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Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 20/05/2025 23:51
Florinda nació cuando el mundo todavía no conocía la radio ni la televisión. Hija de madre soltera, llegó al pueblo a los siete años, y desde entonces comenzó a escribir, con sacrificio y dignidad, su propio destino. Aprendió sola a cuidar niños, esquilar ovejas, hilar lana, coser y tejer. Su vida fue una escuela sin aulas, pero con saberes profundos: los del trabajo, la paciencia y el compromiso. Fue madre de seis hijos —Marta, Martín, Magdalena, Mabel, Liliana y Rodolfo (hijo del corazón)— y formó una familia que hoy se multiplica en 14 nietos y 18 bisnietos. Su nieto Nicolás, en una sentida publicación en redes sociales, resumió con ternura lo que significa Florinda para su familia: “Hoy cumple 105 años de vida la bella dama, la que entregó todo por su familia. Nació antes que la radio, que la tele, que casi toda la tecnología audiovisual conocida. Supo armar su vida desde la pobreza y la nada misma. Atravesó todo el Siglo XX y ya va un cuarto del XXI. Hija de madre soltera, llegó al pueblo a los 7 años y trabajó hasta que su cuerpo le pidió que descansara. Hoy es momento de cuidarla a ella, de mimarla y respetarla como se merece. Somos muchos los que de esa raíz salimos: algunos derechos, otros un poco torcidos; pero Florinda querida, sabé que entregaste todo de vos y hoy en tu cumple te festejamos los que te adoramos con todo el corazón. ¡Feliz cumple abuela!” Florinda recuerda con claridad su paso por varias casas donde trabajó, cuidando niños, cocinando, cosiendo y tejiendo. Entre risas y nostalgia, relata cómo preparaba vestidos a pedido, guiándose por revistas como Damas y Damitas, o cómo su esposo, en un acto de amor silencioso, le regaló un telar que ella había soñado tener. Con ese telar, instalado sobre la mesa del patio, tejió prendas tan abrigadas y hermosas que los hombres le pedían sacos y no daba abasto. Fue también el pilar económico del hogar con sus costuras prolijas, mientras su esposo Martín trabajaba en el campo y luego en la aceitera y en lo de Pitón. En su memoria, todo se conserva nítido: los vestidos que hizo para las bodas de sus hijas, la lana que teñía con sus manos, los telares que llenaban el patio y la vida. En 2020, cuando cumplió 100 años, la pandemia no impidió el festejo: los vecinos cortaron la calle y, con barbijos y desde la vereda, celebraron su centenario. Hoy, cinco años después, el homenaje se repite, con la misma gratitud, con más amor aún. Florinda no solo ha vivido 105 años; ha tejido, como sus lanas, una vida rica en sentido, dignidad y cariño. Es memoria viva de un tiempo que parece lejano, pero que en ella respira con la fuerza de lo eterno. ¡Feliz cumpleaños, Florinda! Que sigas iluminándonos con tu historia, tu ternura y tu ejemplo. (Parte de la nota se publicó en el año 2024)
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