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  • Cómo es el “Río de la muerte”, la enigmática fosa de dinosaurios que guarda secretos de 72 millones de años

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 23/05/2025 08:45

    El "río de la muerte" que revela fósiles de dinosaurios de una devastadora catástrofe ocurrida hace 72 millones de años (Wikimedia Commons) En las profundidades de las laderas de un frondoso bosque en Alberta, Canadá, existe una fosa de escala “monumental” que alberga miles de dinosaurios que quedaron enterrados allí hace millones de años tras una absoluta devastación. Ahora, un grupo de paleontólogos se propuso explorar esta zona, conocida como Pipestone Creek, apodada como “el Río de la muerte”. El objetivo de la expedición se centra en resolver un enigma de 72 millones de años. Según BBC News, los investigadores están recopilando pistas que podrían explicar esta tragedia masiva prehistórica. Un yacimiento sin precedentes: la magnitud del “Río de la muerte” Pipestone Creek es considerado uno de los yacimientos de huesos de dinosaurio más grandes de América del Norte. La zona dejó boquiabierta a Emily Bamforth, profesora, paleontóloga y curadora del Museo de Dinosaurios Philip J. Currie. “Creemos que es uno de los yacimientos de huesos más grandes de América del Norte”, declaró a BBC. El área excavada hasta ahora equivale al tamaño de una cancha de tenis, pero el lecho de huesos se extiende a lo largo de un kilómetro dentro de la ladera. En algunos puntos, los investigadores han contabilizado hasta 300 huesos por metro cuadrado. A lo largo de los años, el equipo del museo recolectó 8.000 huesos de dinosaurios, y el laboratorio está repleto de fósiles de todos los tamaños y edades, desde ejemplares jóvenes hasta adultos. “Más de la mitad de las especies de dinosaurios que se conocen en el mundo se han descrito a partir del hallazgo de un solo ejemplar descubierto. En este caso, hay miles de Pachyrhinosaurus“, explicó Bamforth sobre la singularidad que tiene Pipestone Creek respecto a la concentración de fósiles. La excavación se realiza en una zona con fósiles tan concentrados que los huesos alcanzan 300 piezas por metro cuadrado (Wikimedia Commons) El trabajo de campo: excavación y hallazgos recientes La temporada de excavaciones en Pipestone Creek comienza cada año y se extiende hasta el otoño del hemisferio norte. El equipo, dirigido por Bamforth, inicia su labor rompiendo la gruesa capa de roca que cubre lo que la paleontóloga describe como "oro paleolítico“. El proceso requiere eliminar cuidadosamente capas de suciedad y polvo para exponer los huesos fosilizados, que emergen en una variedad de formas y tamaños. Bamforth identificó diferentes tipos de huesos: “Creemos que ese gran trozo de hueso que hay ahí es parte de una cadera. Aquí tenemos todos estos huesos largos y delgados. Son costillas. Y este es interesante: es parte del hueso de un dedo del pie. Este de aquí no tenemos ni idea de qué es; es un gran ejemplo de un misterio de Pipestone Creek”, relató a la BBC. El trabajo de campo se realiza bajo estrictas medidas de seguridad, incluso con la ayuda de un perro entrenado para alertar sobre la presencia de osos. Cada hallazgo se documenta y transporta al Museo de Dinosaurios Philip J. Currie, en la cercana ciudad de Grande Prairie, donde los fósiles son limpiados y analizados en detalle. En Pipestone Creek, los paleontólogos desentierran una vasta cantidad de restos que constituyen uno de los yacimientos de huesos de dinosaurio más grandes de América del Norte (Wikipedia) Los protagonistas del yacimiento: Pachyrhinosaurus y otros gigantes El Pachyrhinosaurus era un dinosaurio herbívoro de unos cinco metros de largo y dos toneladas de peso. Pariente cercano del Triceratops, se caracterizaba por una gran cabeza adornada con una cresta ósea, tres cuernos y una prominente protuberancia nasal. Estos animales vivieron durante el Cretácico Superior, en una época en que el clima de Alberta era mucho más cálido y la vegetación abundante. La investigación en Pipestone Creek permitió reunir fósiles de Pachyrhinosaurus de todas las edades, lo que ofrece una oportunidad única para estudiar el crecimiento