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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 20/05/2025 23:57
El Captagón, una droga usada por grupos terroristas, ya está en la Triple Frontera y se distribuye en Argentina. El experto Daniel Adler advierte sobre su uso en delincuentes, que ya no sienten miedo ni dolor al cometer delitos, incrementando la violencia. Una potente droga conocida como Captagón, ampliamente utilizada por grupos terroristas y organizaciones criminales internacionales, se instaló en la zona de la Triple Frontera y ya ingresó a la Argentina. Su uso preocupa a especialistas en seguridad debido a su capacidad para eliminar el miedo y el dolor en quienes la consumen, convirtiéndolos en delincuentes prácticamente insensibles al castigo físico. Así lo advirtió Daniel Adler, especialista en antiterrorismo urbano, quien explicó que se trata de “una droga siria-libanesa, que es inhibidora del miedo y del dolor y se usa en el mundo criminal”. Según el experto, esta sustancia ya es utilizada por el crimen organizado más violento del continente: “La utiliza el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, el cartel de Sinaloa o el de Jalisco Nueva Generación. Les da valentía para delinquir y si son agredidos a balazos o con palos o con la denominada tonfa policial no sienten dolor. Antes con eso podías frenarlos, pero ahora ya no. Por eso todo es más violento”. Adler aseguró que el Captagón ya se encuentra en circulación en la Argentina y alertó sobre su posible expansión hacia el consumo recreativo. “El Captagón ya se usa en la Argentina y muy pronto podría ser usado por jóvenes para drogarse sin tener la necesidad de salir a delinquir. Pero en el 70 por ciento de los casos, el delincuente roba cuando está armado y narcotizado”, afirmó. Terrorismo, narcotráfico y crimen organizado en la Triple Frontera El especialista también denunció la presencia de células terroristas en la región limítrofe entre Brasil, Paraguay y Argentina. Según Adler, en esa zona está “enquistado Hezbollah” y agregó que “la relación entre el terrorismo islámico y el narcotráfico viene de 1979 con los Ayatollah y se fue perfeccionando, ya que disfrazarse de crimen organizado les da mayor penetración en los mercados”. Ante este panorama, reclamó más compromiso estatal en la lucha contra estas amenazas: “Lo importante es la decisión política de luchar de manera inteligente” y que haya “más acción y menos palabra para ese combate contra el terrorismo y el crimen organizado”. En paralelo, Adler se refirió a la causa por la desaparición de Loan Danilo Peña, el niño correntino cuyo caso conmociona al país, y reveló que ofreció colaborar con la Justicia Federal sin obtener respuesta. Caso Loan: crítica a la Justicia por rechazar su ayuda “En la Argentina es muy fácil salir y entrar con un menor de edad y eso quedó demostrado. Yo me presenté en la causa como amicus curiae y entregué un escrito en el que me ofrecí a ayudar sin cobrar nada. Fui claro con la jueza federal Cristina Pozzer Penzo. Le dije deme 45 minutos por cada uno de los siete detenidos para extraer la verdad. Ahí saltaron los Derechos Humanos y dijeron ¿qué le vas a hacer?”, relató Adler. Explicó que su método incluye el uso del polígrafo y estudios grafológicos: “Durante años usé este método en Ecuador con un 100 por ciento de éxito. No tengo un caso que haya errado”. Sin embargo, sus pedidos fueron ignorados por la Justicia: “Entre esos siete detenidos está el culpable o los culpables. Le dije deme la posibilidad de interrogarlos. Fueron 23 veces que repetí eso en la causa para que alguien del Juzgado me contestara. Y al final me dijeron que no porque no sabemos qué les va a hacer”. “Les dije que haya alguien del juzgado presente. Déjeme ir a Goya ya mismo para hacer esta temática, porque el tiempo es nuestro enemigo. La verdad la vamos a saber y podemos traer vivo al menor. Pero lamentablemente no quisieron”, completó. Inseguridad en el transporte y propuestas concretas Adler también se refirió a los reiterados ataques a colectiveros y pasajeros y aseguró que “es posible y rápido” frenar estos hechos. “Esto pasa porque hay zonas liberadas. Los delincuentes pasan libremente con autos robados o motos robadas, narcotizados y armados y abordan los colectivos. No hay controles en la vía pública, como primera medida”, dijo. Entre las soluciones, propuso la instalación de “botones de alerta silenciosa de fácil acceso para el chofer, en donde al accionarlo prende una luz y da un alerta a una consola de seguridad para que una moto de alta cilindrada de más de 500cc pueda acudir y mediante un procedimiento poder neutralizar a los asaltantes”. Por último, sugirió una medida más audaz: “Y tercer punto, poner agentes infiltrados en el colectivo. Una unidad camuflada dentro de los colectivos con un arma calibre 22 con la punta especial. Estaría bueno que se cree este grupo en la provincia de Buenos Aires”, subrayó. Concluyó que “trabajar en la disuasión y en la prevención es el 90 por ciento de la seguridad y es fundamental hacerlo”. Fuente: Noticias Argentinas
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