla pronto”, comentó. En ese sentido, apuntó: “Muchos podrán ser los responsables de esta triste situación, pero la oportunidad que tenemos nosotros de resolverla es hoy. ¿Cuántas generaciones más y hasta cuándo deberán reclamar por jubilaciones dignas?"
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