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» Facundoquirogafm
Fecha: 24/05/2025 14:11
Vecinos del barrio Raota y alrededores vienen reclamando hace tiempo una mejora en la prestación del servicio de transporte. Algo que cae en saco roto cada que se plantea el tema a los funcionarios que deben garantizar dicho servicio. Todos los servicios públicos sufren un fuerte caída en la calidad de su prestación a medida que uno se aleja del casco céntrico. El único que mantiene su constante en todo el Gran Resistencia es el servicio de transporte público de pasajeros: es pésimo donde sea. Un caso que puede tomarse como una muestra es lo que les pasa a los vecinos de los barrios que tienen que usar la Línea 2. Las denuncias provienen de los barrios más alejados del centro de Resistencia. Entre los cuestionamientos de los usuarios enumeraron que se los traslada en unidades con muchos años, mantenimiento precario y con incertidumbre de llegar a tiempo a destino, al igual que ocurre con el retorno a las casas. Los problemas lo padecen quienes deben salir a trabajar, a estudiar, al médico o simplemente al centro para realizar trámites o compras. Los testimonios coinciden y apuntan a otros detalles como habituales problemas mecánicos de las unidades, a lo que se suma que a veces imponen cambios del itinerario habitual que provoca incertidumbre en los usuarios. La cuestión de las frecuencias y su incumplimiento se repite de lunes a viernes, pero los fines de semana la situación se torna dramática con largas esperas sin información de cuándo pasará el próximo coche. "Mi hijo sale 6.15 para la escuela, pero si pierde el de las 6.10 hasta las 7.15 no pasa otro. Y así, todo el tiempo", ejemplificó una mamá. "Además, a veces, simplemente te dejan esperando en la esquina, aunque uno le haga señas", agregó. Las historias conocidas de distintos barrios exponen que deben padecer el servicio de colectivos de la Línea 2 porque es el único transporte público que ingresa a la zona. Según datos oficiales de la Subsecretaría de Transporte del Chaco, ningún usuario debería esperar más de cuarenta minutos para subirse a un colectivo, pero testimonios de habitantes del 17 de Julio señalaron demoras de hasta una hora y media y días completos -fines de semana, por ejemplo- en que las unidades simplemente no aparecen. El pedido vecinal apunta a las autoridades de contralor especialmente del Municipio capitalino, para que ejerzan un mayor control sobre la empresa para que cumpla con el servicio comprometido en la concesión.
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