y la biología de la especie. Además, la zona no solo albergaba a estos dinosaurios. A dos horas de allí, en Deadfall Hills, los paleontólogos también hallaron restos de Edmontosaurus, otro herbívoro de gran tamaño. De acuerdo con Jackson Sweder, director de la colección del Museo de Dinosaurios Philip J. Currie, “la mayor parte de lo que encontramos aquí corresponde a un dinosaurio con pico de pato llamado Edmontosaurus. Si esto se trata de un hueso craneal, estamos hablando de un dinosaurio grande, probablemente de 10 metros de largo”. El estudio de estas especies permite a los científicos reconstruir el ecosistema prehistórico de la región y entender cómo interactuaban diferentes tipos de dinosaurios en un entorno que ofrecía abundante alimento y condiciones favorables para grandes manadas. El enigma de la muerte masiva La pregunta central que guía la investigación en Pipestone Creek es como murieron tantos dinosaurios al mismo tiempo. Los paleontólogos creen que los Pachyrhinosaurus migraban en manadas colosales a lo largo de cientos de kilómetros, desplazándose desde el sur, donde pasaban el invierno, hasta el norte, al que acudían en verano. La región, con su clima cálido y vegetación exuberante, era un destino ideal para estos herbívoros. Sin embargo, la evidencia apunta a que la manada fue sorprendida por un evento catastrófico. “Creemos que se trataba de una manada en migración estacional que se vio envuelta en algún evento catastrófico que acabó, si no con toda la manada, al menos con una buena parte de ella”, sostiene la profesora Bamforth en declaraciones recogidas por BBC. La hipótesis principal es la de una inundación repentina. “Todos los indicios apuntan a que el suceso catastrófico fue una inundación repentina, tal vez una tormenta sobre las montañas que envió un torrente imparable de agua hacia la manada, arrancando árboles de sus raíces y moviendo rocas”, detalló Bamforth. Las características físicas del Pachyrhinosaurus, como su gran tamaño y peso en la parte superior del cuerpo, junto con su escasa habilidad para nadar, los habrían dejado indefensos ante una crecida súbita de agua. Las rocas del sitio muestran remolinos de sedimentos, evidencia de agua fluyendo a gran velocidad y revolviendo todo a su paso. Según la experta, “es como si la destrucción estuviera congelada en el tiempo como la marca de una ola en la piedra". El Museo de Dinosaurios Philip J. Currie almacena una variada colección de fósiles, facilitando estudios sobre la especie a lo largo de distintas fases de desarrollo (Wikimedia Commons) Un laboratorio natural para la ciencia La abundancia y variedad de fósiles en Pipestone Creek ofrece a los paleontólogos una oportunidad excepcional para estudiar la biología, el crecimiento y el comportamiento de los dinosaurios. Disponer de restos de tantos individuos de una misma especie, en diferentes etapas de desarrollo, permite responder preguntas sobre la estructura social de la manada, las variaciones individuales y la evolución de la especie. El laboratorio del Museo de Dinosaurios Philip J. Currie alberga huesos de Pachyrhinosaurus de todos los tamaños, lo que facilita investigaciones sobre cómo crecían estos animales y cómo se organizaban en comunidad. Un ejemplo destacado es el cráneo de 1,5 metros de largo, apodado "Big Sam“, que actualmente estudia Sweder. Además, la presencia de otras especies como el Edmontosaurus en yacimientos cercanos contribuye a una visión más completa del ecosistema del Cretácico Superior en Alberta. El trabajo conjunto en campo y laboratorio, documentado por BBC en la serie "Caminando con Dinosaurios“, está ayudando a reconstruir una imagen detallada de la vida y la muerte en este antiguo mundo. A pesar de los avances logrados, los paleontólogos consideran que apenas han comenzado a desvelar los secretos de Pipestone Creek. “Sabemos que cada vez que venimos aquí, tenemos la absoluta certeza de encontrar huesos. Y cada año descubrimos algo nuevo sobre la especie”, afirmó la profesora Bamforth a BBC. El entusiasmo del equipo se mantiene intacto, conscientes de que el yacimiento aún guarda innumerables misterios prehistóricos.

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