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Parana » Ahora
Fecha: 18/05/2025 16:30
Por más de 24 horas, Facundo Arrúa se mantuvo oculto tras cometer el asesinato de Patricio Arredondo, el joven de 23 años que murió el sábado a la madrugada en Hernandarias. El acusado fue arrestado este mediodía en cercanías del cementerio de la ciudad este domingo por personal policial de la comisaría local. Según se informó a AHORA, Arrúa ya fue trasladado a Paraná y se encuentra alojado en la Alcaidía de Tribunales hasta que sea imputado formalmente e indagado por el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull. El detenido no opuso resistencia cuando fue descubierto por la Policía. En la jornada del sábado estuvo varias veces rodeado, pero los investigadores no lograron ubicarlo. Se usaron drones y personal policial para rastrillar los montes. El domingo cerca de las 12, los policías que rastrillaban la zona observaron a un joven de buzo gris. Los uniformados lograron sorprenderlo y arrestar al joven, que quedó detenido hasta que la fiscalía disponga si es trasladado al penal o recibe algún tipo de medida de coerción menos gravosa. Según los testigos presenciales del hecho, Arrúa asesinó a Arredondo durante la madrugada del sábado. Ambos no eran amigos, pero compartían grupo de conocidos. Al parecer, desde hace un tiempo los dos se llevaban muy mal. El sábado, un grupo de jóvenes compartía bebidas y charlas cuando Arrúa se sumó a la reunión. Un cruce de miradas con Arredondo hizo que se reavivaran antiguas tensiones, hasta que el enfrentamiento se tornó físico: Arredondo le propinó un golpe de puño. Ambos se retiraron, pero la calma duró poco. Arrúa regresó con un machete colgado de la cintura y una escopeta en sus manos, buscando a “Chocho”, como le decían a Arredondo. Los amigos trataron de calmarlo para que la situación no pase a mayores, pero Arrúa no entró en razón. Un minuto después, el estruendo de un disparo rompió la noche. Algunos pensaron que había sido un tiro al aire, pero igual decidieron alertar a la Policía. Cuando el patrullero llegó, sus luces iluminaron una escena devastadora: el cuerpo sin vida de Arredondo, tendido sobre la tierra. Testigos indicaron que Arrúa regresó minutos más tarde con un machete colgado de la cintura y una escopeta en las manos, preguntando por “Chocho”, el apodo con el que conocían a Arredondo. Pese a los intentos de los presentes por calmarlo, efectuó un disparo que terminó con la vida del joven. En un primer momento tomó intervención el fiscal Gonzalo Badano, pero ya este domingo el caso quedó en manos de Montrull, quien, tras realizar la imputación, solicitará una medida de coerción ante el juez de garantías Eduardo Ruhl.
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