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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/05/2025 12:53
Diablo IV, de Blizzard. Se acerca el segundo aniversario de lanzamiento de Diablo IV, el exitoso hack n’ slash RPG de Blizzard, y su Temporada 8 trajo varios cambios bienvenidos junto con un puñado de actividades para mantener ocupados inclusive a los jugadores más fieles. Además de un nuevo hilo de misiones de historia, esta actualización suma un sistema de habilidades heredadas de los jefes, actividades para el endgame con la presencia estelar de Belial y un nuevo pase de batalla completamente renovado. Lo bueno es que las recompensas son interesantes, el nuevo sistema de tokens más claro y efectivo, y la colaboración con Berserk cumple con las expectativas. Lo malo es que la fórmula de las temporadas está mostrando demasiado las costuras y estamos al borde de la saturación. El Regreso de Belial marca un paso importante en el arco narrativo que comenzó con la llegada de Lilith y su posterior muerte a nuestras manos, sobre el final de la campaña de Diablo IV, y está contado a través de un hilo narrativo de siete pasos. Como de costumbre, para avanzar habrá que subir de nivel de recompensas y la mejor manera será desvaneciendo las apariciones de Belial en el nuevo evento temporal. Esto funciona exactamente igual a los de las temporadas anteriores, pero quizás de manera un poco más simple. De vez en cuando una zona estará afectada por estas apariciones y deberemos romper los ojos que aparecen en el mapa para que aparezca alguno de los Heraldos del maligno. Al derrotarlos avanzaremos en el evento, repitiendo la mecánica anterior, hasta que aparezca una versión más poderosa del jefe y al final el mismísimo Belial. Diablo IV, de Blizzard. Cada derrota nos otorga, además de recompensas y experiencia para avanzar en el hilo narrativo, una orbe con la habilidad única del jefe derrotado. Hay tres calidades diferentes dependiendo de la actividad que realicemos y la dificultad en la que estemos jugando. Los comunes aparecen en el mapa normal y los otros dos en actividades de endgame, accesibles recién cuando habilitemos Tormento 1 y de ahí en adelante. Cada orbe tiene una habilidad principal, que se activa cuando la equipamos en la ranura superior, y una secundaria cuando la usamos en alguna de las tres ranuras inferiores. En total podemos equipar cuatro y mejorarlas con un tipo de esencia exclusiva de la Temporada 8. Algunas habilidades son realmente útiles, como la que genera una explosión eléctrica cada vez que usamos el esquive o la que dispara un parásito por segundo haciendo un daño brutal. Es cuestión de desbloquearlas, mejorarlas y experimentar con las combinaciones. Diablo IV sigue siendo un juego de preparación. Pulir nuestro personaje e ir mejorando el equipamiento de forma acorde es el corazón de la propuesta y algo tan importante como el arrasar con calabozos en minutos. Las nuevas habilidades son más que bienvenidas, en especial para acortar el camino a los niveles de Paragón y el ansiado paso a Torment 1 para acceder al endgame. El equipamiento nuevo aporta una dosis de variedad a lo que ya conocíamos, pero la esencia es la misma. Dicho esto, el camino hacia el endgame con el nuevo personaje se siente más reiterativo que nunca y es porque el nuevo evento de temporada básico es tan simple que termina aburriendo. Conseguir la experiencia para terminar todos los pasos de la misión se hizo demasiado largo, teniendo que recurrir frecuentemente a los eventos del DLC y a los Calabozos de Pesadilla para cambiar un poco el aire. Una vez que iniciamos el endgame la situación se normaliza y todo se vuelve menos reiterativo, pero en comparación a temporadas anteriores se siente como un paso atrás. Diablo IV, de Blizzard. Lo que cambió para mejor fue el pase de batalla. Blizzard se deshizo de la estructura lineal por niveles que venía implementando y se decantó por darnos puntos de desbloqueo que denomina “Favor Tokens”. Así, mientras vamos eliminando enemigos, cumpliendo misiones y los desafíos de temporada iremos sumando experiencia y ganando estos tokens. A la hora de utilizarlos tendremos que elegir entre varios “relicarios”, uno gratuito en el que hay dos niveles de 100 platino cada uno y otros de pago que se desbloquean, individual o grupalmente con platino. Con esos 200 de platino podremos desbloquear el relicario de armas o bien guardarlo para desbloquear el pase premium que habilita los cuatro relicarios. Cada uno incluye siete recompensas a desbloquear con Tokens y una última que se habilita cuando conseguimos todas las anteriores. Este nuevo pase de batalla resulta más intuitivo y claro a la hora de desbloquear nuevos cosméticos y junto con el cambio también simplificaron la disposición de los desafíos de temporada. El pase de batalla deluxe, que cuesta 2800 platino, desbloquea todos los relicarios y además incluye una serie de ítems cosméticos interesantes. En primer lugar, desbloquea automáticamente el set de armadura completo Guise of the Deceiver (que de otra manera se consigue como recompensa especial tras completar todos los relicarios) compatible con todas las clases. Un set de alas que completan el set anterior y el Búho Orinocta (mascota). Si vale la pena o no será un tema personal para cada jugador, pero aquellos que disfruten pasar su tiempo libre en Santuario seguro querrán ir con las armaduras más espectaculares y la incluida en esta temporada cumple con creces en ese campo. Diablo IV, de Blizzard. El Regreso de Belial es una temporada interesante desde lo narrativo y nos deja listos para una celebración especial para el segundo aniversario de Diablo IV. El evento especial es interesante pero se vuelve reiterativo rápidamente, al menos hasta que tengamos un personaje listo para Torment 1 y podamos acceder a los Jefes de Guarida. A diferencia de temporadas anteriores, los cambios que ofrecen las nuevas habilidades de las apariciones derrotadas y las actividades nuevas tienen sabor a poco. Sin embargo, una vez que entremos al endgame, el clásico de Blizzard vuelve a recordarnos por qué sigue siendo una experiencia divertida y desafiante. Puede que la Temporada 8 no sea recordada como la mejor, pero entre los cambios a los desafíos de temporada y el nuevo pase de batalla, el resto de las novedades termina por cumplir con su objetivo. La pregunta que me hago es: ¿Hasta cuándo van a seguir aplicando la misma fórmula modificada? La reiteración es el problema más grande de Diablo IV hoy en día, espero que la próxima temporada Blizzard incorpore nuevas mecánicas o alguna forma diferente de jugar. 7 El regreso de siempre Diablo IV trae de regreso no sólo a Belial, sino a la vieja fórmula del evento por zonas y tiempo limitado. La jugabilidad se vuelve reiterativa pero se agradecen los cambios al pase de batalla y el diario de desafíos de temporada. Revisado en Xbox Series X Plataformas: PC PlayStation 4 PlayStation 5 Xbox One Xbox Series S Xbox Series X
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