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» Elterritorio
Fecha: 22/05/2025 09:23
Este tejido, habitualmente descartado tras el parto, puede convertirse en una fuente vital de células madre para pacientes que necesitan un trasplante, como en el caso del pequeño Santino. En Misiones, el programa voluntario busca reactivarse tras haberse interrumpido durante la pandemia. No obstante, sigue vigente la donación de pacientes relacionados miércoles 21 de mayo de 2025 | 18:00hs. Foto Ilustrativa. Empezó la cuenta regresiva y Santino (6) se acerca cada vez más a las fechas de su doble trasplante de médula ósea, una batalla más frente a la leucemia a la que le hace frente desde los 3 años. El primer donante de células progenitoras hematopoyéticas (CPH) será su padre, pero las otras provienen de la sangre del cordón umbilical de una mujer de Canadá. En ambos casos la decisión de donar es la que cambia realidades y salva vidas. Pero ¿de qué se trata la donación de sangre de cordón umbilical? ¿Se hace en Argentina? ¿Cómo puede una mamá ser donante? ¿En Misiones se puede? Todas estas dudas respondió Paula Gómez, jefa del Servicio de Obstetricia del Hospital Materno Neonatal de Posadas, referente en la temática y que además fue donante. En Argentina existe el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical que funciona en el Hospital Garrahan de Buenos Aires. Según lo mencionado por Gómez, hasta antes de la pandemia tenía convenio con nueve maternidades del país, incluida la de Misiones, pero por una cuestión de costos se mantiene solamente con cuatro: dos de Caba y dos de Corrientes. “No tenemos convenio vigente ahora, pero sí tenemos diálogo. Nosotros queremos seguir y ellos quieren que nosotros particularmente sigamos”, acotó la profesional sobre las posibilidades de que el envío de las donaciones voluntarias se retome en un futuro próximo. Sin embargo, aclaró que sigue vigente el programa relacionado/emparentado, destinado a familias que se encuentran esperando un bebé y que ya tienen un niño con una enfermedad en la que el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas constituye una alternativa terapéutica. El año pasado se hicieron tres de este tipo en el Materno. “Es un tema de costos en realidad, por eso sigue inactivo y nosotros tenemos muchas ganas de que esto siga. Frenamos en pandemia porque se habían frenado los vuelos y esto va en avión, tiene 36 horas desde que uno hace la colecta de sangre de cordón para preservar y mandar. Es como si estuviésemos mandando un corazón, es tejido. Tiene que estar todo muy coordinado”, explicó sobre la donación voluntaria. Un acto de amor Cada donación representa un acto de amor y ese es el mensaje que transmitió siempre la profesional de la salud a las mamás que estaban aptas de poder hacerlo. Los requisitos son ser mayor de 18 años, cursar un embarazo sin complicaciones y único, no múltiple. “La verdad que cuando lograban entender qué era lo que se hacía tenía muy buena aceptación. Tenemos el programa por el que juntamos placenta de las pacientes que tienen sus bebés por cesárea, tenemos convenio con el Banco de Tejidos. Les decís que va a un banco para las personas que lo necesiten y que es un acto de amor puro; porque la placenta y la sangre de cordón, una vez que el bebé nace ya no cumple ninguna función”, contó sobre las experiencias de cuando el programa de donación voluntaria estaba vigente. Y agregó: “Dar esperanza y ponerla en un banco para cuando alguien la necesite o tirarla en un tacho de basura y que se incinere. La mayoría a las que se le ofrecía a la próxima te decían que sí que querían donar”. La extracción de la sangre se hace una vez que el bebé ya nació, ya sea por cesárea o parto vaginal. En el cordón y en la placenta queda sangre que posee CPH que tienen la capacidad de repoblar la médula ósea en el procedimiento de trasplante y dar origen a las células maduras de la sangre. Es que la médula ósea es la encargada de generar las células sanguíneas una vez que la persona nace, pero hay algunas enfermedades como la leucemia, linfomas, alteraciones metabólicas, inmunológicas que pueden afectar su funcionamiento. En ese marco, lo donado por decisión de las madres queda criopreservado en el Banco Público del Garrahan, disponible en caso de compatibilidad genética para cualquier persona del país o del mundo que lo necesite. La extracción se hace mediante una punción en la vena del cordón umbilical, una vez ya separado del bebé y mientras la placenta todavía se encuentra en el útero. Por ello, no representa ningún riesgo ni para el niño ni para su madre. “Después estaba todo lo que es el asistencialismo, el Banco de Sangre local tenía una guardia para esto porque acordate que los partos acá salen las 24 horas del día y hay que ver en qué avión uno manda, Aerolíneas es la empresa con la que ellos tienen convenio y que llevaba la heladerita con todo preservado. En el aeropuerto de Buenos Aires ya estaba esperando una ambulancia y la llevaban al Garrahan”, relató acerca de cómo se hacía el procedimiento en el Materno Neonatal. Gómez relató que las mamás que reunían todas las condiciones recibían todo el asesoramiento necesario para disipar todas sus dudas y se les hacía firmar un consentimiento si se decidían por el sí. Sobre el programa de donación relacionada de sangre de cordón umbilical, explicó: “Son pacientes embarazadas que tienen hijos con algún tipo de leucemia, entonces la sangre de ese hermanito de cordón se preserva, quiere decir que esa sangre ya tiene un destinatario, que vendría a ser este chiquito que tiene una leucemia”. Gómez no pudo precisar cuántas donaciones salieron de la tierra colorada hacia el banco del Garrahan, pero destacó que “se trabajaba muy bien” y que en una oportunidad en un mismo envío se llevaron tres colectas. “Se trabajaba muy bien, por eso ellos tienen ganas de que nosotros sigamos”, aseguró.
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