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» El litoral Corrientes
Fecha: 19/05/2025 12:04
En su primer lunes tras su asunción oficial del ministerio petrino, el papa León XIV tuvo una agenda intensa con múltiples audiencias concedidas a autoridades políticas y religiosas llegadas a Roma para la ocasión. Entre ellas, tuvo su primera bilateral con el canciller argentino, Gerardo Werthein, que contó a LA NACION que invitó al nuevo papa a viajar a la Argentina, “algo recibido bien de parte” del nuevo Pontífice que “tiene muchos deseos de venir”. “Fue una audiencia muy cálida; para mí fue un honor haber sido recibido en el primer día oficial de su papado y hubo buena sintonía. Él es una persona agradabilísima y vamos a trabajar de cerca para fortalecer y afianzar la relación bilateral y para la cooperación mutua”, dijo el canciller, que tiene 69 años, la misma edad del Papa León, que también hizo saber que conversaron de “la próxima visita” del presidente Javier Milei al Vaticano. Werthein fue recibido por Robert Francis Prevost, que habla perfecto español porque vivió más de 20 años en Perú -que le dio la nacionalidad porque allí fue primero misionero agustino y luego obispo de Chiclayo-, en la Biblioteca del Palacio Apostólico. La audiencia comenzó con una conversación privada entre el Papa y Werthein, a la que luego se sumó la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. “Ella le contó todo el importante trabajo que está haciendo en el área social y de asistencia a los más necesitados”, relató el canciller. Consultado por LA NACION, Werthein aclaró que no se habló de las elecciones porteñas, el motivo por el cual Milei decidió no viajar a Roma. “El Papa estaba muy satisfecho de que hayamos asistido a la misa de asunción del ministerio petrino. Creo que hoy dimos un paso muy importante para afianzar el vínculo con el Vaticano”, afirmó en diálogo telefónico y justo antes de subirse al avión para regresar a la Argentina. El canciller destacó, por otro lado, que durante el encuentro con el flamante Papa hablaron “de la situación del mundo y de los procesos de paz a los que también está muy interesado en participar el Presidente”. En cuanto al viaje a la Argentina de León XIV -que sería el primero de un Pontífice desde el último realizado por san Juan Pablo II en 1987-, preguntado si podría darse al mismo tiempo que otro probable viaje a Perú, su país de adopción, Werthein admitió no saber, sino que subrayó su buena predisposición al recibir la invitación. A la hora de los regalos, el canciller le obsequió al Papa una edición del Martín Fierro, un clásico de la literatura argentina que le encantaba a su antecesor, Francisco. Un nuevo capítulo tras el papado de Francisco La audiencia marcó el principio de una nueva relación entre la Santa Sede y la Argentina -siempre muy buena vista la gran mayoría católica del país-, pero que estuvo marcada a fuego en los últimos 12 años y 39 días por la presencia del primer papa argentino. La elección de Jorge Bergoglio, el 13 de marzo de 2013, no sólo descolocó al obispado local, sino también a las autoridades políticas, que enseguida, pese a que era considerado en ese momento el virtual líder de la oposición a la entonces presidenta, Cristina Kirchner, rápidamente cambiaron de registro e intentaron apropiarse de su figura. A lo largo de su pontificado Francisco no fue profeta en su tierra, sino que fue objeto de tironeos de la sotana de un lado y del otro de todo el espectro político, incluso de montajes fotográficos de dirigentes que hacían creer que habían sido recibidos en privado, mientras que habían tenido un simple besamanos en la audiencia general, como él mismo lamentó en una entrevista con LA NACION. Así, más allá del profundo amor del Papa argentino hacia su país, debido a todo este combo y porque pensaba que había otras prioridades y que era el pastor de todo el mundo y que en la Argentina había vivido 76 años de su vida, jamás volvió. Robert Francis Prevost, su sucesor, viajó varias veces a la Argentina en sus dos mandatos de superior general de los agustinos -entre 2001 al 2013-, cuando conoció al entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio. Fue entonces que seguramente Bergoglio “fichó” a ese joven agustino, a quien, siendo Papa, nombró primero obispo en Chiclayo, Perú, en 2014, y en 2022 llamó a Roma para ser prefecto del Dicasterio de los Obispos y a quien designó cardenal en 2023, poniéndolo en el trampolín de su sucesión. En el Vaticano algunos recuerdan que Werthein -ministro de Relaciones Exteriores y Culto desde fines de octubre de 2024, exembajador en Estados Unidos-, a fin de noviembre pasado protagonizó un “faltazo” al desistir viajar para asistir a una ceremonia en la que Francisco recordó el 40 aniversario del Tratado de Paz y Amistad entre Argentina y Chile, en la que sí estuvo el ministro de Relaciones Exteriores del país trasandino, Alberto van Klaveren. Aunque la excusa oficial fue “problemas de agenda”, el faltazo del canciller tuvo que ver con las discrepancias que hubo entre la Argentina y Chile en la cumbre del G20 en Brasil que tuvo lugar poco antes, en la que, según trascendió, el presidente chileno, Gabriel Boric refutó el discurso de Milei, que había exaltado al neoliberalismo y criticado el rol de Estado. León XIV, que por la mañana temprano tuvo su primera audiencia con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, además de Werthein, luego también recibió al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I -a quien le confirmó su voluntad de viajar a Turquía en el 1700 aniversario del Concilio de Nicea-; al presidente de Colombia, Gustavo Petro; y a una delegación de la diócesis de Chiclayo, Perú. Por la tarde tiene previsto recibir al primer ministro de Australia, Anthony Albanese y al presidente de Georgia, Mikheil Kavelashvili, junto a sus esposas y séquitos. La Nación
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